Capítulo 14.

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Cada segundo que pasaba observando su mirada oceánica era una bofetada para su orgullo. Sin embargo, con la cara en alto se acercó a él ignorando a su cuerpo que suplicaba por quietud,  Axl Rose nunca se detuvo ante el dolor.

La fiebre y el malestar le debilitan y hacen de su andar más lento y complejo, parece que en cualquier momento va a desplomarse; su aspecto no es saludable y Kurt no lo pasó por alto. Axl se sintió desesperado e inquieto al notar la intrigante mirada sobre su cuerpo y entonces al observar su reflejo en el espejo frente a él, pudo notar que su aspecto no es lo único preocupante, si no que, las manchas de sangre en su camiseta se roban todo el protagonismo.

Un mal paso y estuvo por caer, sus piernas ya ni siquiera pueden sostener su cuerpo, pero Kurt sí; el rubio lo sostuvo a mitad de su caída impidiendole su encuentro con un fuerte golpe.

—Te llevaré a la enfermería, estás muy caliente— Axl se burló mientras negaba efusivamente y entonces se acercó al cuello de Kurt para dejar un beso húmedo.

—Pues tal vez sea tu culpa, esos pantalones te marcan todo el trasero.

—Estás delirando.

—Créeme cuando te digo que quiero quitártelo— Y antes de que Kurt frunciera el ceño, Axl agarró su trasero a dos manos.

Cobain dió un respingo al sentir ambas manos en su anatomía y se alejó notablemente para aclarar su mente, es conciente de que Axl no está en sus sentidos, pero teme a salir con él en ése estado y que se forme un drama monumental en los pasillos.

—¿Que esperas niño? Llévame a casa.

—Te llevaré a un hospital.

Axl abrió los ojos y luego negó con efusividad. Aún en sus delirios es conciente de que en el hospital le harían muchas preguntas que no querría responder.

—Quiero ir a casa.

—¿Quieres desangrarte?

—Primero mato a la bruja y luego me follas, o si no, lo haré yo— Cobain le observó  con sorpresa y no evitó entreabrir la boca al escuchar sus palabras <<Axl jamás diría una cosa así en sano juicio>> —Ahora dame tu chaqueta ¿Quieres?— Exclamó con un tono delirante al que Kurt no se opuso —Somos de la misma talla— Dijo entre una sonrisa en cuanto puso la prenda sobre su cuerpo.

—¿Tienes un contacto de emergencia?— La pregunta de Kurt era necesaria, se supone que en un caso así se debería informar a un familiar, pero éso para Axl fue fatídico, le recordó cuán sólo está en el mundo y entonces no evitó derramar lágrimas amargas.

—Sólo llévame a casa— Sollozó con pesadumbre mientras un hilo de sangre se derramaba por su nariz.

Kurt sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo entregó al pelirrojo quien en un acto repentino se lo tiró a la cara y salió del lugar hecho un nudo de sentimientos alterados, principalmente porque sintió que Kurt sólo quería deshacerse de él en cada acto.

Él definitivamente no es un atleta, por lo que tuvo que hacer un esfuerzo mayor para alcanzarlo, tomó su brazo haciéndolo detener su paso y se llenó de preocupación al ver ese rostro pálido enmarcado por sus lágrimas transparentes, ésos ojos verdes y hechizantes que parecían asesinar cada objetivo con una tenue mirada, ahora se mostraban llenos de melancolía y dolor, cediendo ante el dolor de su corazón y ésos labios carmesí que provocaban tanto a sus pasiones retraídas se habían manchado con la sangre que destilaba su nariz y se mantenían entreabiertos y temblando.

Axl Rose parecía haberse quedado interno entre los días lluviosos del invierno.

Kurt limpió sus lágrimas y notó en sus facciones satisfacción, sus manos frías eran perfectas para calmar su fiebre. Sus dedos se deslizaron hacia su boca, tocando su piel caliente y  limpiando cada rastro de sangre, aúnque era inútil puesto que salía como si se tratase de una fuente inagotable.

𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞; 𝐊𝐮𝐫𝐭𝐚𝐱𝐥. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora