Para leer esta historia tienes que haber leído kanojo, okarishimasu
Mi nombre es Daiki Sato, soy un chico que solo por tener un buen peinado me hace guapo, esta es la historia de cómo conocí a Sakurasawa Sumi una chica algo rara y que esconde algo q...
En la casa de Sato, Ran y Mashiro se encontraban comiendo.
Nunca antes había entrado en la casa de Sato, menos a comer un pastel de hamburguesa, en otras ocasiones como mínimo había entrado al restaurante pero nunca a su casa, es raro, en la habitación hay un gran silencio, no sabía hacia dónde mirar no quería ver a esa chica a la cara.
-YYYY...entonces ¿Son amigos desde hace mucho?- -Si..-dije para que quedara un gran silencio en la sala
Ella me miro con neutralidad como si estuviera insultandóme internamente.
-Aburrido...- -Shh...- -¡No me calles!-exclamo haciendo un puchero. -¡Tu no grites!-
Ambos empezamos a discutir como si fueramos niños.
-¿Ran-kun?-de pronto un aroma dulce y fresco de un shampoo invadió la sala. -Ah ¡¿mamá que haces aquí?!-ella grito con su rostro algo rojo como si hubiéramos estado haciendo algo indecente.
De pronto Ran cayo de rodillas sosteniéndose el estómago y tapándose la boca.
-¡Oye! ¡¿estás bien?!-ambas corrieron y se acercaron a mi, se que no tenían malas intenciones pero...si se acercaban iba a ser peor.
Ran empezó a jadear, este con un gran esfuerzo trato de tragarse el vomito.
-Ran...¿Estas...- -No te acerques...-
Entre jadeo y jadeo comencé a perder conocimiento al parecer me estaba hiperventilando, hasta que finalmente me desmayé.
Con Sato y Sumi...
Me encontraba mirando la ventana viendo a los autos pasar, de pronto escuché el sonido de una bolso siendo apoyado en el asiento, cuando voltee vi a Sumi que había ido al baño un momento.
-Aqui tienen sus ordenes-la camarera con delicadeza dejó el plato de Sumi frente a ella era un gran postre graciosamente decorado y lo mío era simplemente un pastel y un café, me quedé mirando mi pastel como un idiota pero luego levanté la mirada y...
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-¿Esta delicioso?-pregunte y ella asintio con entusiasmo y felicidad.
Sonrei al igual que ella, pero fue en ese instante en que me di cuenta de la situación.
Estaba sonriendo lo hacía de verdad no era una sonrisa falsa o forzada o algo parecido.
"¿Tu pastel esta delicioso?"
Me sorprendi por lo que pregunto es como si ella se preocupara de que yo lo estuviera pasando bien, como toda una novia de alquiler, en ese momento no di cuenta de lo que dije pero yo...
-Oye...si quieres....puedo ayudarte con esto de la timidez...-
Pero que estoy diciendo es lo primero que pensé, pero ya había dado el tiro así que decidí seguir la corriente.
