treinta y uno

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Después de un año y medio estando separados, Draco y yo tenemos mucho que ponernos al día. En las largas horas que pasamos en aquella aula vacía, apenas y deje de asomar a la superficie todas las cosas que quiero decir y preguntar. Pero antes de que nos demos cuenta, el cielo esta oscuro como boca de lobo y nos hemos perdido la cena por horas, y el me esta dando un beso de buenas noches y prometiéndome que mañana será un día mejor.

Tengo mucho que contarle. Pero  hay muchas cosas que no le digo, porque me siento avergonzada, culpable e indigna de su amor.  No le dije que esa noche, Neville y Ginny todavía estaban despiertos, esperándome en la sala común. No le digo como tratan de convencerme de que no o haga, como en innumerables ocasiones anteriores. No le digo como finalmente me mantengo firme y les digo que puedo amar a quien yo quiera amar. No le digo la vergüenza que arde en mi corazón, tuve dos años para defenderme a mi y a Draco, y solo lo estoy haciendo ahora.

Los días pasan en una amalgama de sonrisas cansadas a través de las mesas de la biblioteca y Draco envuelve su bufanda alrededor de mi cuello en los días ventosos de invierno, de libros polvorientos mientras nos apresuramos para los exámenes que pronto estaremos presentando, si la escuela no ha sido destruida antes. Luego de los besos hambrientos de dos personas que se han extrañado como locas, de apartar mis ojos cada vez que Draco se arremanga inconscientemente la manga de su antebrazo izquierdo. Pero aunque estemos pretendiendo conscientemente que todo esta bien; fingir que no somos fantasmas de la gente que una vez fuimos; Estoy mas feliz de lo que he estado en meses. Definitivamente todo o esta bien, pero con Draco a mi lado, seguro que se siente así.

Esto es lo que repite cuando le señalo campanillas que florecen cerca de las grietas del gran lago; susurros de primavera.

"Las cosas están mejorando." dijo. "El mundo lo sabe."

Me acosté de espaldas, entrecerrando los ojos ante el sol de febrero. "¿Eso crees?"

"Lo se."

Una brisa fría golpea mis mejillas. Estamos acostados en una orilla junto al gran lago, y como somos las únicas personas alrededor, el único otro sonido es el débil y alegre gorjeo de un par de pájaros cercanos.

"Lamento no haber escuchado." dije. "Esa noche después... después de la torre de astronomía. Podría haberlo entendido, podríamos haber pasado mucho mas tiempo juntos..."

Vi la boca de Draco inclinarse en una sonrisa triste. "Me alegra un poco, para ser honesto." dijo. "Te quería allí, obviamente, pero sigo pensando que el que me odies era la excusa perfecta para mantenerte alejada de mi. Para mantenerte a salvo.

Empecé a dibujar con mis manos en patrones a lo largo de la hierba. 

"Siempre estas tratando de mantenerme tan malditamente segura, Draco. Soy perfectamente capaz-"

"Lo se, lo se." dijo Draco. "Puedes cuidarte, blah, blah, blah." Se inclinó sobre mi, sonriendo.

La hierba que tengo bajo las yemas de los dedos es de un verde intenso, saturada, sana y fría por las precipitaciones invernales, pero apenas puedo sentirla, ya que todos mis sentidos están concentrados en el.

Intento memorizarlo: el color intenso en sus ojos; las arrugas en las esquinas de sus labios cuando sonríe. La forma en que el sol se mueve como el; entrando y saliendo detrás de el; la luz atravesando se cabello  revelando docenas de tonos en el rubio y blanco, y a través de sus largas y rubias pestañas mientras parpadea.

"Soy una idiota." dije en voz alta. "Podría haber recuperado esto, a ti, hace tanto tiempo, pero era demasiado terca para ver mis propios errores."

Draco se apoyo en su codo. "¿Que errores?" 

"Dudé de ti. Empecé a asociarte con todos los estereotipos que he conocido de los mortifagos. En lugar de confiar en el chico que conocía. Al igual que dudaba de mi padre. No se por que te gusto."

Sentí un beso en la mandíbula. "Porque eres valiente."

"No tienes que responder."

Besó mi pómulo. "Y eres amable y divertida." luego, besó mi frente. "Y eres tierna cuando estas enojada."

"Eres muy cursi."

Draco pinchó mi nariz "Y finalmente, porque eres la doncella mas hermosa de toda la tierra."

Me reí, y el también, envolviendo sus dedos en los míos mientras ríe.

"Cuando esto termine" dijo Draco. "Huiremos. A una cabaña, en algún lugar desconocido y solitario. Te gusta el mar, ¿verdad?" Asentí silenciosamente. "Entonces iremos al mar." continuó con decisión. "Y viviremos en una pequeña cabaña. Iremos a la playa y construiremos castillos de arena y respiraremos aire salado todo el día. Olvidaremos a toda la gente que alguna vez nos dijo que no."

Sonreí, impresionada por su esperanza, pero no puedo alejar el sentimiento molesto. ¿Y si ese día nunca llega?

"¿No suena increíble?" preguntó cuando no respondí. "Seremos tan felices."

"Estoy feliz ahora mismo."

"¿Por que no quieres pensar en el futuro?"

"No he dicho eso." respondí lentamente. Pero Draco tiene razón y yo se la respuesta: el cree que el mundo esta mejorando, mientras yo creo que se esta rompiendo.

No le digo esto. Este lado feliz de el es uno que no he visto en mucho tiempo. Decirle que espero que la escuela arda en llamas en cualquier segundo solo la aplastaría.

"Mejor cuéntame sobre la cabaña."

Draco habló como si no hubiera hablado con otra persona en años, y habla de una casa que esta cubierta de cojines, mantas y ventanas enormes donde podemos sentarnos y ver la lluvia, y el puede leer y yo pueda escribir y somos las únicas personas en kilómetros. Saldremos a caminar por la orilla del mar por la noche, observando como el sol se sumerge bajo el horizonte azul marino y dormiremos en la cama mas grande y suave que podamos imaginar. Habla y habla, y traza pequeñas imagines en mi brazo de una pareja bailando en una playa iluminada por la luna, sin hablar con nadie mas que el uno con el otro durante el resto de nuestras vidas; solo nosotros dos hasta que seamos viejos y frágiles.

DEAR DRACO (traduccion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora