79 (Final)

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Carla se encontraba sentada con su laptop en una mesa en el patio de la casa, estaba concentrada revisando unas cifras mientras conversaba por altavoz con Valerio, pero la ruidosa conversación de Samuel y Roberto, su chofer, desviaron su atención, cargaban bolsas llenas de pintura, lápices, pinceles, marcadores, crayones, lienzos de diferentes tamaños, las cuatro manos no eran suficientes.

C: "Te llamo en un momento Valerio" – dijo colgando la llamada y sonriendo al ver como entre los dos intentaban balancear un caballete.

S: "Hola" – dijo pasando de largo sin siquiera voltear a verla.

R: "Buenas tardes señorita Carla" – dijo de la misma forma Roberto. Carla solamente los siguió con la mirada mientras armaban el caballete bajo la sombra de un gran almendro que adornaba la propiedad. Caminó lentamente hacia ellos cuando terminaron de colocar todo en el suelo.

C: "¿Te divertiste?" – preguntó observando todas las cosas que había comprado, al parecer había sido como un niño en una juguetería, la cuenta debía ser inmensa, pero poco le importaba, la sonrisa de Samuel y el entusiasmo en su mirada valía cada centavo.

S: "¿Tú que crees?" dijo divertido y con una amplia sonrisa que hizo saltar el corazón de la rubia, saber que estaba tan entusiasmado por algo luego de todo lo que había pasado era algo que la hacía sentir tranquila y confiada en que todas las cosas estaban mejorando.

C: "Le pediré a Eva que traiga un poco de limonada" dijo mientras caminaba hacia adentro de la casa.

...

Samuel se sentó en un banco dándole la espalda a Carla que seguía sumergida en la pantalla de su portátil, se había tomado muchos días cuidando a Samuel y tenía trabajo atrasado, pero la tranquilidad del lugar y saber que él cada día estaba mejor le permitían avanzar a grandes pasos para ponerse al día.

De vez en cuando ella levantaba la vista para observarlo, estaba muy concentrado con una jarra de limonada y un racimo de uvas que iba comiendo de una en una mientras deslizaba suavemente el pincel en el lienzo, verlo trabajar era exquisito, por momentos detenía el movimiento del pincel y fijaba la vista en las parras como queriendo grabar en su memoria los detalles que plasmaría en el lienzo.

Los minutos pasaban y pasaban y la curiosidad de la rubia crecía y crecía, era una relación de uno a uno, en la que el tiempo acrecentaba sus ganas de ver lo que Samuel pintaba, su espalda tapaba el lienzo así que ella no lograba alcanzar a ver nada de la obra, solo lo veía colocar pintura en la paleta para luego deslizar el pincel sobre el blanco lienzo.

C: "¡Vaya! Es hermoso" – dijo acercándose por detrás.

S: "Así que no aguantaste las ganas de ver ¿eh?" – respondió divertido, había sentido la mirada de Carla todo el tiempo.

C: "¿Puedes culparme?"

S: "¿De verdad te gusta?" – preguntó con recelo, nunca había hecho algo tan elaborado, sus obras eran hojas de papel que colgaban de las paredes de su habitación, pero jamás un óleo, pero al parecer el castaño tenía una habilidad nata por la pintura.

C: "Lo digo en serio Samuel, es hermoso" – dijo mientras apoyaba su barbilla en el hombro de Samuel y envolvía sus brazos, haciendo descansar las manos sobre su pecho. "Eres muy talentoso" – afirmó.

S: "Supongo que no está mal para ser la primera vez"

C: "Talentoso y engreído... tienes todo lo que un artista necesita" – dijo divertida, provocando también una sonrisa en Samuel.

S: "Me gusta aquí, me gusta el silencio y el paisaje" – afirmó mientras atraía a Carla hacia él, colocándola entre sus piernas, el seguía sentado en el alto banco y ella de pie entrelazando las manos en el cuello de Samuel. "Los paisajes son diferentes pero la quietud es como la del desierto" – siguió desviando su mirada hacia el horizonte.

De la guerra y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora