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El espacio parecía borroso, estaba sentada en su banco pero nada era muy normal que digamos.

–Jake –susurró temerosa mientras se ponía de pie.

Camino hacia donde estaba Jake, el cual no se alejó, él le extendió la mano, Seol no sabía lo que significaba, iba a tomarla hasta que escuchó su nombre.

–¡Seol!

Jake se disolvió y ella cayó al suelo desmayada.

En la enfermería se encontraba Seol acostada en una camilla y Sunghoon sentado en una silla a su lado, bien pudo llevarla una de sus amigas pero ninguna tomó la descendencia de acomedirse.

–¿Estás bien? –cuestionó Sunghoon al verla despertar y tratar de acomodarse.

–Sí, lo estoy –comentó suavemente.

–¿Qué pasó allá?, repetías el nombre de Jake –Seol se tornó nerviosa, no podía decirle lo que había sucedido, fuera de que no le creería pensaría que estaba loca.

–No lo sé –cerró sus ojos bruscamente y respiro con profundidad para después exhalar el aire.

Sunghoon la miraba sin entender, pero aún así le alegraba que estuviera bien.

–¿Te sientes mejor?, ¿quieres algo? –le preguntó y Seol lo miró asintiendo.

–¿Tienes agua? –cuestionó y Sunghoon le tendió su termo con agua.

Ella bebió de la botella y al terminar se la entregó para después pararse.

–Estoy bien, volvamos a clases –soltó con una sonrisa.

Sunghoon rió al verla.

–Ya se han acabado las clases, la maestra nos dejo libres después de tu incidente y el de la pizarra –agregó Sunghoon tomando su mochila y la de Seol.

–¿Entonces podemos irnos a nuestras casas? –Sunghoon asintió. –Genial.

Comenzaron a caminar juntos, eran vecinos por eso después de clases era normal que se fueran juntos.
Apenas iban a salir de la escuela cuando en la entrada Seol se queda parada observando algo, Sunghoon no entendía el comportamiento de Seol.

Mientras tanto ella veía a Jake parado en la entrada, no hablaba, solo se despedía agitando su mano, su mirada fría estaba dirigida a ella, un escalofrío recorrió su espalda y volvió a caminar.

–¿Segura qué estás bien?, deberías de parar un poco con el estudio, creó que te está afectando –soltó Sunghoon con preocupación, le gustaba molestarla pero también se preocupaba por ella.

–Estoy bien, aunque tal vez si me haga bien parar un poco, no me siento en condiciones de seguir –agregó con sutileza.

Ambos caminaron en silencio, Seol se sentía cansada mentalmente, todo se le había acumulado, el divorcio de sus padres, el tener que lidiar con sus nuevos hermanastros los cuales le hacían la vida miserable, tener el estrés de la escuela, su ansiedad a tope, era muy sofocante, tanto así que tenía que recurrir a sus pastillas, el médico se las había recetado por tantos episodios de ansiedad.

Al llegar a la casa de Seol, Sunghoon pasó y dejó ambas mochilas en la sala de estar, se sentó en el sofá y a un lado de él Seol.

–¿Quieres ver una película?, todavía falta algo de tiempo para que papá llegue –añadió mientras se paraba a la cocina, iba por sus pastillas.

–Claro, yo elijo –comentó y tomó el control de la TV.

Seol mientras tomaba sus pastillas recordó el incidente, ¿Jake me estará tratando de decir algo?, ¿por qué a mí?, pensaba.

Desde la perspectiva de Jake todo había sido diferente a lo que Seol pensaba.

Él en algún momento fue "el chico nuevo australiano", no tenía amigos, la gente no le hablaba porque creían que no sabía coreano o simplemente porque era extranjero, hasta que aquella chica se acercó a él con una sonrisa.

who killed him? ; sunghoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora