Confesiones

877 91 47
                                    

Las redes sociales estaban que estallaban, en cualquier parte se hablaba de la entrevista en vivo de Endeavor, todos exigían respuestas por parte de la familia del héroe, habían acosado a sus hermanos, la escuela estaba rodeada de periodistas exigentes y él se sentía tan presionado por el mundo. 

Sin embargo, agradecía la constante compañía de su familia, Fuyumi y Natsuo siempre le hablaban, le preguntaban por las cosas que le habían sucedido y como se sentía en cuanto a su recuperación, sus otros hermanos pasaban las tardes con él, haciendo cualquier cosa que se les ocurriera, su madre mandaba cartas con más frecuencia, incluso pequeños regalos que podía conseguir, Aizawa se sentaba a comer con su pequeña familia todos los días sin falta alguna y se encargaba que cada uno estuviera en la cama por lo menos a las nueve y media de la noche, por último estaba Midoriya... Él... Él simplemente se quedó... No le hizo preguntas incómodas ni le miraba de una forma negativa, solamente se encargó de estar a su lado, ofreciéndole hablar abiertamente cuando estuviera listo y obsequiándole pequeños detallitos, como: una flor, una nota, un dulce o una bebida... Todo aquello le hizo sentir seguro, mucho más seguro que en toda su vida.

— Voy a presentar una nueva demanda — dijo Shota, interrumpiendo sus pensamientos — Esta vez tendrá que ser pública... De otra manera tendremos más problemas — pensó en las miles de protestas que ocurrirían en poco tiempo si se encerraba a Endeavor sin ninguna explicación — Significa que toda tu familia quedará expuesta, ¿estas dispuesto a eso? — preguntó mirando al niño.

— Sí... — respondió con firmeza — Estoy cansado de él... Estoy cansado de mirar para todas partes, esperando que él aparezca de la nada y me lleve... Estoy cansado de estar escondiendo todo esto, así que... — sus dispares miraron directamente a los ónix ojos de su maestro — Quiero ir ese día a la corte...

El profesor abrió la boca asombrado, jamás espero que ese niño se armara de valor y le dijera eso en ese tono decidido, su cálida mano revolvió los lacios cabellos del niño y una sonrisa orgullosa se coló sin permiso en sus labios.

— Como tú quieras, niño... — entonces su sonrisa cayó cuando vio como la mirada del menor se ensombrecía, algo malo pasaba.

— ¿Puedo contarle algo más?

...

Se dirigió hasta su habitación un poco más tranquilo, después de la larga charla con Aizawa se fue con Natsuo y Fuyumi a visitar a su madre, comió algo con ellos cuando se devolvían, por último se junto con Hitoshi y Erii, disfrutaron de lo que quedaba de su tarde terminando su tarea y jugando un juego de mesa cualquiera.

Estaba exhausto, había sido un día muy largo y las lágrimas secas en sus mejillas le habían adormilado. La conversación con su profesor, figura paterna, seguía fresca en él, el cálido abrazo se había marcado con cariño en su mente y aún no desaparecía por completo ese sentimiento de seguridad. La parte infantil suya le decía que fuera con el hombre y le rogara dormir esa noche con él, era egoísta, pero con todo lo que sucedía no tenía muchos ánimos de volver a los dormitorios y ser posiblemente bombardeado por sus compañeros... Como antes lo habían hecho...

Una vez que llegó a la puerta de su cuarto se encontró con alguien. Se vieron fijamente con un aspecto de sorpresa, el individuo que esperaba a las afuera de su dormitorio se levantó del suelo y se dirigió hasta él con una sonrisa dulce.

— Hola, Todoroki-kun...

— Hola, Midoriya...

...

Había tomado una decisión, se había cuestionado bastantes veces sobre aquello, ¿tenía que decirlo o no? Como siempre sus inseguridades le aterraban en sus peores pesadillas y el recuerdo macabro de lo hecho seguía tatuado en su piel, por más que se lavara las heridas hechas por su agresor no desaparecían, los golpes dejaron su blanca piel de un tono similar a las quemaduras de ese villano llamado Dabi, las cuales recién comenzaban a adoptar un tono cafesoso.

Colapso... [TODODEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora