Capítulo 6, Luz

1.3K 120 15
                                    

Allí estaba, con ese maldito italiano a escasos centímetros por detrás suyo, quería volver a su habitación de una vez, Gilen ya se había ido, al igual que Lutz, era normal que no quisieran estar más tiempo en la presencia de aquel indeseable, la única que se había visto obligada había sido ella, aún tenía todo el día por delante hasta la esperada noche en la que podría explorar.

Ragazza, no hagas esto más difícil de lo que ya es —susurró tras ella, no quería darse la vuelta pero lo hizo igualmente, era más peligroso no saber lo que hacía.

—Ninguno de los dos corre peligro, ¿qué más da? —preguntó encontrándose con sus ojos violetas, intentando sonar segura de sí misma y lográndolo a medias.

—Verás bella, aunque finjas no darte cuenta, el colgante lleva un tiempo reaccionando a algo —replicó con normalidad, sin apartar la mirada.

—¿Ah sí? Creo que reacciona a la repulsión que me provocas —dijo de la forma más fría que le fue posible.

—Es divertido ver como intentas autoconvencerte ragazza —respondió sonriendo y eliminando los centímetros que los separaban.

—Más quisieras. ¿Puedo volver a mi habitación de una vez? —inquirió intentando cambiar el tema de conversación y huir de la situación que tenía pinta de estar yendo a peor.

—Antes quiero comprobar algo... —murmuró besándola con increíble delicadeza, ella intentó resistirse para finalmente seguirlo.

Se separaron, el primero con su habitual sonrisa de autosuficiencia, la segunda sonrojada, y sobre todo molesta por haber acabado cediendo. Intentaba que su ritmo cardiaco volviera a bajar sin mucha suerte, parecía que la conocía mejor de lo que pensaba y le gustaba meterse con ella de aquella forma.

—¿Puedo irme ya? —preguntó de nuevo con un leve temblor en la voz.

—Tan solo a cambiarte, vamos a salir, a no ser... que prefieras quedarte a hacer otra cosa —replicó relamiéndose, provocando que Lyn se sonrojara aún más.

—Prefiero salir —dijo alejándose hacia donde se suponía que estaba su habitación, aún sintiendo el calor de sus labios.

Sin duda disfrutaba con sus reacciones... se sentó finalmente sobre la cama, no quería enfadarlo incluso aunque no pudiera matarla, el colgante no impedía que le hiciera daño de todos modos, y menos a su hermano, las habitaciones por las que había pasado estaban cerradas, ninguna parecía estar ocupada, tendría que investigar otra de las zonas del lugar por la noche, y a ser posible, hacerse con las llaves de las puertas.

Inspeccionó las bolsas de ropa, toda era un tanto... suspiró sacando el contenido de una y tendiéndola sobre la cama, a su lado. Ropa de diseño, ajustada, cosas que no se pondría nunca, ahora no tenía otra opción, cogió la que más normal le parecía, unos pantalones vaqueros con brillantes en los bolsillos y una blusa azul que le resultó un tanto molesta de poner, al menos al cerrarla no tenía que preocuparse por un excesivo escote como el del vestido que llevaba hacía tan solo un rato.

Se calzó los botines con menos tacón que encontró y finalmente salió de la habitación, quizás podría explorar y usar como excusa que se había perdido, tarde, allí estaba el asiático de los tatuajes, Luciano debía de haberlo mandado a buscarla. Quería preguntarle unas cuantas cosas, si interrogaba a cada uno por separado sacaría información sobre lo que realmente había pasado en su casa.

Se acercó un poco, para tropezar con sus propios zapatos, malditos e incómodos tacones, maldijo mentalmente mientras caía encima de Kuro, que la miró con cara de pocos amigos no, lo siguiente. Pasó una mano por su katana aún envainada mientras ella se levantaba nerviosa, ¿no iba a matarla... no?

¿Amor o tortura? (2P!Axis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora