Capítulo 06

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- Chicos, en serio no puedo soportarlo más – confesó el japonés, bebiendo de un trago su bebida.

- Tranquilo, amigo. Todo saldrá bien – alentó Jaehyun, encendiendo un cigarrillo.

Esa noche se habían reunido a pasar el rato, como en los viejos tiempos.

Habían invitado a Taeyong pero, como esperaban, el idiota los había rechazado por pasar más tiempo con su novio, tratando de reconstruir su relación. Lo estaba haciendo bien.

John estaba dormido cuando lo llamaron, por lo que le dejaron un mensaje de voz diciéndole que la vida de casado había arruinado su espíritu parrandero, teniendo la esperanza de que no fuera Donghyuck quien lo escuchara, pues lo querían mucho y no querían lastimarlo.

Así que sólo estaban ellos tres.

Como en los viejos tiempos.

- De todos modos – dijo el chino, recargándose en el sofá - ¿por qué te estresa tanto? –

- Jaemin está resentido conmigo. Lo estoy abandonando completamente –

- No serías tan estúpido para decírselo – retó el castaño.

- No lo soy, Jae. Cree que estoy trabajando ahora – rió.

- O piensa que estás con alguien más – sugirió Sicheng, encogiéndose de hombros.

El mayor lo miró alarmado.

- ¿Crees que sea así? –

- No sé, yo siempre pienso eso – admitió con pesar.

- Tienes problemas – se burló Jaehyun.

- Ya sé. Renjun me dio un ultimátum –

- ¿Qué te dijo? –

- Que si lo volvía a hacer, se iría –

- ¿De su casa? –

- Es absurdo, ¿no?  -

- ¿Crees que lo hará? – interrogó el japonés.

- ¿Tú qué piensas? –

- Que lo haría – aseguró – realmente no estás controlando lo que haces, amigo –

- Mierda, no puedo dejar que se vaya – revolvió su cabello – no voy a poder seguir sin él –

Jaehyun gruñó sonoramente.

- Les advertí que no se metieran en eso –

- ¿Qué planeabas? ¿Que nos acostáramos con cualquier chico lindo que encontramos por ahí? –

- Como lo haces tú – murmuró el chino – pobre Yang –

- No me acuesto con él – sonrió altanero – sólo nos besamos –

El japonés silbó impresionado.

- Nuevo récord –

- Es muy bonito para joderlo con él – apretó los labios, recordando.

- ¿Qué es? – preguntó Sicheng, notando el obvio descontento de su amigo.

– Dijo que va a salir con un chico –

- Tal vez sólo quiere ponerte celoso – entornó los ojos - ¿lo estás? –

El castaño bufó sonoramente.

- Por supuesto que no –

No lo estaba.





Revisó su teléfono cuando la pantalla se iluminó, sintiendo un hermoso cosquilleo en el estómago.

Hen

2:10

Debes estar dormido ahora

Sólo pasaba a desearte dulces sueños, tan dulces como tú

Descansa, bonito

Pataleó sobre su colchón, ahogando un gritito.

Hendery era sencillamente el chico más tierno con el que había salido en su vida.

Era un caballero, tenía lindos gestos con él y le dedicaba mucho de su tiempo.

No podía evitar notar que le faltaba ese detalle atrevido que era lo que le atraía principalmente de los chicos que le gustaban, pero eso quedaba a un lado cuando enviaba mensajes lindos.

Mensajes como el que acababa de recibir.

Sonrió emocionado y abrió la conversación con intención de responder, a sabiendas de que el mayor lo reprendería por seguir despierto, cuando su teléfono comenzó a sonar.

Otro de los encantos de Hen, era que era sumamente respetuoso, a diferencia del idiota que le estaba llamando sin importarle la hora

¿Por qué se sentía tan feliz?

- Hola –

- Hola, cariño – medio balbuceó.

- Estás borracho – señaló divertido.

- Y pensando en ti, ¿no soy romántico? –

Rodó los ojos.

- ¿Qué necesitas? –

- ¿Te desperté? –

- No en realidad. Estaba hablando con... nadie – rió.

No tenía por qué mencionarlo ahora.

- Te extraño –

- Acabamos de vernos esta tarde –

- ¿Quieres venir un rato? están unos amigos, pero les diré que se vayan si quieres –

- Paso. Voy a dormir –

- Amor – suspiró – por favor –

- No iré a ningún lado, Jae. Es tarde ya –

- Puedo ir yo, si lo prefieres –

- Jae – llamó cansado.

- ¿En 20 minutos? –

Qué idiota.

- Dejaré la puerta abierta –

- ¿Mi angelito va a esperarme en la cama? –

- No pasará –

- Lo sé – dijo serio – te quiero. Te veré en un ratito –

- Adiós – se despidió colgando la llamada.

Cubrió su rostro con ambas manos y gruñó frustrado.

Era tan débil.

Enojado consigo mismo, desbloqueó nuevamente su teléfono.

1:13

Gracias, Hen

Dulces sueños para ti también

Te llamaré mañana

Bloqueó su teléfono y lo puso boca abajo sobre la cómoda, ignorando totalmente las notificaciones de los mensajes nuevos.

¿Por qué no puedes ser tú?


¿Alguna vez les ha pasado eso? Que se odian por que no pueden querer a alguien que es mejor que la persona a la que sí quieren.

Entiendo totalmente la frustración de YangYang.

Victory and glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora