Yang Yang miró con odio a su jefe frente a él.
Sí, su jefe, no podía decir nada más.
- Tendré una cita con un chico – anunció en voz alta.
El mayor lo miró.
- ¿Cuándo? –
- No sé – se encogió de hombros – aún no lo decido –
- Avísame con tiempo para hacer mis planes – dijo volviendo los ojos a su computadora.
Estúpido Jung.
Habían estado teniendo citas, compartiendo besos, caricias. Casi llegan a tercera base.
Aún así, al idiota no le parecía que salieran formalmente.
Pese a que era el único chico en la vida del otro, el castaño le dijo que no quería formalizar nada por el momento, y él accedió a soportarlo.
Pero se estaba cansando.
- Bien – espetó.
- Cariño –
- ¿Sí? – levantó la mirada, esperanzado.
- ¿Puedes llamarle a Winko y decirle que estoy esperando a que aparezca, pídele que mueva su enorme trasero... -
- No es tan grande, pero gracias, supongo – se burló el mencionado, entrando a la oficina.
- Tardaste una eternidad – se quejó.
- ¿Café? – ofreció el menor, levantándose de su lugar.
- Por favor – sonrió hacia él, viéndole salir – ¿qué quieres? –
- Necesito saber qué diablos tienes planeado para fin de año –
- Nadie quiere una fiesta empresarial para fin de año, Jaehyun. Supéralo –
- ¿Entonces no haré nada? –
- O puedes convencer a Yuta de que me devuelva mi presupuesto –
- Mejor tiro una pared con mis propias manos, es más sencillo – bufó – está bien. Supongo que haré mis propios planes –
- Oye – se sentó frente a él - ¿a qué hora llegó Renjun esta mañana? –
- Estaba aquí cuando llegué, ¿por qué? –
- No he hablado con él desde ayer –
- ¿Qué hiciste ahora? –
- Yo no hice nada – se quejó – él es quien estaba con el estúpido Qian en el centro, no yo –
- ¿Qué? – se incorporó en su lugar – ¿Renjun salió con Kun? –
- Y trató de convencerme de que fue una coincidencia, ¿puedes creerlo? –
El mayor le arrojó una pluma.
- Deja de desperdiciar mi tiempo en tus estupideces –
El chino lo miró indignado.
- ¿Disculpa? –
- Sabes que Renjun no está saliendo con nadie y que estás actuando imbécil de nuevo, ¿no? –
- ¿Cómo puedes estar tan seguro? –
- ¡Porque es Renjun! – gritó en un susurro.
- Sabes que él no es mi problema – bramó – hay un montón de buitres allá afuera – resopló – Dios, nosotros somos esos putos buitres –
- No veo tu punto –
- En cualquier momento algún idiota puede llegar a tomar a mi bebé, yo no voy a dejar que eso pase –
- Sicheng – suspiró – el niño estuvo soltero por años hasta que se encontraron de nuevo, él no va a irse con cualquiera. Sólo tranquilízate –
- No sé cómo puedes estar tan seguro – miró sus manos.
- Yo tampoco – admitió – sólo sé que lo estoy –
- Espero que tengas razón – frunció el ceño – ¿dónde está tu niño con el café? –
- Con Renjun – rió – siempre hace eso. Dice que va por café, se tarda alguna media hora, y vuelve sin nada –
- Vamos por ese maldito café – se levantó junto al otro – en realidad lo necesito –
- ¿Por qué tiene que ser tan idiota? – gruñó – si no quiere estar conmigo, sólo tiene que decirlo –
- Creo que ya lo hizo, Yang – frunció los labios – lo dice todos los días de manera diferente, pero lo hace –
- ¿Te refieres a su actitud? –
- Sí –
El azabache lloriqueó.
- Estoy perdiendo mi tiempo entonces –
- ¿Por qué no sales con ese chico? – sugirió el rubio.
Yang Yang sonrió al recordarlo.
- ¿Quieres verlo? Es muy guapo –
- Muéstrame lo que tiene –
El otro rápidamente sacó su teléfono y comenzó a buscar entre sus seguidores.
- Aquí – dijo entregándole el aparato.
- Vaya, en serio es lindo – sonrió brillante – mira ese torso –
- Además, es un maldito príncipe – canturreó – siempre es tan atento y tan malditamente romántico –
- Pero no es Jaehyun –
- ¿Por qué no puede ser Jaehyun? – dejó caer su cabeza en el escritorio – en serio Ren, voy a morir –
- No lo harás – le pasó el teléfono – saldrás con ese chico... -
- Hendery –
- Saldrás con Hendery y vas a darle una oportunidad. Si no te gusta, entonces puedes decirle lo que sientes y, si es tan bueno como dices que es, él va a entenderlo –
- Tienes razón – se incorporó – siempre sabes que hacer –
- Lo sé –
Tal sólo esperaba que eso aplicara en su vida algún día.