Estaciones | Shirbert.

Diciembre.

Primer paso: Invierno.

Anne.

Debía ser una broma. De todas las personas que podían venir a la salida al centro de patinaje con los de la escuela, tenía que asistir el insoportable de Gilbert Blythe. Reina de las nieves, ¿qué he hecho mal para que me trates así?

—Creo que debería irme.— le avisó a Diana mientras el azabache se acerca al grupo acompañado de Moody y de una melosa Ruby que no se le quita de encima. Parece un chicle.

—¿Pero qué dices? Si acabamos de llegar.

—¡Hola chicos! Lamentamos la tardanza, casi que no logramos sacar a Gilbert de su casa.— se excusa el joven Spurgeon, saludándonos a todos. El pelinegro le dirige una sonrisa a cada uno de mis amigos, hasta que su mirada se posa en mí y la sonrisa se le borra automáticamente.

Habría sido mejor si se hubiera quedado en su casa.

Al igual que yo, a él no le hace gracia verme y aunque se esmera en no demostrarlo, puedo notar la tensión acumulándose en su cuerpo. Su mandíbula lo delata.

Era injusto que un ser tan despreciable tuviese una linda mandíbula.

—Bueno, ya estamos todos, así que entremos de una vez.— expresa Josie, tomando de la mano a su novio Billy e ingresando al centro de patinaje.

Los demás le seguimos a paso lento, honestamente la idea de pasar una tarde con mis amigos patinando en hielo me había parecido de lo más encantadora, aunque quizás se me paso un pequeño detalle que podría arruinar la tarde.

Bueno, dos en realidad teniendo en cuenta que Gilbert estaba presente. Me regañe mentalmente por no pensar en esa posibilidad, por supuesto que él tenía que venir. Moody es su mejor amigo, le agrada a todos mis amigos y adicionalmente Ruby está enamorada de él desde hace años. Obvio lo invitarían a la salida.

El segundo detalle que olvidé fue que no sé patinar. Ni con patines normales, mucho menos sobre hielo.

Bien ahí, Anne.

—¿Estás bien?— pregunta Diana a mi lado, estamos sentadas en las gradas junto a la entrada de la pista de hielo, terminando de colocarnos los patines.

En la pista ya se encuentran los demás, Josie y Billy patinan tomados de la mano, Gilbert ayuda a Ruby a patinar, claramente él no sabe que ella está fingiendo, la rubia sabe patinar desde los diez años, pero él desconoce eso y Cole está impresionando a todos con sus movimientos.

—Sí, lo estoy, es solo que...

Me interrumpe antes de confesarle mi pequeño secreto.— ¿Tú sabías que Cole patina así de bien?

Negué al instante.— Diana, debo decirte algo.

Ella deja de observar como nuestro amigo hace una pirueta en medio de la pista y todos aplauden emocionados para por fin prestarme atención.— Dime.

Cuando estoy a punto de hablar, mi amigo francés aparece en escena.— Señoritas.

Diana le sonríe ampliamente mientras yo ruedo los ojos.— Hola Jerry.

—Diana, me estaba preguntando si tú querrías...

—¿Sí?— le interrumpe la pelinegra, moviendo su cabello como cuando está nerviosa. Oh no, lo que me faltaba, de todos los días posibles, Jerry tenía que elegir preciso esta tarde para querer coquetear con mi amiga.

Se rasca la nuca con nerviosismo para proseguir.— ... sí tú querrías, no lo sé, ¿tal vez que patináramos juntos?

A mi mejor amiga se le iluminaron los ojos ante la pregunta.— Por supuesto, es solo que...