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Lukasz llevaba días nervioso.

Las amenazas de Leila tras ver su relación con Natalia iban en aumento. Le amenazaba constantemente con la cárcel, cosa que a Lukasz le aterrorizaba en grandes cantidades.

Lukasz decidió vender su relación con Natalia por su libertad, y le siguió el juego a la alemana, que hacía lo que quería con él.

Cada vez se iban viendo menos, saliendo menos, y Lukasz se sentía atado de pies y manos ya que no podía decirle nada a Natalia.

Hoy en el entrenamiento el centrocampista se concentró lo máximo que pudo en su trabajo, que era lo único que lo sacaba de los problemas, y que afortunadamente le evadía de aquella situación tan fea que se había creado.

Hasta que algo pasó.

-Lukasz.-Dijo Lucien tocándome la espalda.

Paré de hacer mis entrenamientos y le miré interesado.

-¿Sí míster?

-Tienes visita. Una chica...se llama Natalia, creo.

El polaco se puso nervioso al instante y a paso decidido se dirigió hacia adentro, esperando a que fuese un error, o algo parecido.

Una vez allí la vio de brazos cruzados, con una acreditación colgada al cuello, y con semblante serio, aunque angustiado.

-Natalia...-Dijo él intentado no parecer emocionado.

-Lukasz, qué milagro.-Dijo seria.

-¿Qué haces aquí?

-¿Vas a decirme la razón por la cual me ignoras? He tenido que venir a tu trabajo a pedirte explicaciones, ¿Te parece normal?

Tragó saliva nervioso.

-Creo que está claro. No quiero estar más contigo.

-¿Qué...? ¿Y no me lo puedes decir?

-Me he dado cuenta de que quiero a Leila.-Dije como un robot.

Ella frunció el ceño extrañada.

-¿En serio Lukasz?

-Sí.

-¿Después de toda esa palabrería? ¿De presentarme a tu abuela? ¿De llevarme a Polonia?

Me dolían más esas palabras a mi que a ella.

-Sí. Eres muy pequeña todavía, Leila es más madura.

Se acercó y me empujó.

-No quiero volver a ver más.-Dijo con lágrimas en los ojos.-Te mereces todo lo que te pasa.

Se marchó rápidamente. Al quedarme solo pateé una botella de agua y me tiré de pelo mientras intentaba no gritar.

Estoy jodido.

Instagram; Lukasz PiszczekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora