Shotaro había pasado ya dos increíbles días junto Jisung.
Todo iba más que perfecto, hasta que recordó su principal problema.
- Deberíamos salir con Chenle un día de estos – sugirió el menor, comenzando a levantar la mesa.
El japonés suspiró.
- Como quieras – murmuró desanimado.
El tono de su voz no pasó desapercibido por el alto, quien lo miró extrañado.
- ¿Estás bien? –
- Claro –
- No, no lo estás ¿qué pasa? –
Lo miró dubitativo, pero sabía que tenía que decírselo.
- Sé bien que, si quiero que pase algo entre nosotros, tengo que ser sincero acerca de mis sentimientos –
- Estoy de acuerdo – tomó su mano, invitándolo a continuar.
- Y la verdad es que no sé si me siento cómodo con tu relación con Chenle – admitió.
El cuerpo de Jisung se congeló.
- Oh, no... no sé que decir –
- No tienes que decir nada, no te voy a pedir que te alejes –
- Porque eso no va a pasar, de todos modos – trató de no sonar muy molesto.
- No te haré elegir – soltó su mano y se levantó de la mesa – ten un buen día –
- ¿Sólo te irás? –
- No seré yo, Jisung. Eso lo sé –
- Taro –
- Adiós – sonrió levemente antes de darle la espalda y salir del comedor.
Jisung pensó que lo peor y más irónico de la situación, es que moría por llamar a Chenle.
- Te lo dije – espetó molesto al teléfono – un millón de veces, te lo dije –
- Ya sé – concordó, revisando la fecha de caducidad en una bolsa – realmente quise pensar que exagerabas –
- Por increíble que parezca, no estoy tan molesto contigo como lo estoy con él. Cuando te acuestas con alguien, al menos tienes la decencia de desaparecer lentamente, no sólo lo terminas –
- Debí escucharte – se lamentó – ni siquiera fue tan bueno –
- ¿En serio? –
- No – lloriqueó – fue demasiado bueno. Bastante rico –
- Voy a llorar en tu nombre –
- ¿Mark? – llamó una voz tras él.
El mencionado tensó su cuerpo y giró a verle.
- Hyuckie, te veré más tarde, amor –
- Está bien, bebé. Adiós –
Colgó la llamada y le lanzó una mirada fría al tipo frente a él.
- Yukhei, no pensé encontrarte aquí –
- Ya sabes, necesito comprar comida – bromeó.
- Supongo – frunció los labios – bueno, adiós –
- Espera – tomó su brazo.
- ¿Qué? –
- Te ves muy lindo –
Mark bufó exasperado.
- ¿Quieres parar? no tengo tiempo para esto –
- Te extraño –
- Yo no, y quiero irme. Tengo mucho que hacer –
- Vamos a hablar –
- No –
- Mark –
- Creo que debes dejar de insistir, hermano – opinó un tercero – no sé, me da la impresión de que no quiere hablar contigo –
El chino giró hacia el recién llegado, encontrándolo apoyado en uno de los estantes.
- No es tu asunto, hermano –
- Es mi asunto – irguió su postura y caminó hacia él - deja ir a mi chico o vamos a tener un problema muy grande –
- ¿Tu chico? – repitió burlón – por lo que pude escuchar, no haces más que usarlo –
El alto miró a Mark por una fracción de segundo, antes de volver al mayor.
- Estás muy equivocado – aseguró – así que, insisto, deja a mi chico en paz –
Lucas lo retó con la mirada por un momento antes de asentir.
- Bien – retrocedió – adiós, Mark –
El mencionado no respondió, sólo mirándolo salir del pasillo en el que estaban.
- Sungchan... -
- ¿Estás bien? – se acercó a tomar su brazo - ¿te lastimó? –
- Estoy bien, no te preocupes –
- Siento mucho no poder evitar que te tocara – se disculpó, atrayéndolo en un abrazo – cuando los vi ya tenía su asquerosa mano sobre tu cuerpo –
- No pasó nada – rió tímido – pero gracias –
- Por cierto – se separó para verlo - ¿qué fue eso de que te estoy usando? –
Mark bajó la mirada.
- Creo que escuchó lo que estaba hablando con Donghyuck – admitió – él dijo que sólo querías acostarte conmigo –
El alto jadeó ofendido.
- ¿Por qué diría algo así? –
- ¿Puedes culparlo? – rió – nos acostamos hace dos noches y no he recibido ningún mensaje desde que te fuiste de mi casa –
- Pero te dije que quería estar contigo –
- Cuando estábamos a punto de hacerlo. Ni siquiera lo dijiste en serio –
- Mark, lo dije en serio –
- Pues no sonaste convincente – murmuró.
- Lindo, no puedes hacerme preguntas cuando estoy pensando con mi entre pierna. No voy a escuchar o responder nada, a menos que estés diciéndome que no, entonces volveré a mi casa a llorar hasta quedarme dormido con un dolor indescriptible en mis testículos –
El mayor rió, golpeando suavemente su pecho.
- Lo digo en serio – continuó – y siento mucho no haberte llamado, no quería parecer insistente y asustarte –
- Está bien – se encogió de hombros – lo entiendo –
- Sí quiero estar contigo – aseguró, besando su mejilla – no quise hacerte pensar lo contario –
- ¿Entonces? –
- ¿Quieres salir conmigo? – sonrió coqueto – ya sabes, ser mi adorable novio –
- Tengo que pensarlo – bromeó.
- Esperaré –
- Sí quiero – dejó un suave pico en sus labios – sí quiero salir contigo –
- Entonces es oficial – canturreó – estoy saliendo con el hermoso Mark Lee –
Donghyuck moriría con la noticia.
Sungchan se me hace tan lindo en esta historia. Se los juro ❤️