Capítulo 19.

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La mañana del sábado era radiante y colorida, como si de alguna manera lograra conectarse con sus sentimientos, el pasto y los árboles parecen más  verdes, las aves cantan con más alegría,  las mariposas se multiplicaron y el firmamento luce tan azul como los ojos de Kurt; aunque, en realidad no es cosa del universo, si no de su visión, no le suele poner atención más que a su tristeza, pero hoy no es así. Hoy Axl despertó en los brazos de Kurt y desde el momento en el que se encontró con la escena, empezó a sonreír por algún tipo de inercia.

Cobain no despertó al mismo momento que él, por lo que el pelirrojo tuvo unos minutos para observarlo de cerca y sorprenderse por el cambio que la noche anterior, debido a la oscuridad, no había notado. Kurt ya no era rubio, ahora su cabello se tornaba en una vibrante explosión de colores, en tonos rojos y púrpuras.

Axl tomó un mechón y sonrió lleno de sorpresa, se le veía bien.

En el momento en el que Kurt abrió los ojos, se encontró con Axl sentado encima suyo y la cámara de su celular apuntando en su dirección, estaba demásiado confundido para reaccionar, notó la sonrisa de su roomie y entonces tapó su rostro sonrojado.

—¡¿Por qué?!— Reclamó mientras Axl intentaba separar las manos adheridas a su cara.

—Te ves muy bonito.

Kurt rió sin gracia <<¿Quien se ve bonito cuando duerme?>>; la situación era nueva y extraña, apenas despertaba y ya estaba jugando y riendo como un niño pequeño mientras Axl se negaba rotundamente a borrar las fotografías que había logrado tomarle y a cambio le hacía cosquillas en un intento por hacerlo olvidar el tema.

—Lo siento— Musitó Kurt con algo de color en sus mejillas, sus manos habían llegado a donde no debían y por alguna razón éso le hizo sentir mucha vergüenza. Axl, por el contrario sólo se burló de su reacción y se acercó a su boca para darle un pequeño beso.

Mientras lo besaba imaginó como se sentiría estar con alguien por un sentimiento mutuo de cariño y se llenó de curiosidad al sentir la delicadeza con la que Kurt tocaba su boca, ¿se supone que sentir amor cambiaría las cosas?

Las heridas de su cuerpo ya habían sanado lo suficiente y no dolían como antes, era el único impedimento, porque a parte de éso no hay nada más, ambos se gustan, aúnque no se lo hayan dicho y no tienen relaciones interpersonales de importancia ¿Entonces qué podría detenerlos?

Cobain lo observó con intriga en cuanto sintió sus manos inquietas deshaciéndose de su ropa y Rose pensó que lo detendría en el momento, sin embargo no lo hizo y sólo alzo medianamente sus brazos para que pudiera deslizar su camisón.

—Tú... Quieres hacerlo ¿verdad?— Le interrogó Axl sin apartar su mirada, no quería hacerlo sentir obligado porque reconocía ésa sensación como desagradable y definitivamente no quería nada de éso para Kurt —No quieres, está bien— Había un poco de decepción en su voz, pero logró recomponerse y actuar más consciente, el debía aceptar su decisión.

—Axl, cuando dije que no era gay no te mentí— Puso unos mechones de cabello detrás de su oreja y entre una sonrisa nerviosa continuó —No creí serlo hasta que me hiciste verte y entonces... creo que soy bisexual... tal vez. No sé— Rose se burló con gracia, no se esperaba ésa respuesta —Y claro que me gustaría hacerlo, pero tengo miedo de que me... me duela mucho, ya sabes.

—No te dolerá si eres tú el activo— Fue la única respuesta que pudo dar, después de terminar sus palabras, Kurt se acercó con timidez y empezó por besar su boca antes que nada.

Rose decidió cerrar sus ojos y entregarse a las sensaciones placenteras que recorrían su cuerpo al sentir cada caricia que el cuerpo y la presencia de su amante le regalaban con tanto ahínco, el amor cambia mucho las cosas.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞; 𝐊𝐮𝐫𝐭𝐚𝐱𝐥. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora