Capítulo 16

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- ¿Te acostaste con él? – gritó en un susurro.

- No, solamente nos besamos e hicimos algunas cosas – se lamentó.

- Increíble – negó – sabes lo que diré –

- Que sólo quiere acostarse conmigo –

- ¿Y estás bien con eso? –

- No –

- ¿Y qué vas a hacer? –

- ¿Pasar fin de año con él? – sonrió nervioso.

- No puede ser, ¿vas a irte por ahí con un chico al que acabas de conocer y con el que sabes que no tiene otra intención que tener sexo? –

- No me iré por ahí. Voy a llevarlo a casa de Jaemin –

- ¡No lo harás! –

- Ya lo llamé, no hay nada que puedas hacer –

- Si él supiera... -

- Él lo sabe, dijo "Markie, eres un chico travieso" y que estaba bien con que lo llevara conmigo –

- Mark –             

- Ya sé – se apoyó sobre su mano – tal vez no es tan malo –

- Espero que no te arrepientas después – dijo sincero

- Yo también –





- Jae – llamó a la puerta de su departamento - ¿hermano? –

No recibió respuesta.

Ni de sus llamadas, ni mensajes.

Como su última opción, sacó de su bolsillo su copia de la llave y abrió.

Su amigo estaba en el sofá, mirando la televisión sin poner atención, en pijama y con notables bolsas bajo sus ojos.

Suspiró pesado y entró al departamento, caminando directamente a la cocina.

Puso a hervir agua, lavó los utensilios sucios del fregadero, y dejó un paquete de ramen cocinándose.

Se dirigió a la sala para levantar los pañuelos usados y envolturas del suelo, y limpiar un poco el polvo de los muebles.

Llevó una botella de agua al mayor para obligarlo a beberla despacio y lo ayudó a llegar a la regadera para que se aseara.

Puso la comida a la mesa de café y ayudó a su amigo a vestirse para llevarlo de vuelta y tratar de hacerlo probar un bocado.

- Sicheng... - murmuró con voz ronca.

- Ya sé – sonrió a medias – lo siento –

El castaño no dijo nada. Solamente se apoyó en el cuerpo del chino y comenzó a sollozar desconsolado, sintiendo al otro dar suaves palmadas en su espalda.

No tenía a quien quería, pero al menos no estaba solo.





- ¿Entonces? –

- Me gusta – admitió con la boca llena.

- Te lo dije – sonrió triunfal.

- Perdón, cuando dijiste que era picante imaginé wasabi – lamió sus labios.

- Aquí – Jisung acercó sus dedos para limpiar el restante de salsa de su boca, y luego los chupó para quitar el residuo.

El mayor se sonrojó

- Y, ¿cómo ha ido tu día? –

- Bien en general – se encogió de hombros – Chenle se tiró disolvente en el pantalón y me culpó de ello –

Ahí estaba de nuevo.

Había mencionado a Chenle al menos seis veces en la última hora.

Era como si no pudiera evitar hablar de él, pensar en él.

- ¿Pasan mucho tiempo juntos? –

- Estamos todo el día juntos – llenó su boca con comida.

- Debe ser muy divertido – dijo entre dientes.

- Es el más divertido del mundo –

El mayor decidió que lo mejor era ignorar los celos que sentía. Tenía que hacerlo.

Él y Jisung apenas habían comenzado a salir y, aunque le costara admitirlo, sabía que si le daba a elegir, él no sería su primera opción.

Ya lo superaría.





Mark quería dejar de reír, pero no podía.

Sungchan estaba balbuceando a todo pulmón una canción en inglés que estaba en la radio, incluyendo todas las palabras que conocía e inventando algunas otras.

¿Cómo era posible que alguien que tan sólo lo estaba utilizando fuera tan divertido?

El menor bajó el volumen de la radio, aún riendo.

- ¿Qué quieres cenar? Yo invito – alzó las cejas, mirándolo por un segundo antes de volver su vista a la autopista.

- Estoy bien con lo que elijas –

- Vamos – canturreó.

- Lo digo en serio –

- Bien – se encogió de hombros - ¿has probado los caracoles? –

- ¿Qué tal hamburguesas? –

El alto soltó una carcajada.

- Eres un chico mimado –

- ¿Qué puedo decir? A la gente le gusta complacerme – bromeó.

Sungchan sonrió de lado.

- A mí me gusta – dijo coqueto.

- Basta –

Se detuvo en un semáforo en rojo.

- De verdad – se acercó a besar sus labios – me gusta cuando sonríes –

- Claro que no – se ruborizó.

- Eres muy bonito, Mark Lee –

- Cierra la boca –

- ¡Eres muy bonito, Mark Lee! –

El mencionado rió avergonzado y golpeó su brazo.

- Me gustas – dijo antes de besarlo nuevamente.

En serio, ¿cómo era posible?

Sungchan es un lindo 🥺❤️

Victory and glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora