Adopción

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Shouto se quedó nuevamente dormido, esta vez en el pecho se Natsuo, este sonrió y lo dejó con delicadeza sobre la cama como si temiera a dejarlo caer y que desintegrara con toque.

Fuyumi le hizo una seña y salieron del cuarto. El hombre estaba en los asientos que se encontraban al lado de la puerta, esperando tranquilamente, cuando vio a los dos albinos, se paró rápidamente, obteniendo un leve mareo por repentino movimiento.

— Muchas gracias por todo. 

— No sé que hubiera pasado si él... — Natsuo calló sin poder la ultima palabra.

— Haré lo que sea posible para que supere todo esto...

Los hermanos sonrieron débilmente, parecían tan tranquilos por fuera, pero por dentro era un caos, ¿qué tipo de hermanos mayores eran? Ciegos, insensatos, ignorantes... No se extrañarían si Shouto los odiara.

— Él no los odia... — dijo Aizawa desconcertando a los dos albinos por haber adivinado sus pensamientos — Él dejó esto antes de colapsar... — de su bolsillo el poema que lo había tomado en cierto momento.

Los hermanos lo leyeron y prontamente sus lágrimas bajaron nuevamente, ¿por qué? ¿Por qué los amaba si no hicieron nada? ¿Cómo podía seguir amándolos a pesar de todo? Pero... Cierta parte de ellos — fuera de la culpa y la preocupación — se sintió feliz... Estaban felices de aún poder estar con su hermanito.

— Por favor, Aizawa-san... — los dos cayeron de rodillas, inclinando sus cabezas al suelo — Cuide de nuestro hermano menor.

— Por favor, levanten la cabeza... — pidió con esa amabilidad que se negaba a salir la mayoría de las veces, pero en aquella situación hizo una excepción, suspiro antes de volver a hablar — No se preocupen... Ya les dije... Lo cuidaré muy bien.

Dos albinos y un pelinegro discutieron sobre lo mejor para el adolescente bicolor, los tres estaban de acuerdo y se firmó con las palabras un trato.

...

— Te darán el alta en dos días... — informó el azabache — Sé que estarás muy cansado, así que hablaré con Nezu para que te deje faltar el Lunes y el Martes, debes de tranquilizarte y recuperarte como es debido.

— P-pero... ¿y las clases? — preguntó el chico escondiendo su miedo, nunca le habían dejado faltar, ni siquiera cuando enfermaba.

— Mi prioridad ahora es que te mejores de todo lo que te hizo ese hombre, te tomarás esos días y el Miércoles volverás — el profesor habló con suavidad — Y no podrás hacer las clases de entrenamiento, son muy pesadas, no seré como él y te mataré de esta forma, ¿esta bien?

— S-sí...

Aizawa notó hace un buen rato el tartamudeo del chico, nunca lo había hecho, siempre supo como mantenerse, mas ahora estaban es esa situación, ¡Era un idiota por no haberse dado cuenta! 

— Hay algo que debes de saber... — comenzó a decir, era mejor que lo supiera de inmediato — Tanto tú como tu familia sufrió de abuso, por lo que pensamos que tus hermanos no tienen la estabilidad mental adecuada para quedarse contigo. Por lo que... Te quedarás conmigo, te quedarás en mi casa y te cuidaré de todos los que te quieren hacer daño.

Colapso... [TODODEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora