Extra #2

1.5K 116 217
                                    

Verano.

El aeropuerto Internacional Toronto Pearson, localizado en la ciudad de Mississauga, Ontario, a tan solo cuarenta minutos de Toronto era uno de los principales prestadores de servicio de aerolíneas de aquella ciudad.

El joven Blythe había madrugado con más energía de la que acostumbraba. El motivo de ello era nada más y nada menos que por fin había llegado el día.

El día en que Anne iría a visitarlo por las vacaciones de verano.

Le emocionaba tanto la idea de que volverían a verse, que apresuró a sus amigos para irse temprano y esperarla horas antes del aterrizaje.

O eso se suponía.

Pero los planes del príncipe del sol cambiaron en un abrir y cerrar de ojos, pues, aparentemente el vuelo desde Charlottetown se había atrasado por una tormenta, así que la ojiazul llegaría al día siguiente.

Ahora no estaba esperando al amor de su vida, sino que esperaba a que llamaran al vuelo de su amigo Ronald, quien viajaría a Washington para estar con su hermana.

—No te desanimes.— le expresa Ronald, abrazándolo por los hombros.— Ya esperaron cinco meses, un día no es nada.

—Exacto.— le apoya Andrew, viendo a un par de chicas que llegaban de un vuelo.— Además, podremos pasar más tiempo juntos antes de que ella llegue.

Gilbert alza una ceja en su dirección.— Nunca pasamos tiempo juntos porque siempre te la pasas en fiesta.

El pelirrojo hace un gesto indignado.— Ustedes se niegan a acompañarme.

Ronald le mira enfadado.— Solo quieres que Blythe vaya porque media universidad se muere por él.

Y mentiras no eran.

El pelirrojo se cruzó de brazos.— ¿Cómo lo haces? No puede ser tu cabello, el mío es igual de perfecto

El joven de rizos esquivo a su amigo cuando quiso tocar su cabello.— No hago nada.

—Pero tiene que haber algo.— sospecha el joven Dawson, comenzando a ver de cerca a su amigo.

Las demás personas en el aeropuerto los observaban con extrañeza.— Deja de hacer eso.

Andrew chasqueo sus dedos, sintiendo que había hallado la respuesta.— Ya sé, ¡son tus cejas!

El pelinegro frunció el ceño.— ¿Mis cejas?

Su amigo asiente.— Por supuesto, siempre haces que se muevan de una forma tan extraña que eso es lo que te hace atractivo. Debes darme el secreto.

—No hay ningún secreto.

El mayor de los tres sigue insistiendo.—Vamos amigo, tú ya tienes novia, ayúdame a conseguir una.

—Pero que yo no...

La posible discusión fue interrumpida por el joven Stuart, que miraba con preocupación su tiquete.— Ehhh... chicos.

Los dos jóvenes voltearon a verlo.—¿Qué?

—¿En qué aeropuerto estamos?

—En el Pearson.— contesta Gilbert.— ¿Por qué?

Ronald palidece a más no poder.— Mi vuelo no sale de este aeropuerto.

—¡¿Cómo?! Bromeas, ¿no?

El ojiazul niega varias veces.—Deberíamos estar en el Billy Bishop.

Ninguno de los dos acompañantes pueden creer lo que el más joven les está diciendo, Andrew vuelve a hablar.— ¡¿Cómo has podido confundir el aeropuerto?!

Estaciones | Shirbert.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora