Herencia Maldita (Supercorp)

Capítulo 38

Kara
Flashback
- Lo llevaré a la cama, tranquila- Levanto a Henry y lo llevo cargado hasta su cuarto. Lo acuesto suave y lo arropo dejándole un beso en la frente antes de bajar.

Habíamos hecho un maratón de películas y terminé por instalarse en su casa, con mi calentador negro y mi camiseta manga larga azul me había puesto cómoda para pasar mi último lunes en National City.

- En qué piensas?- me tiré de nuevo al sillón y la contemplé en la oscuridad.

- No lo sé-

- Sucede algo?- la miré preocupa y negó -Qué esta mal, Gina?-

- Alguna vez te has sentido como si... como si estuvieras perdida?- asentí y le ofrecí mi mano, la tomó y me sonrió recostándose en mi hombro.

- Muchas veces ignoro ese sentimiento, solo tienes que dejar que se vaya como el viento- ignoré el nudo en mi garganta. A veces hay que dejarlo ser.

- Y si es un día caluroso sin un solo viento que refresque?-

- Deja que la noche llegué y refresque- acaricié con mi pulgar su mano haciendo círculos - No debimos ver tantas películas tristes- soltó una risilla.

- No es la película... es Emma-

- Qué sucedió?-

- Peleamos... de nuevo- es rubia tonta otra vez, no es buen modo de conquista sacar de quicio - Necesito algo fuerte si vamos a convertir nuestra noche de cine en una donde me desahogo-

- No crees que ya tomaste mucho, el vino no te ha hecho efecto?- bromeé mientras se levantaba y se perdía en la cocina, minutos después vino junto con una botella de whisky y una copa - Y la mía?-

- Una tiene que mantenerse sobria y definitivamente no seré yo- se cómodo y sirvió la primera copa de muchas - Sabes no siempre fui así.... de insoportable-

- No lo eres...- Me miró riéndose - Bueno un poco- golpeó mi brazo mientras asentía -Cómo llegaste a esa conclusión?-

- Pues resulta que estoy destinada a ser siempre la mala del cuento-

- Entonces el cuento está mal-

Trago tras trago contó sus temores y miedos a mí y a la noche. La consolé y la sostuve cuando fue necesario. La escuché y respondí cada que se quejaba o despotricaba de los que la habían lastimado. Había pasado un día maravilloso con Emma Swan como todo lo bueno.. se acaba y terminaron gritándose tratando de hacer daño al otro... hasta que ella tocó una fibra sensible de Regina y explotó todo.

Dejé la botella vacía en la mesa del comedor, me devolví para salir de la cocina pero la vi en la parada en el marco de la puerta.

- Tú también crees... que.... soy la Reina Malvada- arrastró las palabras. Logró lo que quería, emborracharse.

Me acerqué despacio y agarré sus manos
- Eres una Reina pero malvada nunca...- Sonreí antes de sacarla de allí - Por qué no te vas a dormir? Yo arreglaré el desastre- ante protestas la arrastre hasta la escalera.

- Por qué... eres tan... así como... buena conmigo?-

- Porque no tengo ninguna razón para no serlo. Eres maravillosa Regina, y eso que no te has dado cuenta aún- Las escaleras se volvieron infinitas y el pasillo un largo camino que tuve que recorrer con una morena que no quería dar un paso - Tienes suerte de llevar pijama, solo tendré que arroparte-