prólogo

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Dicen que el ser humano intenta ocultar e intentar oprimir el dolor de todas formas posibles.

Intentando no dejar que ninguna persona vea esa parte vulnerable de ti. Sobretodo si eres frío y distante con los demás.

Desgraciadamente hay veces que se va de las manos y no controlas ni lo que haces. Actos llevados a cabo por el dolor, sólo el dolor.

La búsqueda enfermiza de sentir al menos dos minutos de paz en todo un caos.

Sentir calma en la rabia más oculta.

Sentir alivio en el dolor más profundo.

Todo llega a un extremo donde intentas buscar el alivio en cosas cuando ya no puedes ocultarlo más.

Cosas o personas.

Eso es lo que me pasa a mi.

Nunca he sabido como aliviar este maldito dolor que me carcome por dentro.

Por las noches me vuelvo otro y aparento que mi vida va genial.

Cuando lo único que quiero es desaparecer.

Eso, desaparecer, qué bien estaría.

Me pongo hasta el culo de cualquier mierda para luego ir en busca de mi dósis diaria de orgasmos.

Sexo que en realidad encubre la falta de cariño que tengo. Los besos, las caricias...me hacen sentir cosas que jamás he sentido.

Así de patético es.

Luego al despertar es de día, y parece que todo ha sido un sueño. No veo a nadie conmigo, ni tampoco a nadie que me pregunte un simple: "¿Cómo estás?"

Mi vida es una mierda.

Aunque cobre millones, aunque tenga todo lo que me de la gana.

Todo sigue siendo una mierda.

Una absoluta mierda.

Instagram; Lukasz PiszczekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora