|| Once ||

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Tomó un sorbo de su agua y miró al mayor sentado en los sillones. Era otra madrugada parecida a la que había tenido varios días atrás, casi era sorprendente lo rápido que pasaba el tiempo. Severus se encontraba con una taza de café y Harry con un vaso de agua, los dos topándose casualmente en la sala de la casa.

—Potter —saludó Snape sin una pizca de emoción en su voz.

El nombrado sonrió y se sentó en el sillón frente al ojinegro.

—Profesor —devolvió el saludo con tranquilidad—, ¿cómo le ha ido?

Levantando una ceja y haciendo lo que la anterior vez les faltó, Severus Snape colocó un hechizo a su alrededor para que ningún chismoso lograra escuchar.

—El espía no se presenta personalmente a la mansión del Lord, sólo manda cartas —comentó sin algún tipo de expresión en su rostro. Harry suponía que la información dada era más por su juramento que por compañerismo—, el Señor Tenebroso no me ha comentado nada, pero abre las cartas frente a mí...

—Un voto de confianza —murmuró el ojiverde asintiendo—, no tardará en decirle las cosas, sólo necesita seguir haciendo las cosas bien...

—Se me hace curioso que siga con sus acercamientos aun cuando sabe que soy otro espía. —Harry se encogió de hombros, dando un pequeño sorbo a su agua antes de continuar.

—Dumbledore le diría todo, no hay sentido guardarle cosas —susurró estirándose un poco—, si hago algo para alejarlo, el director sólo pensará en mí como alguien infantil, no lograré tener un impacto en él.

—¿Qué cambió en usted, Potter?

Ante esa pregunta, una sonrisa se colocó en los labios del estudiante, quien se levantó de su asiento con ligereza mientras bostezaba.

—Le recomiendo no tomar algún líquido dentro de esta casa o cerca del director —aconsejó para luego hacer una seña a su vaso—, Kreacher podría proveerle lo que guste de un pequeño suministro que le encargué.

—¿Potter?

—Tampoco coma sopas o caldos, la señora Weasley agarra el agua del mismo lugar con el que usted se hizo el café —anunció encogiéndose de hombros—. Analice el contenido de lo que está consumiendo, tal vez así comprenda el porqué dejó sus ideales de lado para seguir ciegamente al director Dumbledore.

Antes de que el maestro en Pociones dijera algo, Harry dejó su vaso en la mesa del centro y comenzó a irse a su habitación, despidiéndose con un simple:

—Buenas noches.

♣♣♣♣

" El pocionista más destacable que tengo ha comprobado que los líquidos que consumen en la orden tienen una poción de lealtad, no dudo que usted la conozca.

Sobre la casa de los Weasley, no sabía que me encontraría tan buen información en ese lugar, no sé si fue estrategia o descuido dejar todo allí.

Sigo exigiendo una reunión con usted.

Atte: Lord Voldemort. "

Los ojos rojos vieron la tinta en los arrugados trozos de papel que simulaban la libreta. Para su sorpresa, había estado hablando más de lo necesario con la persona encargada de las cartas... El Señor Tenebroso no admitiría que sus ganas de juntarse con el tal NB ya habían dejado de ser asuntos estrictamente laborales.

La curiosidad le picaba y, por alguna razón, el interés se hacía cada vez más creciente.

Conexión idónea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora