이십삼

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- ¿Confías en mí? 

La pregunta de JooHeon le había puesto los pelos de punta. Hacía tiempo que había regresado, mas ninguno se atrevió a bajar del auto. El frío del crepúsculo se sentía aún más denso, la diversión había terminado. HoSeok no respondió, dejaría que el silencio hablase por él. Con lo último que esperaba encontrarse cuando volteó a verle era una sonrisa en su rostro. Sus ojos brillaban de manera distinta. ¿Maldad? ¿Picardía? ¿Crueldad? Jamás lo sabría.

- Haré que confíes en mí. 

- ¿Cómo? 

- Solo... confía. 

Había pasado casi media hora y HoSeok seguía dándole vueltas a la conversación en su cabeza, ahora sentado en un desgastado colchón. Le había seguido convencido de que lo llevaría con Shownu, mas cuando faltaban un par de metros para llegar a su habitación, fue empujado a otra completamente distinta. Cuando JooHeon cerró con llave fue fácil adivinar que esa era su habitación. Sin darle explicación alguna, sacó de un viejo armario distintas botellas de alcoholes y las desparramó por la habitación. Tiradas en el suelo, sobre el colchón, encima de los muebles. "¿Qué está tramando?" se preguntó al verle sacar la última, estaba vez llena. HoSeok vaciló cuando se la extendió, oliendo el líquido antes de probarlo. Una botella de vodka barato llena de agua. Resignándose a buscarle una explicación, se limitó a mirarle mientras buscaba con algo de impaciencia entre los cajones. La sonrisa que surcó los labios de JooHeon al tener una caja de tizas de colegio entre sus  manos le incomodó. Una tarjeta de crédito le fue suficiente para poder transformar la tiza en polvo. Al tener un pequeño montículo, tomó un poco de tiza entre sus dedos y, sin siquiera decirle, le pintó la nariz y parte del cuello de la remera con el polvo. Lo que restaba lo esparció entre el suelo y uno de los muebles. 

- Ahora pareces uno de los de aquí. - con tono burlón, JooHeon le miró a los ojos por primera vez. - Actúa perdido y no hables, yo me encargo del resto. 

- ¿Qué es todo esto? - se atrevió a preguntar. Algo iría mal, él lo sabía. 

- Es hora de que algunas verdades salgan a la luz. 

 Tan rápido como pronunció esas palabras, desapareció por la puerta dejándole solo. Suspiró cansino, el misterio comenzaba a hartarle. Dudaba que hubiera algo que pudiera sorprenderle. Su vida había pendido de un hilo, su corazón estaba a punto de caer por al vacío. ¿Qué más podría asombrarle? Se dejó caer contra la pared al sentir que alguien se acercaba. Por un segundo, la idea de levantarse e irse cruzó por su cabeza, mas se quedó inmóvil. Quería ir a ver al jefe, necesitaba estar con él. Sin embargo, cuando la puerta se abrió, su mente se centró en solo dos personas. 

- Hace muchos que no vienes a tomar conmigo ratita... - JooHeon entró abrazado de I.M. - será bueno hablar y ponernos al día, como en los viejos tiempos. 

 HoSeok mantenía la mirada perdida en la pared que tenía enfrente, en sus manos la botella de falso vodka. Notó el peso del chico cayendo a su lado en el colchón. I.M solo balbuceaba, nada coherente podía salir de sus labios. Cuando empezó a picarle el rostro con el dedo, se obligó a permanecer quieto. El alcohol en su cuerpo se podía sentir a quilómetros de distancia, sus ojos rojos por la marihuana. Aún no podía entender cómo podía mantenerse en pie.  

- Mi amigo... - rió a lo tonto. De pronto, el chico acercó su rostro al suyo, examinándole. - ¿Y a este qué le pasa?

- Déjalo, es un blando. Seguro el pegó mal. - JooHeon se lo sacó de encima, centrando de nuevo la atención de I.M. en él. HoSeok mordió su lengua para no contestar. - Me hace acordar a YoungSo, hace mucho que no lo veo por aquí...

The Clan // ShowHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora