Epílogo

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(4 años después...)

(Stan)

-¡Odile no subas ahí!- agarre a la pequeña de dos años que estaba sobre la biblioteca- ¡Ciro no vayas hacía allá!- lo aleje de las escaleras que no estaban cerradas con la pequeña puerta.

-¡Mami, mami!- decían los pequeños.

-Mami ya regresa en unos momentos- decía mirando a los dos- por favor compórtense- Los solté un segundo y se largaron a corretear otra vez- ¡Niños regresen!

Dolcezza (cariño) ya regrese!- escuche la puerta principal abrirse y en ese momento los niños corrieron en busca de su madre.

-¡Mamá, mamá!- dijeron los dos y abrazaron las piernas de su madre mientras ella se arrodillaba a su altura.

-¿Cómo estuvieron mis dos angelitos? ¿Le dieron mucho trabajo a papá?- dijo en español.

-Llegue arriba de la biblioteca...- señalo nuestra pequeña Odile, digamos que al hablar variados idiomas los niños adaptaron todo rápidamente. Hablan su español, italiano y mi ingles.

-No debes hacer eso Odile, puedes lastimarte y tu Ciro... ¿qué hiciste?- dijo mi mujer mirándolo seriamente.

-Quise bajar las escaleras...-bajo la mirada, en ese sentido Ciro era igual a mí, era tímido y un poco miedoso a la hora de admitir sus errores pero también tiene la valentía y carácter de su madre cuando se trata de defender a los que le importan.

-No deben hacer eso niños, pueden lastimarse. Ahora vayan al jardín un rato ¿si?- les dio un beso a cada uno y los pequeños corrieron a jugar en el sol de la tarde- ¿Te dieron mucho trabajo?- se acercó y me dio un beso.

-Nada que un padre no pueda manejar- de manera involuntaria solté un bostezo revelando mi cansancio- ¿como te fue con las clases?

-Bien, igual ya puedo tomarme unas vacaciones. Adam y Raquela pueden hacerse cargo del estudio por mí, ahora quiero disfrutar de mis hijos y mi esposo- me paso las manos por el cuello mientras acariciaba el cabello.

-¿Eres feliz conmigo? ¿No te arrepientes de haber dejado París?- dije mientras le sujetaba la cintura.

-Quiero que te quede claro algo Amore mio (amor mio) Odile, Ciro y tu...son lo mejor que me pudo haber pasado.

-¿Te acuerdas cuando supimos que seríamos padres?- dije con una sonrisa.

-Como olvidarlo...

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(2 años atrás)

-Cariño hace días que tienes mareos y nauseas. Debemos ir al doctor...- dije preocupado, estábamos limpiando la casa hasta que vi que casi cae al suelo.

-Ya se me va a pasar Stan, no exageres- dijo ella mientras intentaba ponerse derecha, pero rápidamente puso la mano en su boca y salió al baño para poder vomitar.

-Es todo, esta tarde iremos al doctor...

Esa misma tarde habíamos ido al médico, nos hicieron pasar al consultorio y nos dejaron esperando.

-¿Qué crees que sea?- dijo ella preocupada.

-Seguramente sea el estrés princesa, estas invirtiendo mucho tiempo en el estudio nuevo, deberías descansar un poco...- le acariciaba el cabello.

-Cuando tenga todo en orden prometo tomarme un descanso ¿si? Lo prometo- me dio un beso y en ese momento entro el doctor con un ecografo.

-¿Porque el ecografo?- dije mientras el doctor encendía el aparato.

Un sueño y una pesadilla ( Stanley Uris y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora