Hola, Steve

246 51 234
                                    

"Contactar". La RAE dice (en su definición más exacta para este asunto): 'Establecer contacto o comunicación con alguien'

Ellos quieren y necesitan contactarse antes de que sea demasiado tarde.
———————

En medio de la noche Gilbert cayó rendido, luego de haber dejado varios mensajes en su chat con Anne. Mensajes donde le rogaba que apareciera. "Anne decime que estás bien" "Necesito saber qué te pasó" "Dame una señal, una pista, no sé"

El viernes ya no podía faltar a clases. El colegio no se lo perdonaba. Así que la visita a Steve debía esperar a ser por la tarde.

La escuela fue tan aburrida y agobiante como de costumbre desde la desaparición de Anne. Todos miraban a Gilbert de manera extraña otra vez y suponían cosas. La pandilla habló un poco sobre lo ocurrido con Roy el día anterior, y cuando Gilbert les contó lo que planeaba con Steve les dijo que quería ir solo, por lo que los demás se encargarían de hablar con Roy para ver qué más encontraban.

Por la tarde, ni bien terminó de comer, Gilbert partió a la comisaría y preguntó por Steve Louis.

El hombre estaba en una celda ya menos provisoria, y una sonrisa se amplió cuando lo vio. Ese hombre irradiaba alegría incluso cuando no tenía razones. Todavía no había sido llevado preso definitivamente, así que no necesitarían de ir a una sala como en las películas para verse.

—Gilbert —el hombre lo saludó efusivamente, como si estar preso no fuera algo malo—, sabía que ibas a venir pero no pensaba que tan rápido.

El pelinegro se limitó a asentir y esperó a que el policía los dejara solos.

—¿Qué pasa?

—He averiguado más cosas de mi novia —comenzó a explicar. Steve lo entendió y de un momento al otro se sentó en el piso, dando a entender que esa historia sería larga.

Gilbert hizo lo mismo del otro lado de la reja y comenzó a hablar.

—Un chico que supuestamente es amigo suyo nos contó que sus padres biológicos la venían acosando. Pero él no cree que sean sus padres de verdad, tipo impostores. Y este chico habló de Colombia. Entonces no sé, o sea, sé que suena re loco y parece muy poco probable, pero por alguna razón se me vino a la mente lo que hablamos vos y yo. Ya sabes, de tu amor y las identificaciones. Siento que capaz el destino me está dando una señal de que vos podes ayudarme. Por favor, Steve, contame qué más sabes de la vida de ese tal Eric.

Steve frunció el ceño y trató de digerir la situación. Tal vez y solo tal vez tenía la posibilidad de salvarle la vida a una chica inocente. Tal vez y solo tal vez, en el caso de que fuera así, Eric tendría su merecido por el daño que le había hecho a mucha gente.

—A Eric lo conocí en Colombia, ya sabes —comenzó a explicar—, pero hace como once años. Me acuerdo que cuando lo conocí tenía lastimada la mano, más bien los nudillos. Así como cuando golpeas a alguien, ¿has visto? Me acuerdo que me dijo que fue un altercado y nada más.

»Pasó y seguímos hablando hasta que nos mudamos juntos. Al principio éramos nosotros y una amiga de él, después solos. Un día me acuerdo que estaba buscando en unos cajones de la casa y encontré una hoja de no sé qué cosa de un hospital de Argentina. Un tal "Hospital Chalamet de Atención Médica Pública", pero tenía manchas de sangre. Y bueno, cuando le pregunté por eso me volvió a contar lo de los nudillos, pero se me hacía raro.

»Después, un día formalizamos lo nuestro y todo estuvo más que bien, hasta que pensamos en la posibilidad de ser padres. Va, yo le dije, y él se puso incómodo. Y a las semanas volvía a aparecer esta amiga suya que te conté, para hablar de un hijo que les pertenecía.

DESAPARECIDA; SHIRBERT (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora