Capítulo 14

145 19 0
                                    

- ¿Por qué no me ha llamado? – preguntó Sicheng, apoyado en la mesa.

- No sé, ¿quieres levantarte? – pidió su amigo – la gente nos mira raro –

- Te dije que fuéramos a un bar – se incorporó – ahí la gente siempre está triste o en busca de sexo –

- ¿Y por qué no buscas sexo? –

- Porque amo a Renjun – lo miró serio – lo amo y quiero que sea el único por el resto de mi vida –

Jaehyun dejó caer los cubiertos sobre la mesa de mala gana.

- Tu depresión me quitó el apetito –

- Lo digo en serio –

- ¿Si quiera porqué tuviste un ataque de celos? Creí que lo habías superado –

- Creí que sí – aseguró – pero cuando lo vi ahí, fue como si quisieran apartarlo de mí. Como si pudiera acercarse a él, besarlo y sonrojarlo solo por tomar su mano. Como yo lo hacía –

- Pero ha pasado tanto tiempo – negó – tú cambiaste y él no quiere alejarse ahora. Menos por ir donde alguien más –

- También él cambió. Y no va a darme otra oportunidad –

Jaehyun suspiró pesado.

- Lo siento, amigo –

- Lo sé – levantó la vista y frunció el ceño – oye, no mires pero... -

- ¿Qué? – siguió los ojos de su amigo a la entrada del local - ¿Yang? –

- ¿Ese es el tal Hendery? –

El mayor giró la vista nuevamente hacia el chino y sonrió.

- Está bien –

- ¿Tú estás bien? –

El castaño lo miró, pero no dijo nada.

No podía decir nada.





- Tu casa luce increíble – halagó.

- Tú la decoraste –

- Pero luce increíble – codeó a su pareja – ¿no es así John? –

- Es hermosa – aseguró el alto.

- Supongo que se ve bien – admitió Mark, encogiéndose de hombros.

- Hola, chicos – saludó Renjun, uniéndoseles - ¿a qué hora llega Chenle? No conozco a nadie más que ustedes y me aburren como la mierda. Sin ofender, Mark –

- No hay problema –

- No lo sé – respondió el moreno – pero espero que sea pronto –

- ¿Por qué? – preguntó John, totalmente ignorante de sus planes.

- Por... porque Renjun se está aburriendo con nosotros –

- ¿Desde cuando te importo? –

- Renjun, siempre me has importado –

- Claro que no –

- Claro que sí –

- Claro que no – concordó el canadiense – ninguno de nosotros –

- ¿Es el día de atacar al buen amigo Hyuck? – rió nervioso – después de todo lo que hago... -

- Ya llegó Chenle – señaló el chino.

Todos se giraron hacia la puerta para asegurarse de que, en efecto, el menor iba entrando, seguido por su novio y, por último, su apuesto invitado.

- Ven conmigo – dijo tomando a Mark de la mano, viendo como Chenle hacía lo mismo con su amigo.

- Jisung, tengo que presentarte a alguien – anunció emocionado – ¿listo? –

- Claro – sonrió.

Ambos pares caminaron entre la multitud hasta que quedaron uno frente a otro.

- Jisung – llamó nuevamente – él es Mark –

El menor no dijo nada.

Luego sonrió.

Extendió su mano para el azabache, quien hizo lo mismo, y la apretó amistosamente.

- Hola, Mark –

- Hola –

- Tu casa es muy bonita –

- Gracias, espero que te sientas cómodo – pidió cordialmente.

¿Qué?

¿Y todo lo demás?

No había fuegos artificiales, ningún tipo de ave, y el resto del mundo aún era visible para ambos.

El par restante intercambió miradas confundidas.

- Iré por un trago ¿qué les traigo? – ofreció el anfitrión.

- Lo que sea cargado – pidió el menor amablemente - ¿Lele? –

- Estoy bien – murmuró, viendo al otro alejarse - ¿qué mierda te pasa? –

- ¿Perdón? –

- Dijiste que era el chico de la librería – regañó Donghyuck a su amigo – explícate –

- Jisung dijo que era un empleado de la librería – miró al mencionado – dijiste que hablabas con un chico que trabajaba donde Mark –

- ¡¿Mark trabaja ahí?! – abrió los ojos, impresionado – debemos preguntarle si lo conoce –

- ¿Qué? – preguntó Haechan, irritado.

- Mark – llamó el menor de todos al azabache, que los alcanzaba nuevamente – debo preguntarte sobre algo –

- Claro –

- Un chico en tu... -

- ¡Amigo! – llamó feliz a un recién llegado, antes de congelarse completamente – Haechan – dijo más bajo.

- ¿Sí? –

- Mi compañero viene con él – sus manos temblaron – mi amigo viene con el chico del que te hablé –

- Hola – saludó el tímido desconocido cuando llegaron a su encuentro – Mark, traje a mi amigo Sungchan conmigo. Espero que no te moleste – fingió.

- Hola, Mark – saludó el alto – no sabía que era tu fiesta. Es un alivio que Shotaro me obligara a venir con él –

- ¿Shotaro? – llamó Jisung con ojos brillantes – h-hola –

- Hola – saludó sorprendido.

Y ahí estaba.

Los fuegos artificiales, el canto de los pájaros y el mundo desapareciendo para ambas parejas, todo ante los consternados ojos de Chenle y Donghyuck, que apenas conectaban los puntos en su cabeza.

Bueno, ahora tenía sentido.

La comunicación es importante, bebés.

Victory and glory Donde viven las historias. Descúbrelo ahora