Me desperté pocas horas después con fuertes golpes en la puerta de la habitación de Draco.
"Draco, ¿por que no vienes a desayunar? Te he llamado tantas... ¿por que tu puerta esta con candado?"
Draco se movió a mi lado. "Ya voy, madre" dijo, tan adormilado que me sorprende cuando ella se retira. Se giró para mirarme, una pequeña sonrisa ilumina su pálido rostro. "Buenos días."
"Necesitas cambiarte." le dije preocupada. "Cuando vean que todavía estas con la ropa de anoche-"
"De verdad estas preocupada por mi seguridad?" interrumpió, su sonrisa crece. "¿O solo es una excusa para verme mientras me cambio?"
Me sonrojé.
Sus ojos se iluminaron y besó mi frente. "Estaba pensando que podríamos ir a algún lado hoy. Ya sabes, porque nadie puede saber qué estas aquí. ¿Quizás a la playa?" sus ojos crecen esperanzados. "Conozco un lugar desierto, nadie nos vería-"
"No puedo." La sonrisa de Draco se desvaneció. "Lo siento." dije. "Pero vine aquí para salvar a Luna, no para paseos románticos en la playa."
"Bien." dijo brevemente, saliendo de la cama. "¿Como planeas empezar?"
"Bueno, no sin tu ayuda. Tu lo sabes. ¿Cuándo podemos ir a verla?"
Se encogió de hombros, me da la espalda y se quita la camisa para ponerse una limpia. Los músculos recorren su espalda desnuda. Cualquier bronceado existente se ha desvanecido desde la ultima vez que lo vi así; su piel esta mas pálida que nunca. Quiero estar allí para ver ese bronceado volver a crecer y desvanecerse durante el verano y el invierno en los año venideros.
Toqué con mi mano su espalda. "Lo siento. Un paseo suena maravilloso, de verdad. Pero cuanto mas tardo en ayudar a Luna, mas peligroso se vuelve."
"No hay problema. Seguramente esta en el sótano, como dije ayer. Es donde han puesto a los prisioneros antes y a menudo he oído hablar de ello. Ella es una adolecente, pero no me sorprendería que la metieran allí también. No podemos irnos ahora, pero intentaremos encontrar algo de tiempo durante la mañana. Hay una reunión a las cuatro de la que yo no soy parte. Todos se habrán ido menos nosotros, así que si no podemos ir por la mañana, definitivamente iremos a las cuatro. Te traeré algo para desayunar."
Solo unos minutos después de que Draco se ha ido, su puerta cruje al abrirse. Estoy apunto de saltar de la cama y esconderme debajo de ella, cuando veo su despeinado cabello rubio platinado una ola de alivio me invade.
Me quedo boquiabierta mientras el deposita el paquete en su cama: docenas de croissant, bollos y fruta de todo tipo. "¿Cuanto crees que como?"
"Quería estar preparado. Pero ya no importa. Mi madre me atrapo en mi camino de regreso. Ella sabe que estas aquí, y quieren verte."
Mi mandíbula cayó. "¿Quienes?"
"Ven." me ofreció su mano, me llevó al pasillo y baja las escaleras. Esto no va como esperaba. "No dejare que te lastimen."
Pero Draco esta claramente disgustado, y su estado de animo solo empeora cuando entramos a su cocina.
La habitación es amplia y lujosa: cada superficie esta revestida con vidrio espejado y mármol blanco reluciente, cada mostrador esta restregado a la perfección. Pero lo que me llama la atención son las personas que están en su interior: una cabeza de cabello largo, rubio platinado sin duda pertenece al padre de Draco, quien me fulmino con la mirada. Junto a el esta su esposa, Narcissa Malfoy, a quien he visto antes pero hoy se ve mucho mas... ¿nerviosa? ¿temerosa? Y de pie mas cerca de mi, con los ojos hundidos parpadeando dulcemente a través del enorme y enredado cabello negro, esta el famoso rostro de Bellatrix Lestrange. Quien sonrió.
Draco se aclara la garganta. "Ella es Isob-"
"Pansy." dije en voz alta, lanzándole una mirada ansiosa. "Soy Pansy Parkinson."
Draco puso los ojos en blanco. "Ellos saben quien eres. Colagusano les dijo." Bajó la voz. "Podrías haberme dicho que trataste de golpearlo."
El hombre de ojos saltones me frunció el ceño desde un rincón, con una venda en la cabeza. Podría reírme si no estuviera bajo la aterradora mirada de Bellatrix Lestrange.
"La hija de Richard Young." dijo Bellatrix. "Buen trabajo, Draco. Mantienes a tus enemigos cerca. Me gusta.
"¿Podría retirarse, señorita Young? Me gustaría hablar con mi hijo." dijo Lucius.
Miré a Draco en busca de aprobación y el asiente con la cabeza. Me aparté y Draco se inclina imperceptiblemente hacia mi, desliza algo en mi mano y susurra; "Ve ahora. Gira a la izquierda y baja las escaleras."
Con el corazón latiendo rápidamente, salí de la habitación. Una vez que me pierdo de su vista, me escabullo hacia la izquierda, alejando de mi mente la desconcertante perspectiva de ser atrapada por Bellatrix. Tengo que entrecerrar los ojos antes de ver la escalera, escondida en las sombras del pasillo. Los escalones son empinados y estrechos, pero los bajé antes de que pudiera preocuparme por caer, abrí la mano y, a mi pesar, sonreí ante la llave que Draco ha logrado robar para mi."
La puerta del sótano es gruesa y pesada, y me estremezco ante el fuerte ruido cuando la abro. Escucho débilmente la voz de Draco que se eleva desde la cocina, sin duda tratando de ahoga cualquier sonido que yo haga.
"¿Luna?" susurré. El sótano esta húmedo, mal ventilado y huele a podrido.
"¿Isobel? ¿Eres tu?"
A medida que avanzo hacia su voz, el rostro de Luna se vuelve visible desde una sombra en un rincón oscuro, acurrucada junto un anciano, con una escasa jarra de agua entre ellos. Su ropa esta rota y sucia.
"Hola. No te han atrapado también, ¿verdad?"
"No..." Le susurré. Un nudo esta creciendo en mi garganta. Esto es inhumano. "¿Te sientes bien?"
"Estoy bien. ¿Tienes algo de comer?"
Toco mis bolsillos, mi corazón se hunde. "Lo siento mucho." digo, conteniendo las lagrimas. "Draco tenia montones... no creerías... regresare mas tarde. Entonces te traeré comida, ¿de acuerdo?"
Luna sonrió. "No te preocupes por mi. Pero el estomago del señor Ollivander ha estado gruñendo todo el día."
"Señor Ollivander, Encantada de...verlo. Realmente no. Aquí no. Lamento que esté encerrado y yo estoy perfectamente bien."
Ollivander apoyo la cabeza sobre la pared, los ojos cerrados. Es evidente que esta débil. "Me encantaría un croissant." el murmuró.
"Te traeré mas croissants de los que puedes imaginar. Luna, de hecho vine aquí para... para tratar de sacarte de aquí..."
"Eso podría ser difícil." dijo Luna, como si leyera mi mente. "Es un pensamiento encantador, pero no estoy segura de que funcione. Estas personas son horribles." ella sonrió de nuevo. "Pero no me importaría un croissant, si estas ofreciendo."
"¿Pero que se supone que debo hacer?" dije con la voz temblorosa. "No puedo dejarte aquí. ¿Alguno de ustedes esta herido? Tal vez pueda traerles vendas."
"No te preocupes." dijo Luna amablemente. "No estamos heridos, solo tenemos hambre."
Antes de que pueda responder, Draco aparece a mi lado. Sus ojos se deslizan brevemente hacia Luna y Ollivander, pero aparte la mirada casi de inmediato, la vergüenza brilla en sus ojos.
"Tenemos que irnos. Dile a mis padres que te perdiste, di que estabas admirando las obras de arte o algo así."
Agarré la mano de Luna. "Dime como podemos ayudarte. Draco tiene comida, agua... y volveremos en unas horas, ¿verdad Draco?"
Pero el ya esta en la puerta, de espaldas a nosotros. "Tenemos que irnos, Isobel."
"Isobel, estaremos bien." dijo Luna suavemente.
Con lagrimas en los ojos, me pare y seguí a Draco fuera de la pesada puerta, dejando a Luna y Ollivander solos en la oscuridad.
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DEAR DRACO (traduccion)
Randomesta historia no me pertenece, esta historia es de @malfoyuh yo solo la estoy traduciendo para esas personas que no entienden mucho inglesdr