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Samuel esperaba con ansias la videollamada de Nano y su madre, al llegar a su apartamento lo primero que hizo fue darse una ducha y prepararse un café pues quería eliminar el alcohol de su sistema, Omar se había ido directo a la cama, ese lunes había descansado de su trabajo en el bar pues le debían unas horas extras que había hecho la semana anterior.

Conectó su laptop en la mesa del comedor y esperó pacientemente hasta que al fin pudieron conectarse, el primer rostro en aparecer fue el de Pilar, quien dio un grito de emoción al ver a su pequeño por la pantalla.

P: "Hola cariño, ¿cómo estás?, ¿has comido ya?, ¿cómo está Omar?

S: "Mamá una cosa a la vez que hasta ya he olvidado la primer pregunta" - Pilar sonrió con ternura

P: "Lo siento mi amor, es que te echo tanto de menos"

S: "Y yo a ti, ¿y Nano?"

P: "En un momento viene, está terminando de convencer a Farah para que te conozca"

S: "¿Farah?"

P: "Ya verás, te caerá muy bien, es muy agradable, además de inteligente y bonita"

S: "Si te agrada a ti, me agrada a mí, siempre he pensado que tienes el don de juzgar bien a las personas"

P: "No exageres Samu, que a veces también me equivoco"

Así siguieron conversando, aunque más parecía un interrogatorio, pues Pilar no dejaba de preguntarle a Samuel por cada pequeña cosa, que si había ya pagado el recibo de luz, si estaban sacando la basura a tiempo, cómo iban las clases, si dormía y comía bien y cientos de cosas más, Samuel sonreía y respondía pacientemente y con brillo en los ojos cada cosa que su madre preguntaba, ciertamente era el pequeño de mamá, y aunque algunas veces parecía que era Samuel el adulto en casa no podía negar que su madre era una mujer dedicada y cariñosa.

N: "Hola hermanito, que tal todo en Madrid, que cuenta pijolandia"

S: "Hola tío, ya eres musulmán como Omar?" - ambos reían mientras Pilar los observaba feliz

N: "Ella es Farah y no estamos en Marruecos Samu, estamos en Francia" - Soltó Nano sin filtro alguno, mientras que Farah se acercaba a la pantalla para ver a Samuel, Nano y Pilar veían a Samuel esperando su reacción.

S: "¿Francia?, ¿pero qué dices?

F: "Hola Samuel, es un gusto por fin conocerte, Nano y Pilar me han contado mucho de ti" - Dijo Farah con algo de nerviosismo, pues Nano y Pilar le habían dicho que Samuel era bastante serio, un hueso duro de roer.

S: "Hola, mucho gusto" - Respondió cortante y con una expresión de extrañeza

P: "Verás cariño, no habíamos podido decirte pues salimos de Marruecos de forma apresurada, ya sabrás que la situación allá con los rumores de guerra era un poco estresante y Farah y su familia han sido muy amables en recibirnos aquí en Francia, incluso ya tenemos trabajo" - Ya que Farah llevaba tiempo haciendo las gestiones para su mudanza había logrado encontrar un empleo en un bar para Nano y en la cafetería de un hospital para Pilar.

S: "Pero están bien? Qué ha pasado para que hayan decidido viajar tan rápido?"

F: "Nada de lo que debas alarmarte Samuel, sin embargo, quisimos tomar todas las precauciones antes de que cualquier cosa pase, sé que no me conoces pero te aseguro que tu madre y hermano están bien, mi familia y yo estamos encantados de tenerlos aquí" - Intervino Farah para calmar a un desconfiado y alterado Samuel.

Así siguieron conversando por bastante tiempo, ciertamente Farah era agradable y se podía ver sinceridad en ella, además se veía que quería mucho a Nano y apreciaba a Pilar, en ese momento uno de los familiares de Farah entró de golpe y en un perfecto francés le indicó a Farah que debía encender el televisor y sintonizar el noticiero.

Lo que tanto habían temido, "Estalla la guerra" era el titular en el noticiero, España había lanzado un ataque a Marruecos y había desplegado fuerzas militares en el territorio musulmán, Samuel miraba confundido la escena, igual que Pilar y Nano, pues solo escuchaban palabras en francés, aunque la expresión preocupada de Farah y de su primo, quien era el que había irrumpido en la sala dejaba ver que algo andaba mal.

Farah se volteó y comenzó a explicarles lo que sucedía, Samuel corrió a la sala con su laptop abierta en la mano y encendió el televisor.

S: "Omar, despierta tío" - gritó desde la sala y un Omar adormecido y vestido solo con un pantalón de dormir apareció quejándose por los gritos de su amigo, pero al ver las imágenes en la televisión dejó las quejas.

O: "No me jodas Samu" - dijo sin poder creer lo que sus ojos veían y sus oídos escuchaban

P: "Hemos dejado Marruecos justo a tiempo" dijo Pilar con un tono consternado mientras que solo el sonido de los noticieros invadía ambas salas.

De la guerra y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora