(Tu)
Dos semanas después...
-Muy bien...-mire mi caja de recuerdos que estaba sobre mi cama, mis zapatillas de baile, mi ropa, todo se encontraba a la vista- tengo que superar esto- comencé a cambiarme y a los minutos ya estaba lista, como cuando iniciaba cada sesión o clase. Mi pantalón de Lycra negro, una camisa deportiva y mis zapatos bien puestos. Me acerque al espejo y pude verme en mi reflejo, estaba como hace unos meses. Podía ver esa aura de felicidad que había desaparecido pero...por unos instantes los recuerdos malos pasaron por mi mente- no vas a ganarme- dije mientras ponía una mano en mi frente y cerraba los ojos para soportar el dolor de cabeza- tu eres yo...- me mire al espejo- y las dos vamos a pasar esta etapa para que nunca mas vuelvas a querer tomar control sobre mi.
Con paso firme salí de mi habitación para la sala, mis padres no estaban y mi hermano se había ido a trabajar así que tenía la casa para mí. Empecé por lo básico, estire todo mi cuerpo e hice las posiciones de ballet que me las sabía de memoria. Al principio me costo moverme pero poco a poco mi flexibilidad volvía a la de antes. Una vez lista salí al jardín trasero de mi casa y respire profundamente, el sol alumbraba todo a mi alrededor, la brisa fresca movía las hojas de los árboles y podía escuchar el silencio relajante.
-Es ahora o nunca- dije en voz alta, deje el equipo de música en una esquina y puse el cd para que comenzara a reproducir- sé que me escuchas...-me quede mirando a un punto fijo- te superare y ya no me abrumaras con tu maldad y oscuridad- cerré mis ojos mientras respiraba tranquilamente, mi respiración se regulaba y mi mente estaba en blanco.
-Recuerda que tú eres alguien fuerte mi niña....lo llevas en la sangre- y con eso último en mente, la música comenzó a sonar.
A medida que avanzaba mi cuerpo se movía solo, como si una hoja se dejara llevar al ritmo del viento. Más suelta, más libre...así me sentía a medida que avanzaba. Daba vueltas, podía estirar mis piernas hasta llegar a mi cabeza y lo que mas me gustaba hacer, dar saltos. Sin darme cuenta mis recuerdos regresaron y todo se dejaba fluir a medida que la música sonaba, sin detenerme subí al techo de mi casa para poder seguir con el ritmo dentro de mí. Lo sentía.
Finalmente era libre...
La melodía estaba por terminar y con todas las fuerzas que tenía salte de las alturas para dar el salto final y aterrizar en el suelo.
-Lo hice...-dije mientras sonreía- ¡Lo hice, lo hice!- dije mientras saltaba de la felicidad.
-¡Baila así de sexy cuando sea nuestra luna de miel!- escuche un grito a lo lejos, me di vuelta y vi a Stan, Richie y a Eddie mirándome por la ventana de la habitación del judío.
-¡Cállate Richie!- dijo Eddie. Podía ver a los otros dos sonrojados, definitivamente no me esperaba que alguien me estuviera viendo. Sin pensar me puse colorada y baje la mirada, no es que me importara en sí ya que baile muchas veces baile en público pero...por alguna razón el hecho de pensar que Stan me vio es lo que me produce cosquillas en el estómago. Con la felicidad que me consumía mire a los muchachos que los veía discutir con el de anteojos.
-¡Chicos!- los llame y los tres me miraron con algo de vergüenza- ¡En vez de quedarse ahí vengan! ¡Vayamos a buscar a los demás y nos quedemos en mi casa!- al principio no reaccionaron pero luego de unos segundos se fueron al interior de la casa. Esto es un gran comienzo y ya sé por donde empezar para mostrar mi victoria.
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-¡No puedo creer esto!- dijo la colorada mientras le mostraba cómo bailaba- ¡De verdad eso es genial!
-¡Ven así se baila!- la agarre de las manos y comenzamos a movernos al ritmo de la salsa que sonaba a todo volumen en el patio de mi casa. Después de meses estaba desatando toda la energía que tenía acumulada y eso era genial- ¿Van a quedarse ahí chicos? ¡Vengan!- agarré a Stan y Ben para que nos acompañaran.
-N-no sé bailar _(t/n)- dijo Stan bajando la mirada. Yo le tome sus manos y le puse una en mi cintura y otra la sostuve con mi mano.
-Solo déjate llevar- le dije en un susurro en el oído al cual sentí como su cuerpo tembló por unos instantes. A principio íbamos lento debido a la música, pero más adelante cuando empezó a tomar ritmo los dos nos movimos de una manera bastante única, y pude sentir una calidez en el pecho a medida que sentía como su agarre era más firme y me miraba a los ojos.
-¡Es mi turno!- Richie se puso en el medio de los dos y quede frente con él. Yo mire por unos instantes al judío y luego mire al de lentes. Le enseñe a Richie los movimientos y siguió el ritmo de la música.
-¡No puedo creerlo!- escuche unas voces de fondo, cuando me di vuelta vi a mis padres y a Steve con una sonrisa. Pude jurar ver a mi madre con lágrimas en sus ojos. Me acerque a ellos con una sonrisa y con una reverencia tome la mano de mi hermano y mire a mis padres.
-¿Me harían el honor de acompañarme en esta pieza?- dije en español, podía ver sus rostros llenos de emoción. Debe ser una gran alegría verme hacer algo que hace meses no lograba, pero... al final pude vencer a mi miedo. Mi familia me acompaño y junto con mis amigos y familia compartí la alegría de volver a vivir mi vida a pleno.
De volver a bailar con total libertad y ser yo misma otra vez...
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Un sueño y una pesadilla ( Stanley Uris y tu)
Fiksi PenggemarUna chica con un sueño, pero fue destrozado por diversas razones. Se muda a Derry dónde conoce al grupo de los perdedores, aunque su atención se centro en un chico llamado Stanley. Era un judío bastante peculiar para _(t/n) y quería llegar a conocer...