Capitulo 26.

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Lilith anunció su entrada con algunas palabras como se organizó según el ensayo y entonces fue el momento en el que las luces se pusieron rojas y tenues para darle la bienvenida, vestido con temática egipcia esperó el momento justo después de poner un poco de tención y salió  al escenario dándole la espalda al público mientras jugaba con movimientos delicados al ritmo de una música extranjera. Su antifaz había sido remplazado por uno dorado y sobre su cabeza los cabellos rojizos no se lograban ver gracias a la peluca negra y las joyas doradas que le hacía ver completamente distinto a lo acostumbrado.

En cuanto dió media vuelta y mientras seguía su coreografía, pudo distinguir en primera fila a su más fiel seguidor, Adam Lambert, trae una vestimenta en un color vino tinto y un corte de cabello diferente, Axl siempre pensó que su aspecto lo hacía ver demasiado imponente, incluso daba un poco de miedo, pero dejó de pensar en ello para quitar una de las telas de su cuerpo para ir descubriéndose de a pocos y por supuesto que obtuvo reacciones por su acto y en especial de Mr. Amitbert quien se veía realmente divertido con su presencia.

Fue  cuestión de un lapso corto para que quedara completamente desnudo frente al público, pero manteniendo la curiosidad por su cuerpo, el demonio no permite que nadie vea su parte íntima y como ayuda, algunas telas se deslizan desde la parte superior del escenario y le dejan incomunicado con las personas quienes empiezan a hacer bullicio al notar que aún no termina, las luces se ponen desde atrás de su anatomía y entonces se refleja su sombra en el blanco telón y al desnudo comienza a hacer más movimientos para provocar.

Cuando baja del escenario escucha un ruido de gritos y algunas obscenidades que ignora olímpicamente para vestirse y seguír con su noche de pesadumbre, toma algunos tragos en su camerino antes de enviar a alguien por aquel hombre y sube las escaleras para ir a la habitación en la que decidió citarlo. Se encuentra dando vueltas en el lugar mientras la música está por volverlo loco, no hay duda de que lo único que quiere hacer es salir del maldito lugar y no volver en su vida, entonces, se acercó a una de las ventanas porque caminar en círculos empezó a darle mareos, puso sus codos sobre el marco y la cara en sus manos para subir la vista, desde su posición observó el firmamento oscuro adornado con una diminuta luna desolada, tanto o más que el; y con el vuelco que dió su corazón, fue inevitable ignorar el recuerdo de aquella mujer llena de calidez y amor que le observa con los ojos llenos de vida y juventud.

—Prometeme por la luna que cumplirás todos tus sueños y que nunca abandonaras tu razón— Su tono estaba lleno de dulzura y gracia maternal y éso causó una sonrisa infantil y un asentimiento.

—Te lo prometo, pero tú prometeme por la luna que estarás aquí siempre.

—Lo prometo.

Pero ya no está. Y entonces, todas las palabras quedaron en habladurías lejanas que resuenan en su cabeza cada vez que los recuerdos resguardados quieren ver un poco de luz; ahora, está haciendo más de lo que puede soportar y ella ya no está para darle las sonrisas y palabras dulces que le llenaban de fuerza y valentia inexplicable. No está para rendirle cuentas y hacerle ver que no está haciendo bien, no está y por ello ha deshecho su vida, para recomponerse y conseguir algo, pero el precio está haciéndose inaccesible.

No deberías prometer cosas que no vas a poder cumplir— Susurró para él, para ella y lo que quedan de sus memorias, para su alma unida a otra vida o a la misma muerte —Nunca debiste.

¿Magnus?— Aquella voz que reconoció como torturante alguna vez, hoy no es más que una suave caricia en su ajetreado corazón.

El aludido dió media vuelta con una sonrisa de confianza, podía tenerla, después de todo él no ha he hecho más que hacer llevadero su infierno.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞; 𝐊𝐮𝐫𝐭𝐚𝐱𝐥. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora