siete

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Por mucho que adore la Navidad, lo único que temo cada temporada festiva es a la fiesta de Navidad anual que lanza el ministerio de magia. Un grupo de compañeros de trabajo se presentan, generalmente en un hotel elegante y usan la fiesta como excusa para emborracharse y olvidar el peso de su trabajo. Y, por supuesto, arrastran  sus hijos con ellos. Hay empleados del ministerio que esquivan con avidez la fiesta, podría ser algo tolerable si Ron y Ginny estuvieran aqui - Pero mis padre, particularmente mi papá, quien trabaja en el departamento de seguridad, lo ve como un un ritual Navideño. Normalmente me la paso con Susan Bones, una tímida chica de Hufflepuff, cuya tía es trabajadora del ministerio. Este año sin embargo, para mi mayor consternación he sido informada, que Susan Bones esta en su cama con gripe. Desearía estar en la cama con gripe ahora mismo.

Así que, cuando llegue, no tenía ni idea de que hacer para pasar la noche. Estaba parada, sola en la esquina de la habitación, la cual estaba lujosamente decorada con coronas y árboles navideños. Las luces eran nauseabundamente brillantes y el aire se sentía pesado. La música estaba alta, realmente alta. Casi tan alta como la vez que Hermione me llevó a un concierto muggle y estábamos exageradamente cerca del parlante. Excepto que acá no había parlante, y tampoco había ninguna manera de alejarse de la fuerte música clásica.

Pero dos horas después, y unas cuantas bebidas coloridas, la habitación se ve más linda y yo empezaba a marearme. "El último," le dije al chico que estaba en las barras de bebidas, cuyo nombre he olvidado pero me había echo amiga de el esa noche. El chico era laguirucho, como de unos 18 años, quien probablemente me a dejado acompañarlo ya que soy su única fuente de entretenimiento en aquella aburrida fiesta, pero me dejaba beber del ponche de los adultos, así que estaba bien.

"Eso se ve alarmantemente brillante," dijo una voz detrás de mi.

Me di la vuelta. Malfoy se encorva detrás de mi con las manos en los bolsillos. Se puede ver claramente que esta enojado, pero con esa camisa elegante, tengo que admitir que se ve EXTREMADAMENTE guapo.

"Malfoy" dije felizmente. "Es bueno verte de nuevo. Estas siguiendome?"

Bajo las llamativas y parpadeantes luces navideñas, juré haber visto como las esquinas de los labios de Draco se elevaban creando una pequeña sonrisa. "No te preocupes, Belly. no estoy tan enamorado de ti."

Me voltee hacia el chico del ponche con una expresión feliz ena mi cara. "Escuchaste eso? Esta enamorado de mi."

Cuando voltee nuevamente hacia Draco, pude verlo observando fijamente mi vaso de ponche. "Estoy bromeando. De todos modos que alegría verte. Feliz Nvidad. Estas teniendo una bonita Navidad? Yo también. Bueno, supongo." Suspire. "Quieres ir al techo? Me dijieron que tiene una vista muy bonita. Stephen aquí-"

"Es Stefan-"

"-sabe todos los secretos de este lugar," le guiñé el ojo al chico del ponche. " pero el dice que no puedo subir sola porque esta muy alto. Te gustaría ser mi acompañante?"

"No particularmente" respondió Draco casualmente. Se volteó a ver las mesas vacías con desdén. Sus ojos viajaron a mi vaso suavemente. "Donde están tus padres?"

"Te importa?" Pregunte, Acercandome a el, inclinandome sobre su cuerpo. "Quieres meterme en problemas? ¿Que pasó con tu exesiva amabilidad?" Pregunte sin obtener respuesta. "Esta bien." Dije, mientras me bajaba de la silla, caminando a la puerta más cercana. "Iré al techo sola."

Voy por la mitad de las escaleras que encontre - las cuales han de seguir al techo. Se escucharon pasos detrás de mi. "Ah, Malfoy." Dije deleitada. El se detuvo pocos pasos detrás de mi, y fue cuando pude observar su traje completo, se veía realmente guapo. "Mi caballero de brillante armadura" dije sarcásticamente. "Vienes a protegerme?"

DEAR DRACO (traduccion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora