十四

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Al llegar al registro civil, el hombre que nos atiende es muy amable, casi demasiado, y aunque parece sorprendido por vernos, tan jóvenes y casándonos, insinúa que no somos los primeros el día de hoy.

—Hoy en día, los jóvenes encuentran rápidamente a sus compañeros, o forman vínculos casi de inmediato.

Kise solo sonríe, pero yo no sé cómo debería responder. Asentir me hace sentir un poco hipócrita. Yo quería esperar un poco más, después de todo.

Al pasar por un konbini cuando nos dirigimos hacia el instituto, Kise se detiene abruptamente, y alegando que necesita utilizar el baño, entra rápidamente. Yo lo veo alejarse, y me debato sobre comprar la prueba ahora, o tal vez en otro momento, cuando Kise vuelva a clases. Pero la curiosidad es más fuerte, y entro decidido.

Al terminar mi compra, salgo casi corriendo, y escondo la prueba en mi bolsillo. Decido que esperaré un mes para hacerme la prueba, después de todo, sigue sin ser seguro que esté embarazado, y aunque así lo fuera, tal vez podría dar un resultado erróneo si no espero lo suficiente.

Kise sale sonriente del konbini, y me toma de la mano en cuanto puede. La agitación que sentía en mi interior se detiene, sin siquiera darme cuenta de cuándo pasé a estar normal a sentirme un poco inquieto. Con solo tener su mano en la mía, me siento más tranquilo.

—Senpai, compré algo para ti —. Dice, sonriéndome y sacando de su bolsillo una prueba de embarazo. Sonrío ante la ironía. Los dos habíamos pensado en lo mismo —. Aunque creo que deberías esperar un par de semanas para hacerlo. Para asegurarnos de que el resultado sea el correcto —. Asiento con la cabeza, y guardo esta prueba en el otro bolsillo.

Caminamos hablando de nuestros planes, qué haremos si resulta ser positivo. No tenemos un plan b. Yo planeaba terminar mis estudios, pero con un niño, se nos haría más difícil, y no puedo depender de mi padre para siempre. A pesar de saber que ella me ayudará de todas maneras.

Kise dice que trabajará en lo que sea, con tal de tener dinero para nuestro futuro. Y en voz baja me habla sobre que tal vez le hayan ofrecido un puesto en el equipo nacional de básquetbol.

Sonrío. Él tiene un millón de posibilidades. Además, tiene su trabajo de modelo.

—Estaremos bien —, le digo, sosteniendo firmemente su mano con la mía.

Al entrar al instituto, me embarga la nostalgia. Hace solo un año atrás, yo estaba estudiando en este lugar. Era el capitán del equipo de básquetbol y mis kohais confiaban en mí, me seguían. Y ahora soy un antiguo estudiante.

Los profesores de turno, me saludan, me reconocen y se detienen por unos momentos para hablar conmigo, pero evito hablar de lo que en realidad vengo a hacer a este lugar. Kise no suelta mi mano, y aunque nos miran con sospecha, no hacen preguntas. Después de todo, ya se enterarán por el director.

Kise me lleva al despacho del director, y espera a que esté cómodo antes de hablar con el director. Le explica la situación, y aunque se ve ligeramente decepcionado por que tenga que darme de baja de la universidad, parece realmente feliz de que Kise y yo estemos juntos.

—Ahora, Kise-kun, por favor, déjanos a solas por unos momentos.

Kise se ve molesto, es un Alfa, no le gusta que le den órdenes, pero luego de mirarme, asiente con la cabeza y sale del despacho.

» Lo siento, Kasamatsu-kun, pero necesito decirte un par de cosas sobre la situación familiar de Kise-kun.

—No se preocupe, director —. Le respondo, y una sonrisa aparece en mi rostro —. Creo que ya sé de qué quiere hablarme.

Él parece sorprendido, pero sonríe.

—Entonces, déjame darte un consejo. Soy un viejo, pero he vivido mucho tiempo en este mundo —. Se aclara la garganta y sonríe benévolamente —. Las cosas serán difíciles al comienzo, sobre todo si resultas estar embarazado —. Mis ojos se abren con sorpresa ante sus palabras, pero él solo sonríe más ampliamente —. Por favor, soy un viejo, sé cosas que quizá te sorprenderían más que esto —. Se aclara la garganta una vez más, pero continúa después con una sonrisa —. Los padres nos apoyan en todo, sin importar lo que suceda, y en estos tiempos siempre esperamos que nuestros hijos sean felices, y mientras antes encuentren la felicidad, es mejor aún.

» Deja que tu padre te ayude en lo que necesitas, y ayuda también a Kise-kun. Él te poyará en todo, así que haz lo mismo por él.

—Lo haré —. Me siento algo incómodo al escuchar sus palabras, pero acepto que solo es un viejo, que nos conoce a ambos muy bien, y solo quiere lo mejor para nosotros.

Kise entra luego de un latido de corazón y se sienta a mi lado, mirándonos con sospecha, pero parece tranquilizarse luego de que mi mano toma la de él firmemente.

—Y ahora, caballeros, tendrán que disculparme. Necesito reunirme con los maestros para hacerles saber de un par de situaciones.

El director se pone de pie, nos da la mano en despedida y salimos del despacho, un poco más ligeros, pero aún con cosas por hacer.

Un aviso suena por los altavoces, llamando a los profesores al despacho del director. Kise sonríe cuando los ve pasar a su lado, pero no se detiene hasta llegar al gimnasio.

Él me abre la puerta y entra después de mi. Me sonrojo al recordar lo que pasó aquí entre nosotros dos. Solo ha pasado un día, pero en mi interior se siente como si hubiese pasado aún más.

El gimnasio está vacío y el sonido de mis pasos resuena por las paredes. Kise trae un balón y jugamos un momento, simplemente lanzando el balón a la canasta. Sé que intenta distraerme de todo lo que ha pasado, y aunque me divierto, mi cabeza sigue dando vueltas con todos los sucesos ocurridos recientemente.

Intentamos posponer lo inevitable, y cuando creo que me he olvidado de lo que sea que me molesta, Kise impide que me mueva demasiado, o que haga movimientos bruscos, y vuelvo una vez más a suspirar.

—Y ahora, senpai —, dice Kise, sonriendo —, tenemos que ir a tu universidad.

Él devuelve el balón a su lugar, limpia un poco el piso, y no me deja ayudarle, después de todo, no es como si estuviese muy sucio. Solo estuvimos jugando por un momento, el suficiente para hacerme olvidar lo que más temo hacer, pero después de todo, no se puede ignorar para siempre. Es mejor resolver el problema de una vez, y luego enfrentar lo que nos queda.

Asiento con la cabeza con la decisión ya tomada, y con su mano firmemente en la mía, salimos del instituto, en dirección a algo que no quiero hacer, pero en su compañía, me siento dispuesto a todo.

Kisematsu - Omae Wo Nokosanai (Kiseki no Sedai: Daini no Sedai #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora