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C: "¿Puedo pasar?" - preguntó Carla luego de insistentemente tocar la puerta de la habitación de Beatriz

B: "Claro cariño, ¿pero que pasa Carla?"

C: "Lo siento, no quería importunarte, solo necesito saber, ¿has logrado algo?" - Los ojos de Carla estaban llenos de lágrimas y sus manos temblaban, Beatriz lo notó inmediatamente y comprendió lo que estaba sucediendo.

B: "Lo han reclutado cierto"

C: "Dime que hay algo que podamos hacer aún?"

B: "Carla, te lo dije desde el principio, puedo tratar pero no puedo asegurar nada"

C: "Pues trata, trata hasta el cansancio mamá"- no fue una solicitud, fue una plegaria, Carla lloraba desconsoladamente arrodillada frente a su madre, su cabeza descansaba en su regazo y se aferraba fuertemente a sus piernas, como una niña pequeña haciendo un berrinche, Beatriz solo acariciaba con suavidad el rubio cabello de su hija y trataba de consolarla.

B: "Lo haré cariño, lo haré"

...

Para Omar las cosas eran bastante diferentes, unos formularios, uniforme y listo, no había nada más, el oficial a cargo lo dirigió a un cuarto de control, le colocó unos audífonos y le indicó que debía traducir al español todo lo que escuchara, además había tenido que firmar un contrato de confidencialidad, nada de lo que escuchara podía ser revelado, la habitación era bastante similar a la que Samuel ocuparía, con la diferencia que Omar podría salir todos los domingos.

...

Para el resto de los chicos, la vida seguía, todos estaban consternados con las últimas noticias, pero no había nada más que hacer, las clases se reanudarían, aunque algunos, como Omar y Samuel ya no asistirían, un doloroso silencio envolvía las aulas, el aire era pesado y cada cuanto alguien rompía en llanto, un amigo, un hermano, un novio, estaba engrosando las filas del ejército español.

....

El vuelo de Guzmán fue largo, casi interminable, aún no se enteraba de nada pues recientemente había aterrizado, lo primero que pasó por su mente fue Nadia, pues estaba pisando tierras americanas, cuando quitó el modo de vuelo de su móvil, observó decenas de llamadas perdidas de todos sus amigos, además de interminables mensajes, empezó a leerlos uno a uno, hasta encontrar aquel en donde le informaban que su amigo no había corrido con tanta suerte como él.

De la guerra y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora