Queen's Book (One-Shots)

A new friend

Inspirado en aquellas amistades que se unen tras algo en común, por muy pequeño que sea.

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Es un domingo cualquiera en la sala de reuniones donde los integrantes de Queen se encuentran con la nueva voz que los va a acompañar en una gira por Europa. Brian está emocionado al enseñarle la lista de canciones y el reciente itinerario al jóven cantante Adam Lambert, quien se muestra ansioso y un poco avergonzado, ya que nunca pasó por su cabeza que ahora estaría frente a frente a dos grandes leyendas del rock, y mucho menos a pocas semanas de empezar una gira con ellos.

El chico estadounidense está atento a todo lo que el guitarrista le explica, siendo este muy cauteloso para que no se pierda nada de vista. Con su dedo índice le señala en las anotaciones las partes dónde debe intervenir con su voz, al mismo tiempo que le da algunos consejos.

Sin embargo, él no es el único que se encuentra allí en la reunión, sino que a su lado está un Roger Taylor un tanto distraído y pensativo. Sus dedos no dejan de tamborilear sus piernas y sus ojos bailan desde el reloj colgado en la pared, hasta el reloj de su teléfono celular, tal como si estuviera comprobando que ambos aparatos estén indicando la misma hora.

Sus lentes para leer se los acomoda de nuevo, ya es la tercera vez que se masajea los párpados en busca de relajación, sirviendo esto de ayuda para poder enfocar su maltrecha visión en el reloj que le observa desde lejos.

De reojo, Brian observa el comportamiento de su amigo, notando cómo el baterista se muestra ausente de todo lo que ha dicho hasta ahora. Por respeto al joven no le dice nada, pero juraría que el mismo Adam también se ha dado cuenta de lo que pasa.

-Roger, ¿estás bien? - le pregunta sin poder contenerse más. Ante su voz, su amigo se sobresalta y enfoca sus ojos por primera vez en los dos asistentes.
-Eh... Sí, claro... Lo siento, solo estoy algo incómodo en este asiento.

Brian inspecciona el sofá dónde se encuentra sentado Roger y pronto frunfe el ceño al percatarse de todo lo contrario. Juraría que de los tres, él posee el sofá más cómodo.

-Estaba comentándole a Adam que me gustaría que incluyera algunas canciones de su álbum en el repertorio. ¿Estás de acuerdo en ello?

-Claro... Sí, me parece muy buena idea. - logra responder después de lanzar una mirada rápida a su teléfono celular.

-Para mí sería un honor poder interpretar uno de mis temas en sus conciertos. De verdad, muchas gracias.

-Para nada, nosotros agradecemos a ti por aceptar ser parte de este proyecto.

Adam se sonroja al escuchar el comentario de Roger y esto le basta al baterista para devolverle una sonrisa y mirar nuevamente el reloj.

-Roger, ¿de verdad no sucede nada? ¿Esperas a alguien?

-Yo... No, estoy bien, es solo que... - mira a los dos hombres y se avergüenza al darse cuenta que había estado ausente durante la reunión - Lo siento, creo que he sido un maleducado.

-No se preocupe, estos encuentros pueden ser algo tediosos. - responde Adam siguiendo con gracia la reacción del mayor - En todo caso, creo que ya he anotado todo lo que tenía que anotar. Estoy saturado de información.

-En ese caso se puede tomar un descanso.

Brian abre sus ojos claramente sorprendido ante la acción de Roger, quien rápidamente se pone de pie como chico de veinte años para disponerse a salir.

Adam ríe ante la elocuencia de la escena y se une al baterista para entregarle sus lentes de sol que dejó en la mesa. Brian los sigue con la mirada y negando con la cabeza detiene a Roger a mitad de camino.

-¿Me puedes decir qué rayos te pasa? ¿Desde cuándo te comportas así?

Roger pone sus ojos en blanco y se cruza de brazos como niño malcriado.

-Tengo algo importante que hacer y no puedo perder tiempo.

-¿Y esto no era importante para ti? ¿Qué dirá Adam?

-Tranquilo Bri, no lo tomes así. - coloca sus manos sobre los hombros de su amigo y de manera juguetona le da unas palmadas - Él es un chico profesional, ya sabe qué hacer.

-Pero...

-Nada de peros, solo relájate y tómate un té, mientras yo voy rápido a un lugar y regreso.

Roger no le da tiempo a Brian para que se queje, ya que de inmediato sale de la sala y sigue el camino que da hacia la salida, no sin antes toparse con algunos curiosos que se acercaron para saludarle.

Cuando va doblando la esquina que da hacia las escaleras escucha unos gritos eufóricos que provienen del otro lado del pasillo. Él se detiene en seco y decide desviarse hasta ese lugar; cuando llega, Roger se sorprende al ver a un grupo de trabajadores del edificio gritar con histeria, mientras que en la pantalla del televisor que está en la pared se muestra la imagen que tanto había esperado.

"Gran rebote que lleva a un tiro perfecto desde el área chica, para dar pase a un increíble toque del balón que termina en gol. ¡Gran definición del jugador que adelanta el marcador para el equipo del Chelsea!"

Las palabras del comentarista le alegran el espíritu a Roger, quien se contagia con la emoción y se une a la celebración de los hombres, quienes al verlo se sorprenden al darse cuenta de quién es, pero la felicidad compartida de ver a su equipo ganar les hace olvidarse por un momento de su nombre y lo aceptan en el círculo.

Uno de ellos le hace una seña y le indica que se siente a su lado, por lo que el baterista de Queen acepta la invitación y sonríe ampliamente al encontrar el sitio perfecto para ver a su equipo favorito jugar.

Desde la puerta Adam visualiza todo con una sonrisa al darse cuenta de la razón por la que el músico estaba tan insistente. De esta manera, él decide acercarse al círculo de hombres para ver mejor el partido que dispersó al baterista de la banda en los minutos previos y así empaparse con ese ambiente.

Roger, al ver al jóven cantante acercarse a él, de inmediato sintió un poco de vergüenza, pero tras notar la sonrisa cómplice y radiante del chico, pudo relajarse nuevamente.

-Así que es amante del fútbol. - comenta al detenerse a su lado.

-Un placer culposo, debo decir. Soy inglés, lo llevo en la sangre. - responde Roger muy orgulloso de ello - ¿Te gusta también?

-No mucho, debo admitir, pero sí me empapo con la emoción que causa todo esto. Es divertido.

-Bien, entonces puedo enseñarte más para que disfrutes de la mejor manera.

Adam sonríe emocionado y se une a Roger para poder ver el partido. Desde ese momento, ambos pudieron conocerse mejor y sentirse más a gusto el uno con el otro, aunque en principio sus gustos sean distintos.

Más adelante Brian encontró al par y no pudo dejar pasar la oportunidad de compartir un momento con ellos, aunque aquel deporte no fuera de su total pasión. Sin embargo, tan solo el hecho de distraerse e integrar al jóven a esta nueva vida que llevarán, era más que una motivación.

Aquella tarde no solo el Chelsea ganó la Champions League, sino que también Roger, Brian y Adam se unieron como equipo.

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