- ¿Hola? –
- Ven a beber algo, yo invito –
- Estoy en un momento especial con mi esposo –
Silencio.
- Tú... ¿Qué? –
Mierda.
- ...Puedo explicarlo –
- ¿Te casaste y no fui requerido? – rió amargo.
- Mierda – pudo escuchar movimiento al otro lado de la línea - ¿dónde nos veremos? –
- No sé, ¿al menos somos amigos? –
- Deja el drama, dime dónde... -
- En mi... en casa de Renjun –
- Dame media hora – dijo antes de terminar la llamada.
El chino suspiró frustrado y abrió una aplicación de compras en línea para conseguir un bonito regalo de bodas.
Jaemin no tenía la culpa.
- No está tan mal – dijo sentándose en el sofá.
- Nunca dije que lo estuviera – rió – es frío, pero lindo –
- Es frío porque no estás con él –
- Que romántico – se burló.
- ¿Lo extrañas? – interrogó curioso.
El mayor suspiró pesado.
- Todos los días –
- Por eso no has desempacado – inquirió, señalando las cajas de la cocina.
- Yang – suspiró – es algo complicado –
- Explícamelo –
- Una parte de mí espera que podamos regresar –
- ¿Por qué no sólo lo hacen? –
- Necesito saber que cambió antes de volver junto a él –
- ¿Qué tal si no pasa? – el mayor lo miró – lo siento, pero tienes que considerar todas las posibilidades –
- Tendré que mudarme –
- ¿Por qué? –
- Estás en su casa – respondió con inocencia – él no sabe que estoy aquí –
- ¡¿Es la casa del señor Dong?! – miró a su alrededor – algo grande para un soltero –
- Lo sé –
- ¿Por qué aún la conserva? –
- Acabábamos de mudarnos juntos. No tuvo mucho tiempo para venderla cuando lo dejé – admitió con culpa.
- Van algo rápido ¿no? –
- Es una historia de años –
Los ojos del menor brillaron curiosos.
- Bien – bufó – ni siquiera sé por dónde empezar –
- Por el principio ¿dónde lo conociste? –
- En una campaña ecológica – su sonrisa reflejaba su emoción – él, Jaehyun, Taeyong, Yuta y Suh... -
- ¿El arquitecto? –
- Sí – asintió - estudiaban en la misma universidad. No sé si lo sepas pero están algo obsesionados con preservar la naturaleza –
- Claro que lo sé. Soy asistente ejecutivo – obvió.
