Queen's Book (One-Shots)

Goodbye Dear Friend.

Dedicado a nuestro amado, Freddie Mercury. Siempre te vamos a recordar con cariño. Eres una leyenda.

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La cortina de la ventana del estudio sube y baja por el viento. La tela lo saluda y se despide con cada exhalación de la brisa, dejando a John con un aire de nostalgia y miedo. Su corazón se oprime con cada pensamiento, llamado o atisbo de que algo no está bien.

Camina hacia el gran ventanal y observa hacia afuera, percantándose de que un auto se estaciona frente a su casa. De inmediato se esconde detrás de la cortina, asomando su cabeza con el ángulo justo que le permite ver al invitado inesperado... o eso cree hasta que se da cuenta quién es.

De pronto un escalofríos recorre toda su columna vertebral, dejándolo acorralado entre la cortina danzante y la pared. En unos segundos su respiración se acelera, siente como sus pulmones buscan oxígeno y su corazón palpita fuertemente dentro de su pecho. Tiene un presentimiento, siente miedo.

El timbre de la puerta suena, taladrando con fuerza sus tímpanos. Los pasos acelerados de su esposa atraviesan el pasillo en dirección hacia la puerta, invitando a John a unirse rápidamente en busca de un comentario. Al cruzar el camino que da hacia la entrada puede ver a Verónica de espaldas a él, saludando al recién llegado que le responde al abrazo con muy pocas fuerzas. John se queda a mitad de pasillo, sus pies se plantan con fuerza en el suelo con temor; el sudor de sus manos se hace presente, nuevamente no puede aguantar la espera.

-¿Qué pasa? - pregunta con solo ver a Roger con una palidez en su rostro.

-John... - la duda se mezcla con el dolor. De pronto el baterista rompe a llorar - No pude llegar... se ha ido.

Esa simple frase de inmediato le dió un vuelco al corazón. Todo sonido a su alrededor se esfumó, el suelo dejó de existir y las paredes se convirtieron en rocas pesadas que poco a poco caen sobre él.

En cuestión de segundos su mundo se vino abajo.

En cuestión de segundos todo se fue tal como lo acaba de hacer su querido hermano, Freddie.

Lo último que ven de John es su cuerpo corriendo de vuelta a su escondite, cerrando con fuerza la puerta detrás de él. Verónica le sigue y solo consigue quedarse arrodillada en el pasillo, pero Roger permanece de pie en el vestíbulo, porque sabe que en esos momentos John desea estar solo.

La cortina sigue ondeando, pero ahora el aura es diferente porque el dolor se apodera de cada rincón, tal como se siente en ese momento John, el hermano menor de Freddie y su fiel compañero.

Se reprocha por no haber ido a visitarle, pero sabe que no hubiera podido resistir al verlo de esa forma. El pecho le dolía con tan solo imaginarlo sufrir al estar postrado en una cama, justo después de haber dado todo durante su vida.

¿Por qué todo es tan injusto? ¿Por qué tienen que irse los más jóvenes? Solo un misterio morboso y molesto. Ya odia todo, simplemente detesta que todo haya terminado. Se permite llorar, pero el llanto mismo no se materializa hasta que ve su bajo postrado en su apoyador.

La banda. ¿Queen seguirá siendo lo mismo?

Para John ya no tiene sentido nada.

Su espalda choca contra la pared y se desliza lentamente hasta tocar el suelo. Rápidamente abraza sus piernas al llevarlas hasta su regazo, acurrucándose como niño asustado. Su cabeza ya reposa sobre sus rodillas y solo puede ver hacia el exterior a través de la ventana, aquella que ha sido su compañera en estos largos días de espera.

Lágrimas silenciosas van apareciendo hasta empapar el rostro del bajista, lo que impide su visión hacia afuera donde todo parece normal, pero ajeno al inmenso dolor que lleva consigo.

-Adiós, Freddie...

Es lo último que escucha la habitación antes de que los sollozos aparezcan.

Se ha ido y esta vez para siempre.

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