Un sueño y una pesadilla ( Stanley Uris y tu)

Capítulo 1

(Tu)

-Muy bien chicos, ya llegamos al pueblo- escuche decir a mi madre. Abrí los ojos y vi unas pequeñas casas a mi alrededor. El sol recién comenzaba a salir y por lo tanto había muy poca gente. Realmente no sé si sentirme feliz o triste ya que es la tercera vez que me mudo en mi vida. 

-¡Dale floja, arriba!- me sacudió mi hermano mayor a lo que yo solo le dedique una mirada asesina- bueno bueno, dejo a la malhumorada con su sueño- se alejo de mí.

No me gustaba que me hablaran apenas me despertaran, necesitaba aunque sea una hora para que alguien recién me dirigiera la palabra. Seré una odiosa para algunos, pero es un momento de paz que necesito antes de comenzar una mañana.

Me llamo _(t/n) _(t/a) y tengo 15 años, tengo a mi hermano mayor Steven que tiene 18 años. Y a mi madre y mi padre. Somos una familia bastante normal podríamos decirlo, proveníamos de California debido a un trabajo que le asignaron a mi padre en este pueblo, pero antes nos habíamos mudado de _(t/p) y por eso se español e ingles, además de un poco de italiano ya que considero que es una lengua bastante linda.

Aunque nos hemos mudado debido a mi padre, en esta última mudanza hay otra razón por la cual nos alejamos de la ciudad. 

Yo...

Digamos que estoy en una fase de depresión debido a un acontecimiento que sucedió en una academia que iba. Mis sueños...por los que había luchado desde que tengo memoria, se destrozaron o prácticamente me los rompieron en mil pedazos. Para muchos será algo estúpido pero...era algo en lo que había invertido mucho tiempo y pasión y que alguien venga y te diga que no es suficiente o que no eres apta es algo que realmente duele.

Mi familia pensó que sería mejor alejarnos un tiempo de la ciudad y venir a este pueblo, lo cual no me desagrada ya que podría conocer gente nueva, solo quiero dejar de sentir esta angustia en mi interior. Es algo realmente espantoso.

-¡Llegamos a nuestro nuevo hogar!- dijo mi padre con alegría, levanté la vista y vi una casa de dos pisos con un pequeño jardín adelante. Me desperté de la emoción y como si se tratara de una bala, baje a toda velocidad para poder ir al interior de la casa para ver todo. La sala era espaciosa y al parecer la cocina también, pude ver que en el fondo había una puerta que daba directo al patio, me fui hacia el espacio abierto y quede maravillada con todo, el suelo era todo de un color verde intenso y había un árbol con un columpio atado en el.

-¿Es muy lindo no?- dijo mi madre que se puso a mi lado.

-No podría estar más de acuerdo- dije mientras sonreía levemente, sentí como puso una mano en mi hombro.

-Todo el mundo tiene que caer para poder levantarse hija- la mire y ella se puso a mi altura- tu lo harás...eres alguien fuerte- dijo mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja- lo llevas en la sangre- me dio un beso y se fue adentro. No pude evitar sonreír, no tengo quejas de la vida que me ha tocado porque...no pude haber pedido una mejor familia.

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-Muy bien hecho chicos- dijo mi madre- nos merecemos una deliciosa cena.

-Podríamos comprar una pizza- dijo mi hermano- si quieren puedo ir a comprarla.

-Sería una buena idea, además podrías conocer el pueblo-dijo mi padre- ¿porque no vas con tu hermano _(t/n)?

-Prefiero terminar de acomodar mi habitación, además me ubico mejor cuando es de mañana- dije con una sonrisa.

-Floja- dijo mi hermano.

-¡Oye!- le di un pequeño golpe en el hombro. Me fui a mi cuarto y comencé a desarmar las cajas faltantes hasta que encontré la caja que me producía dolor de solo verla. Podía verse como resaltaba la palabra ''Recuerdos'' y no niego que me producía malestar. Simplemente la deje bajo mi cama y continue arreglando las cosas.

Termine de arreglar todo en una hora y pude ir a cenar con tranquilidad, todos ya se encontraban en la mesa esperándome para empezar a comer.

-Bueno _(t/n), mañana te inscribiremos a la escuela de Derry. Lo mas probable es que empieces el lunes así que tienes todo el finde semana para recorrer el pueblo con tu hermano o puedes conocer gente- decía mi mamá.

-Al parecer tenemos unos vecinos judíos y del otro lado una mujer mayor, parecen ser muy amables. Y al parecer la familia judía tiene un hijo de tu edad _(t/n)- dijo mi padre.

-¿Justo tiene que ser un niño? ¿No tiene una hermana o algo?- dijo mi hermano, ahí va su modo celoso.

-Yo no te digo nada cuando estas con tus novias Steve- dije con una pequeña risa.

-No harás nada frente a mí pero no me duran ni una semana gracias a ti pequeña demonio- dijo mientras me acariciaba el cabello.

-El día que me traigas una chica decente la aprobare, hasta ahora me has traído pura mujer sin cerebro.

-Ja ja- así paso la noche entre risas y pláticas. Hace mucho tiempo que no me sentía feliz.

Tal vez...este sea un nuevo comienzo.