Capítulo 26

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Chenle colgó la llamada con el ceño fruncido.

- ¿Qué sucede, amor? –

- ¿Puedes creer que el idiota de Shotaro dejó a Jisung solamente porque somos amigos? –

- ¿Cuál es el problema? –

- No hay ninguno, ese es el punto –

El mayor abrazó a su pareja para tratar de que se sintiera más ligero.

- Tal vez está celoso –

- No tendría por qué. Si supiera lo que Jisung siente por mí, sabría que no hay comparación, en absoluto con lo que podría sentir por él – lo miró a los ojos - no hay nada que elegir, la decisión está tomada y siempre será él a quien Jisung elija de esa manera –

Taeyong asintió pensativo.

Ahora se sentía estúpido por pensar que su novio lo abandonaría por su amigo.





- Veo que regresaron – inquirió Jeno, llegando junto a Renjun.

- Hace un par de días – asintió – en año nuevo –

- Se acostaron – dedujo Donghyuck junto a la parrilla – la carne es débil –

- Fue un buen sexo de reconciliación – se encogió de hombros.

- A mí me parece lindo. Sicheng me agrada mucho – defendió Jaemin.

- Eso sólo dices porque es el mejor amigo de tu esposo – se burló su hermano.

- Precisamente, eso me dio oportunidad de conocerlo mejor. Les aseguro que es un buen hombre, sólo algo estúpido –

- Gracias, Nana – dijo el chino conmovido – espero que ahora que las cosas están bien entre nosotros el resto pueda acercarse a él –

- Lo haré – prometió el moreno – necesito asegurarme de que el idiota no va a joderlo de nuevo –

Los tres restantes lo miraron enternecido.

No importaba la situación de Donghyuck, él siempre estaba cuidándolos y protegiendo sus corazones.





- Okay, amor. Te veré allá – dijo colgando la llamada – Tae dijo que nos vayamos, que nos alcanzará en un rato –

- Está bien – murmuró el menor, desanimado.

- Vamos, Jisung. Salir con amigos te hará sentir mejor –

- Eso espero – se acercó a él y lo rodeó con sus brazos – son todo lo que queda –

- Eso no significa que puedas ser mimoso – se quejó, empujándolo.

- Eres el peor amigo – hizo un puchero.

- ¿Y? tú eres el que estaba enamorado de mí – se burló, tomando sus llaves para caminar a la salida.

- Vamos a olvidar eso por favor – rió, siguiendo sus pasos - ¿crees que a tus amigos les moleste que vaya? –

- Les caíste bien – se encogió de hombros, subiendo al auto junto al otro.

- Ellos son agradables –

- Eso dices hasta que no puedes sacarlos de tu hogar, matrimonio... tu vida –

- ¿Matrimonio? – lo miró alzando la ceja.

- Tae y yo lo hemos estado hablando – sonrió – no suena tan mal cuando lo pones en perspectiva -

- Vaya, el bastardo quiere casarse después de todo –

- No lo llames así –

- Hablo de ti –

- Oh – asintió – pues sí, sí quiero casarme –

Dedicaron el resto del viaje a planear la boda y todos los posibles desenlaces desastrosos hasta que llegaron a casa de Donghyuck.

- No entiendo por qué no cocina tu amigo el chef – dijo el menor antes de entrar.

- Hyuck hizo un berrinche para ser él quien se encargara de la parrillada. Sólo espero que... -

- ¡Zhong Chenle! – llamó un enfurecido hombre caminando hacia ellos.

- ¿Qué? – preguntó a la defensiva, colocándose detrás de Jisung.

- ¿Estuviste cobrándome el alquiler de tu propia casa por cuatro putos años? –

- Ah – salió de su escondite – Jungwoo, no creerás que esa casa costaba la miseria que pagabas por ella –

- ¡Era mi mesada, idiota! Jeno incluso tuvo que prestarme dinero muchas veces –

- Su problema – sonrió cínico – además, era el dinero que usaba para comprar la despensa. Deja de lloriquear –

- ¿Despensa? Comíamos ramen y enlatados –

- Era para lo que alcanzaba – bramó.

- Están asustando al niño – defendió un tercero, caminando tranquilamente hacia ellos – no tengo el gusto – dijo extendiendo su mano.

- Park Jisung –

- Na Jaemin – se presentó sonriente - ¿por qué no te conozco? –

- Fuimos juntos a la inauguración de Mark, ya sabes, en la que decidiste no aparecer – reclamó Chenle. 

- Bueno, es un placer, Jisung – dijo guiñándole un ojo.

El menor sintió un cosquilleo en el estómago.

- ¿Qué hacemos aquí? – preguntó un elegante hombre alcanzándolos.

- Jisung y yo nos conocemos – explicó el castaño.

- Ya veo – el recién llegado tomó su cintura con fuerza y extendió una mano hacia Jisung – soy Yuta Nakamoto, su esposo – forzó una sonrisa.

Demasiado bueno para ser real.

- Park Jisung, amigo de Chenle –

- Siento llegar tarde, chicos – saludó Taeyong, entrando en la estancia – tenía que hacer una parada –

- ¿A la librería? – cuestionó su pareja, mirando la bolsa que llevaba en su mano.

- Un amigo me recomendó este libro – se hizo a un lado – incluso lo invité a venir –

El corazón de Jisung latió con fuerza cuando sus ojos se encontraron con los del chico frente a él.  

- Shotaro – susurró sin aliento.

- Creo que mejor los dejamos solos – dijo Chenle, empujando a todos a la cocina.

Tal vez querrían escuchar.

¿Recuerdan que en el primer libro Jungwoo y Chenle vivían juntos? Por eso ahora le reclama que le tuviera que pagar renta cuando ellos no arrendaban la casa.

Victory and glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora