Capítulo 10.

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Aquella flor que lucía siempre vigorosa y colorida, justo ahora, estaba marchitandose y quedándose sin brillo. Taciturna,  dibujando un lívido de muerte en la profundidad de sus ojeras, en un silencio íntimo persistente.

Cada vez eran más fuertes las súplicas que retumbaban desde el encierro en algún lugar de su corazón, quizás podría encontrar un nuevo lugar en sus brazos. Axl no necesitaba palabras para saber que Kurt estaría dispuesto a darle un poco de su luz, había visto todo en sus ojos oceánicos y estaba seguro de que nunca encontraría tanta sinceridad, ternura y resignación como en ésa mirada.

Kurt no le gusta y está seguro de ello, pero le gustó sentirse seguro y amado a su lado, se enamoró de esa calidez y dulzura con la que lo abrazaba, se quedó prendado de la pureza y bondad que alberga su corazón.

La última vez que sintió éso con alguien, fue en otra vida, porque en la que lleva ahora, mantiene el recuerdo de cada una de las lágrimas que rebeldes se escapaban de sus orbes esmeralda para mostrarlo débil,  humillado y humano. Cada historia corta, terminó en un sufrimiento inagotable, como si estuviera pagando un duro karma merecido, sólo que el nunca hizo algo para ganar tanta desdicha.

Y ahora, aún sigue siendo débil y desgraciado, encerrado entre las cuatro paredes físicas que le dotan un poco de complicidad, acabando su juventud con cada minuto que se resguarda mientras llora y tapa su cara avergonzado. Si los objetos que le rodean pudieran sentir, seguramente el único sentimiento que resguardarian sería el de compasión por el pobre y desdichado Axl Rose. Le han visto lleno de tristeza y desesperación, golpeándose y maldiciendose a cada oportunidad, refugiándose en si mismo,  solo y con sus pensamientos —que lo único que hacen, es hundirlo más—, escondiendose de la lluvia y de las personas, convirtiéndose en ermitaño según la estación, muriendo noche a noche y rogando por un día mejor.

Aún con toda la oscuridad que lo rodea, manteniéndose firme y gobernando sus actos en absoluto, mostrando que el destino no se adueñara de su vida para conseguir su leyenda personal. Axl es cociente de todo, aún entre su caos. Así como también conoce la cura a su enfermedad; es todo tan sencillo y simplificado... bueno, en palabras todo lo es, porque cuando queremos trasladar la teoría a la práctica es complicado, las líneas no advirtieron de las posibles resultados alternos a nuestro deseo, sin embargo, ahí está, esperando por conseguir éso algún día, para luego recoger partes rotas de su alma y cuando ponga todo en su lugar, tener una clase de renacer.

¿Y si es conciente de preferir manejar el camino a una muerte lenta y dolorosa?, entonces ¿Por qué ahora corre buscando esos brazos que hace unas horas lo levantaron del piso para llevarlo a un lugar seguro?, y no estamos hablando de su habitación, si no de su presencia, porque realmente es lo que ancía en éste momento, sentirse seguro, amado y confortado. Aunque mañana busque otra cosa, pero entonces, ése será otro día con una historia diferente.

Está todo en silencio, ni siquiera tiene la noción del tiempo, pero con todos los sucesos deduce que es de madrugada y por ello, todo el vecindario parece dormir, y es lo que él, como persona normal que sigue una rutina, debería hacer, pero con tanto tiempo de llevar una vida más nocturna que otra cosa, ya se atreve a aceptar que las aventuras más emocionantes, ocurren cuando la luna está en el firmamento.

Rose no es alguien de paciencia, él sólo abrió la puerta de la habitación de su roomie y entró como si fuera suya. Kurt estaba leyendo mientras adoptaba una posición, que a su vista, no le parece muy cómoda; es el mismo libro de hace algunas horas, pero ahora ya está entre sus últimas paginas y está tan metido entre esas lineas que ni siquiera se dió cuenta de que el pelirrojo estaba frente suyo y arrepientiendose de sus decisiones precipitadas.

Y entonces, cuando el muchacho intentaba escabullirse a la salida, notó que Kurt está llorando en silencio, se sintió indeciso y en su descuido chocó contra la pared encendiendo la luz como resultado.

Ésa sensación fue completamente nueva, el azul de sus ojos parecía congelar todos sus movimientos y por un momento no supo que decir o hacer, estaba volcando en un fuerte golpe con la magia eléctrica que ésa mirada le proporcionaba. Hundido en el miedo, por vez primera experimentando un ápice de sumisión al ver sus delicadas facciones representando una tristeza oscura, como sus horas desoladas.

Quiso huir antes de que pudiera quedar atrapado junto al extraño ser que tenía por compañero de departamento, pero entonces, se vió ignorando sus débiles ideas, para seguir su corazón, y de ésa forma, apagó la luz y se acercó a donde reposaba el alma infestada del muchacho, le abrazó y adoptó una posición cómoda a su lado; ninguno necesitó palabras para saber que entre aquellas horas nocturnas intentarían curar sus heridas, desterrando a Melpómene y dejando cabida para el amor de un desconocido.

<<Ámame como sólo tú lo deduciste>> Pidió Rose internamente, entre un beso apasionado que drenaba las pesadillas y terminaba con el holocausto de ambos corazones.

Cobain entendió el mensaje, luego de sentir las lágrimas de ambos convinarse entre sus labios, y con ello ambos dieron el beso más melancólico y puro de sus vidas, tanto que, lo creyeron como un delirio entre una madrugada tormentosa en la que sus sentires encontraron a fuerza, la manera para esfumar el daño.

Y así permanecieron, sin límites entre sus deseos, sanando y amando sus cárceles, siendo jóvenes por siempre entre ésa odisea nocturna y viviendo en unas cuantas horas de la eternidad.



🌈Rainbow.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞; 𝐊𝐮𝐫𝐭𝐚𝐱𝐥. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora