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Lukasz estaba en un ricón de aquel bar mirando al joven Álvaro y al jovencísima Natalia. Bailaban y se reían mientras bebían de sus copas.

-Ts.-Se rió arrogante mientras tiraba la ceniza de su cigarrillo en el cenicero.

El polaco pensaba en lo superior que estaba respecto al delantero español, ya que había marcado terreno antes que él, de una forma bastante concreta.

-No hay huevos a ir a interrumpir.-Oyó decir a Weilg en su oreja.

Sonrió arrogante y apagó el cigarrillo levantándose del taburete.

Conforme iba acercándose su sonrisa se iba ensanchando cada vez más y más hasta que los tuvo delante.

-Natalia, qué bien verte por aquí.

La española se giró alarmada al oír su voz y le miró algo sorprendida.

En Morata saltaron todas las alarmas.

El polaco hipócritamente cogió la dócil mano de la joven y besó los nudillos de esta.

-¿Quién es este?-Le dijo a la chica al oído.

-Yo si te conozco. Eres Morata el del Madrid, yo soy Lukasz Piszczeck, jugador del Dortmund.-Sacó una gran sonrisa.

-Ah sí, me suenas.-Dijo serio.

-¿Qué tal preciosa? ¿Te invito a algo?

Natalia se había quedado tan cortada que no sabía que decie ante esta situación tan violenta en la que se encontraba.

-Está conmigo. Quizá otro día.-Contestó finalmente Álvaro.

-La pregunta se la he hecho a ella. No a ti.-Sonrió provocando un enfado en el español.

-¿De qué conoces a este gilipollas?-Le dijo bastante enfadado a la joven.

-Nos presentaron aquí hace unos días...-Dijo con una vocecita.

Lukasz se quedó algo cortado al ver de qué forma le hablaba Morata a la chica. Sin decir nada y hacer nada, los dos se marcharon de allí rápidamente.

Morata era muy controlador, y muy celoso con Natalia.

Lukasz volvió a su sitio algo extrañado a seguir charlando con sus amigos.

Pasados unos minutos vio que la pareja no volvía.

El polaco se encaminó tranquilamente através del local y miró a todos lados para buscarles, pero no les vio.

Decidió buscar fuera, y al alejarse un poco de la puerta oyó unos gritos.

-¡¿ME HAS ENTENDIDO?!

-Sí...

-Vamos para adentro, y que no te vea hablar con ninguno.

Vio como vinieron. Llevaba a la chica bruscamente del brazo para entrar dentro.

-Eh, tú.-Se encaminó hacia él y lo apartó de ella.-¿En tu casa no te han enseñado a que las mujeres hay que tratarlas bien?

-¿Qué quieres tú ahora gilipollas?-Lo empujó.

Lukasz le devolvió el empujón en forma de puñetazo.

-¡LUKASZ! ¡NO!-Gritó Natalia.

Instagram; Lukasz PiszczekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora