22. No Todo Está Perdido

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No Todo Está Perdido

Cuando conté mis demonios,
Vi que había uno para cada día.
Con los buenos en mis hombros,
Llevé a los otros lejos.

Así que si alguna vez te sientes abandonado,
Si piensas que todo está perdido,
Voy a contar mis demonios, sí,
Esperando que no todo esté perdido.

Cuando pensaste que había terminado,
Podías sentirlo por todas partes,
Y todo el mundo te está buscando,
No dejes que te arrastren.

Porque si alguna vez te sientes abandonado,
Si piensas que todo está perdido...

(Everything's Not Lost, Coldplay)


—Sabes que no tenías que ayudarme a empacar —dijo Hermione mientras colocaba algunos libros en una caja grande. Estaba limpiando su oficina en el Ministerio y para su sorpresa, Lavender se había ofrecido voluntariamente a ayudar. Por lo general, Lavender detestaba cualquier tipo de trabajo manual. De hecho, Hermione casi había esperado que Lavender dijera los méritos de empacar con magia en lugar de hacerlo a la manera muggle.

—Quería ayudar —dijo Lavender sonriendo a su amiga—. Y ver a ese muchacho atractivo que trabaja en tu departamento.

—¿Finnigan? —preguntó Hermione.

—¿Ese es su nombre? —Lavender preguntó inocentemente.

—Sabes muy bien que lo es —dijo Hermione riendo.

—Bueno, se ofreció como voluntario para ayudarnos a llevar las cajas —dijo Lavender—. Y pensé que estaba siendo muy amigable y sabes que si él y yo nos conocemos en el proceso, bueno, sería...

—¿La cereza del postre?

Lavender sonrió.

—Sí, la cereza del postre.

—Bueno, sean cuales sean tus motivos, te agradezco que hagas esto —dijo Hermione.

—No hay problema —dijo Lavender, mientras sacaba algunos libros más de los estantes. Estos tomos en particular estaban bastante polvorientos y se encogió cuando algo de polvo cayó sobre su camisa—. ¿Cuántos malditos libros tienes?

—Unos pocos —dijo Hermione distraídamente.

—Tendrán que darte una habitación extra en Hogwarts solo para guardar tus propios libros —bromeó Lavender.

—Ja-ja —dijo Hermione con sarcasmo.

—Hablando de eso —dijo Lavender sonriendo con picardía a su amiga—. ¿Harry y tú van a quedarse en el mismo cuarto en Hogwarts?

Hermione frunció el ceño.

—No lo he pensado mucho, en realidad. He estado muy ocupada empacando y atando cabos sueltos aquí. Creo que recuerdo haber leído algo en algún lugar sobre cómo despreciaban la convivencia de profesores no casados o algo así.

—¿Convivencia? —preguntó Lavender tratando de ocultar su sonrisa—. Lo haces sonar tan romántico.

—Es una escuela —dijo Hermione mirando a Lavender—. No se supone que sea romántico.

—Dice la chica que probablemente será atrapada besuqueándose con su prometido en el armario de las escobas —respondió Lavender.

Hermione se sonrojó.

—Tú y Harry están comprometidos —señaló Lavender—. Es una pequeña diferencia. Creo que el director debería dejarlos vivir juntos...

—Le diré que es lo que tú crees —dijo Hermione riendo.

Gota en el Océano [Harmione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora