Compañía

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-En cinco minutos estará aquí el Sr. Taylor, así que ten todo preparado.

Responder con un "sí" es más que suficiente. Tu jefe ya suplica que prestes atención, más ahora que en el programa asistirán los miembros de Queen junto a Adam Lambert, por lo que todo debe ir viento en popa.

Para el show de James Corden no es de extrañar que asistan grandes celebridades, tampoco es extraño estar ajeno al estrés, los gritos, las carreras por los pasillos; solo ya estás acostumbrada. Tu lugar está en la sección de maquillaje y vestuario, allí solo te encargas de que los invitados luzcan muy bien ante las cámaras... Pero la verdad es que nadie se preocupa por como estés. ¿A quién vas a engañar?

Miras el teléfono celular y resistes a la idea de devolverle la llamada a Cristian, porque sabes que debe estar esperando que aparezcas, pero lo cierto es que no puedes... Simplemente no.

Descubrir que te engaña con otra no es lo que te duele realmente, sino el haberte tardado tanto en averiguarlo. Fueron años de relación que se supone que se afianzarian con su boda, pero al final te quedaste con el vestido en el closet y la vergüenza de quién no fue capaz de saber todo desde un principio.

Odias esta situación y odias estar así a mitad de trabajo, pero no puedes hacer más cuando a medio llorar abren la puerta del camerino y debes arreglarte para recibir al invitado.

-Hola T/N, te presento al Sr. Roger Taylor de Queen. Por favor, trabaja con él y trata de que esté listo en diez minutos. - ordena tu jefe con el estrés marcado en su frente.

-Sí, señor. - respondes en voz baja y tomas un respiro para serenarte.

Sonríes de medio lado al ver al músico y extiendes tu mano para alcanzar el saludo que él te ofrece.

-Mucho gusto, gracias por la atención.

-Es un placer.

Él te sonríe de vuelta y asiente a algo que le comunica tu jefe antes de salir. Cuando ambos se quedan solos te das cuenta que él ha estado mirándote fijamente, pero luego responde a tu llamado y se sienta frente al espejo para permitirte comenzar el trabajo.

-Será algo rápido, señor. Siéntase cómodo, por favor.

-Gracias linda. - responde con una sonrisa y luego se deja maquillar por ti.

Al principio es algo incómodo tener que maquillar a celebridades tan reconocidas, pero el tiempo que llevas haciendo esto te ha dado la madurez y la serenidad necesaria para mantener la compostura y trabajar con profesionalidad. Sin embargo, esta noche no es igual a las anteriores; tus manos tiemblan y tu ritmo es torpe y algo brusco. Te disculpas dos veces con él al tropezar con su pie o al echar un poco de base en su camisa.

Te muerdes la lengua al evitar lanzar una maldición y tienes que respirar profundo para no terminar en un colapso nervioso. En pocas palabras, esta no es tu noche.

Cuando te volteas para tomar unas toallitas húmedas y limpiar parte del desastre, de inmediato sientes que una mano toma la tuya, haciéndote sobresaltar. Al seguir el trayecto de la mano te das cuenta que es de Roger, quién te mira con ojos que reflejan compasión y pena... mucha pena.

-Tranquila, respira. - te dice con voz apaciguada.

Abres los ojos con sorpresa y tartamudeas al tratar de responder, pero él se adelanta y toma la toallita por ti.

-Descuida hija, esto se quita rápido.

Con manos rápidas y ágiles va frotando la toallita sobre su ropa y al terminar te sonríe ampliamente, tratando de tranquilizarte.

Queen's Book (One-Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora