Capítulo 6

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[...]

Era un día nublado, el bullicio en las calles era mucho, todo por una pelea entre un héroe y un villano. Según las noticias el villano podía controlar los rayos a su antojo.

Tenya Lida era el héroe más cercano, así que se encargó de la situación. Luego de su enfrentamiento todo volvió a la normalidad, ya no habían nubes en el cielo y la gente podía seguir con lo suyo.

Tomura estaba recostado en el sofá viendo las noticias, no le gustaba salir, así que prefería enterarse de lo que pasaba a través del noticiero.

Kurogiri se acercó con una bandeja de plata en manos, está tenía el almuerzo del albino. Dejo la bandeja sobre la mesa y realizó una reverencia.

— Tenga buen provecho.

Tomura solo observo la comida sin ganas de comerla, así que siguió viendo la TV.

— Señor Tomura, debe comer, lleva mucho tiempo sin comer — dijo preocupado. Tomura se encontraba sin comer y sin ánimos de hacer nada, estaba melancólico, era más que obvio.

El albino le subió el volumen al televisor y ignoro los reproches del de iris amarilla, que suspiro pesadamente, sabiendo que Tomura era terco como mula y no le haría caso.

Resignado suspiro internamente, sabía que era inútil intentar discutir con él, nunca le daría la razón, era testarudo y no le gustaba recibir consejos ni críticas de la gente.

Por lo cual seguiría ignorando lo aunque sus ideas sean erróneas, de verdad que Tomura era como un niño, igual que cuando le conoció.

Un pequeño e indefenso niño, el cual había sufrido mucho, la perdida de su familia dejo traumas sobre el joven infante que se culpaba una y otra vez del incidente.

Odiaba su don y sus manos, por qué todo lo que toco se destruyó, perdió a los que amaba. Todo por culpa de los malditos dones.

Intentando olvidar el pasado, Tomura cambio su identidad, dejando de ser Tenko Shimura.

No podía olvidar el sufrimiento del pequeño niño de cabellos albinos, se había apiadado de él, teniendo misericordia. Estando dispuesto a ayudarle en su forma de nomu, así olvidando poco a poco quien era en verdad.

Pasado

Un papel se le había sido asignado al nomu Kurogiri, era una tarea muy simple, tenía que cuidar de un joven niño a quien Afo había rescatado.

— Cuida bien de él, tiene unas habilidades extraordinarias.

Kurogiri camino por los pasillos del lugar hasta llegar a la habitación en la que permanecía el niño, tomo el pomo y abrió la puerta, adentrándose a la oscura habitación en la que se oía un suave llanto.

Encendió la luz y ahí pudo verle. Tomura se encontraba recostado sobre la cama mientras lloraba cubriéndose con una manta.

Sintió que el corazón se le apretaba al verle, se acercó con cuidado bajo la mirada de desconfianza del niño.

Sus ojos rojos carecían de vida, solo podía notar dolor en su expresión, estaba cansado, agotado mentalmente de debatir tanto con la culpa de lo que había pasado.

— Hola pequeñin. Soy Kurogiri y estoy para servirte.

Desde ese entonces el nomu se convirtió en una figura paterna para Tomura, podía recordar las noches en las que Tomura permanecía en sus brazos desahogando se. Al albino siempre le gustó que le abrazará, decía que le brindaba seguridad y calma. Kurogiri nunca le haría daño, estaría dispuesto a dar su vida por él, y eso Tomura lo podía sentir claramente.

Una Palabra (Tomura X Tu) En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora