veintiuno

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"Eres tan tonta." murmuro Draco. Llegamos al final de las escaleras y giramos a la izquierda. "No deberías haber venido aquí, ¿por que siempre actúas tan estúpidamente?"

Para cuando llegamos a su habitación, estoy muy asustada. Cerró la puerta en silencio. Su habitación es oscura, como pensé que podría ser, pero aun mas grande y elegante. Un diván de terciopelo y un escritorio para escribir en el lado opuesto. Una cama King-size en el centro de la habitación da a una ventana masiva, que habría llenado la habitación de luz si hubiera sido de día. En cambio, refleja una noche negra sin estrellas llena de tristeza e incertidumbre.

"Dra-"

antes de que pudiera dirigirme a el correctamente, Draco me ha dado la vuelta y me beso con fuerza en la boca. Han pasado largos meses desde la ultima vez que sentí su toque, meses pasee ansiando su sonido, tacto y olor, y necesito todo mi cuerpo para alejarlo.

"Te extrañe." repitió. Parecía que podría llorar. "Oh, Belly, te extrañe mucho."

"Yo también te extrañe, pero-"

Me interrumpió. "Me extrañaste. La espera acabo, ¿verdad?"

"Draco, ¿que...?" aparté sus manos de un golpe y me acerco a regañadientes para sentarme en su cama. "No te acerques a mi hasta que me digas que esta pasando."

"No puedo decirte." dijo, ignorando mis instrucciones y sentándose a mi lado. De repente, su rostro se arruga. Estoy aun mas asustada. "No puedo." repitió. "Si te lo digo, me odiaras, y no puedo, no puedo..."

"Shh." lo tomé en mis brazos y acaricié su cabello, preguntándome que podría ser tan malo. Este es un lado de Draco Malfoy que nunca había visto antes, y me asusta mas que cualquier otra cosa que haya echo esta noche.

Pasaron largos minutos. "No respondí a ninguna de tus cartas..."

"Si, lo note"

"Este año, he estado... ocupado... pero no con el trabajo escolar. Yo... he estado arreglando un armario evanescente."

"¿Un armario evanescente?"

"Es... una especie de sistema de transporte. No mucha gente los conoce."

"Esta bien..." dije, luchando por entender como eso puede ser tan terrible. Draco se sentó, de repente, y camina hacia la ventana. Yo lo seguí. Estamos en las primeras horas de la mañana y en los minutos que he estado aquí, una franja de sol ha comenzado a asomarse sobre el borde de un horizonte que se extiende sin problemas por las millas. La tierra claramente no pertenece a los Malfoy, ya que casi puedo distinguir la hierba cubierta de maleza y las flores silvestres por todos los campos vacíos.

Pero Draco no esta mirando a la vista. "Solía jugar allí todos los días cuando era niño." dijo mientras lo admiro. "Mientras mis padres hablaban de negocios, yo salía solo durante horas y horas. Todavía salgo, para escapar de todo. Es como un mundo completamente diferente. Tan privado, pero tan libre. A veces desearía que toda la vida pudiera ser como eso." Sus ojos están en los míos, inquebrantables, pero su voz es suave, triste. "La derecha de la casa mira hacia el jardín y la izquierda mira hacia el bosque. ¿Sabes como puedes pensar las cosas, sin realmente darte cuenta de que ni siquiera las piensas? Elegí la izquierda, pero nunca pensé mucho en eso. Solo me doy cuenta ahora de que siempre me ha gustado la idea de ser libre." Puedo escuchar la vacilación en la voz de Draco; pude ver al niño en sus ojos rotos. Su mano tocó mi mejilla, pero no parece darse cuenta.

Necesite todo mi esfuerzo para encogerme de hombros. "No lo hagas..." dije en voz baja, evitando sus ojos. "Draco, tienes que decirme que esta pasando. ¿Qué paso esta noche?"

"Draco miró al suelo. "No creo que pueda."

Tan gentilmente como puedo, dije: "Cuéntame sobre el armario evanescente."

Inhaló lentamente. "Hay uno en la sala de menesteres. Me entere el año pasado" 

"Esta bien." dije pacientemente. "Y es una especie de sistema de transporte, ¿verdad?"

El asintió lentamente. "Pones algo en uno, y sale en el otro. También funciona con la gente. Puedes hacer que cualquiera entre en Hogwarts usándolo. Incluso personas a las que realmente no se les permite estar allí." el miró al suelo, su rostro petrificado, evitando mis ojos a toda costa. "Belly, usé el armario para meter mortifagos en Hogwarts."

Mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho. "¿Que?" Me miró con desesperación, sus ojos en los míos, pero yo no puedo... "Tu fuiste quien... ¿por que?... ¿por que, Draco?"

"Para matar a Dumbledore"

Me congelé. Por eso se veía tan aterrorizado al pie de la torre, por eso todos me instaban a ir a casa, por eso debería haber estado mucho mas asustada de lo que realmente estaba.

"Tu..." dije sin aliento. Ni siquiera puedo mirarlo. "¿Dejaste entrar a los mortifagos para matar a Dumbledore?"

Draco esta en silencio durante mucho tiempo, y eso me obliga a mirarlo. Luego dijo, en voz baja: "No, Belly, tuve que matar a Dumbledore."

Tropecé hacia atrás y Draco se aferro a mi chaqueta.

"Pero no lo hice..." dijo con urgencia. "Yo no lo mate, Belly, Snape lo hizo" 

"¿Dumbledore esta muerto?" dije suavemente. El no respondió. "No lo habrías hecho, ¿verdad? no lo habrías matado, Draco, dime que no..."

De nuevo, Draco no respondió. Me miró con tristeza y un millón de pensamientos arremolinan en mi cabeza. Retrocedí de nuevo. 

"¿Pero por que tu?"

"Por favor, no me odies..."

"¿Por que tu, Draco?"

"Por- porque soy un mortifago."

En ese momento, todo me golpeo. Me aleje de el, con lagrimas en los ojos.

"Tenían razón." susurré. "Mis amigos... todos... estaban bien, todo el tiempo. Eres peligroso. Es peligroso estar contigo, estar aquí..." Me detuve en seco y miré frenéticamente alrededor de la habitación. Estoy temblando ahora, y cuando Draco se acerco a mi, las paredes parecen cerrarse.

"Belly, por favor..."

"¿Como salgo?"

"Te llevare a casa Belly, por favor escucha..."

"¡No!" retrocedí hasta un rincón, tan lejos de el como puedo. "No quiero... tu... no me toques. No pertenezco aquí, contigo, no puedo estar aquí."

Las lagrimas brillaban en los ojos de Draco.

"No me dejes, Belly."

"No debería estar contigo en primer lugar!" Grité y mi voz se quebró. Esto esta mal, muy mal. "Ni ahora, ni nunca, Draco... ¡Yo... yo nunca debí haberte amado!"

Se congeló en el acto. "No lo dices en serio" dijo Draco con su rostro pálido. "Belly, dime que no te refieres a eso..."

"Supongo que por eso no me respondiste." dije enojada. Aparté la mirada hacia la puerta, hacia la cama, hacia cualquier lugar menos el. "¿Demasiado ocupado siendo un mortifago?"

"No" Draco interrumpió, su tono roza la ofensa. "¡No quería ponerte en peligro! sabia que no era seguro para ti estar conmigo..."

"Que caballeroso."

"Así que pensé que seria mas fácil si me odiabas. Estaba destinado a hacerlo desde septiembre, pero cuando te vi en el tren ese día, no me atreví a ignorarte. Cuando... cuando tu padre murió y tu te fuiste, fue mas fácil..."

"Eso es genial" dije. Me siento rota. "Entonces fue bastante conveniente para ti, ¿verdad? Que mi padre muriera."

"Belly, no..." Draco dio un paso adelante e intento tomar mi mano, pero la aparto. "Belly, eso no es lo que quise decir, por favor..."

No podía soportar esto. Me di vuelta para no poder verlo mas. No quiero mirarlo.

"Tengo que irme." dije. "Creo que es mejor para los dos así."

DEAR DRACO (traduccion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora