Lan Qiren nunca había dejado de pensar en su querida hija. Ella era como un hermoso lago cristalino que en un momento podía ser tranquilo y reflejar el cielo o podía estar agitado y causar zozobra. En ese sentido, Jingyi se la recordaba mucho... o al menos le recordaba a su hija antes de su desaparición.
Las batallas eran duras, pero se suponía que en ese momento ella había vuelto al campamento con algunos heridos. Nadie supo el momento en que desapareció, no había tiempo para preocuparse por una ausencia cuando una guerra se estaba luchando, ni porque se tratara de la hija del maestro Lan Qiren. Para cuando todos regresaron al campamento y se dieron cuenta, ya era demasiado tarde.
Ella apareció semanas después en la entrada principal del Receso de las Nubes cuando el toque de queda ya había pasado y no había guardia en la entrada. Él no había estado presente, pero sí Feng Liang que había vuelto allá para esperar cualquier noticia de quienes participaban en la búsqueda. Él volvió en cuanto supo que su hija estaba en casa, pero al finalmente estar allí no reconoció a aquella persona. A simple vista no tenía ninguna herida y los sanadores le aseguraron que su salud no estaba afectada, pero su semblante era frágil, como si fuera a romperse al más mínimo toque. Ella intentaba tranquilizarlos, repitiendo que iba a estar bien, que solo necesitaba descansar algunos días más para reponerse, pero su presencia ya no era la de un lago cristalino, alguien había enturbiado sus aguas.
Lan Qiren volvió a marcharse pues aún estaban en guerra y necesitaban toda la ayuda que fuera posible. Al volver, Lan Shui había vuelto a cambiar. Estaba más delgada y tenía algunas ojeras, pero su mirada ya no estaba vacía. En ella había una calidez que, aunque no era la misma de antes, le daba una esperanza de que todo estaría bien. Pronto se enteró de la razón de ese cambio. Lo que había en su mirada era ilusión, el anhelo de una futura madre.
En ese momento no supo cómo reaccionar. Lo embargaba una terrible furia por lo que revelaba ese hecho respecto a su desaparición y contra todo precepto hubiera deseado saber quién había sido el rufián que le había hecho algo así a su pequeña para matarlo él mismo sin darle la oportunidad de suplicar piedad. Sin embargo, su alegría era también la suya y si ella estaba tan feliz de convertirse en madre, él también lo estaría de convertirse en abuelo.
La guerra continuaba. No había tiempo para ceremonias y por eso no se hizo el anuncio de que había un nuevo niño en la línea principal del Clan Lan. Cuando pasó el tiempo del Zuo Yue Zi, solo los miembros del clan llegaron a conocer al pequeño Lan Xin. Él era la alegría de su madre que desde el primer momento se dedicó ya únicamente a su hijo. Su cuerpo había quedado muy débil después del parto, por lo que tampoco hubiera podido dedicarse a nada más. Lan Qiren iba a visitarla cada vez que estaba en el Receso de las Nubes y la observaba interactuar con su hijo.
Jamás volvió a ser la misma de antes, pero era feliz y eso era todo lo que importaba, así que él también estaba feliz. Estaba junto a ella tanto como le era posible pues seguían en guerra y él debía apoyar a su sobrino, pues aún era un líder muy joven. Sus sobrinos también llegaban a verla con frecuencia y Lan Shui reía a un volumen bastante alto por lo nervioso que se ponía Lan Wangji cada vez que el pequeño se asustaba con su cara tan seria y comenzaba a llorar. Lan Xichen intervenía y pronto lograba consolarlo hasta provocar que sonriera. Lan Wangji lucia decepcionado, pero nunca sabía qué hacer cuando el niño lloraba.
Cuando Lan Qiren llegaba, la reacción de su nieto era casi siempre la misma. Al principio daba un grito agudo y movía mucho las manos, pero en cuanto aprendió lo que era reír, daba una carcajada tan fuerte que podía oírse desde la residencia más cercana. Luego sus manos ya no fueron tan torpes y se aferraban a la larga barba del viejo maestro para dar un fuerte tirón.
La guerra había terminado. Lan Qiren podía volver a casa y pasar más tiempo con su hija y con su nieto, pero así solo se hizo más evidente que la vida de Lan Shui se estaba desvaneciendo como un río al que le cortan su caudal hasta que un día su vida se evaporó.
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Just don't let me disappear
FanficEsta historia se encuentra publicada gratuitamente en Wattpad y Ao3. Si lo encuentras en otro lado es un plagio. OMEGAVERSE/WANGXIAN Un fic de Mo Dao Zu Shi que sigue al canon pero en un mundo omegaverse. ¡Grandes noticias! ¡Wei WuXian ha muerto! To...