Un sueño y una pesadilla ( Stanley Uris y tu)

Capítulo 18

(Stan)

No puedo creer que este haciendo esto, jure nunca mas regresar a este pueblo de porquería y aun así aquí estoy. Llegue a la hacienda del pueblo para buscar una habitación, entre al edificio y pude escuchar cómo algunas personas estaban gritando.

-¡Es una locura!

-Lo que Beverly ve llegara a pasar sino lo detenemos- me quede congelado por unos segundos intentando procesar todo lo que acabo de escuchar- tenemos que recordar...- mis pies se movieron al origen de las voces y me encontré con seis personas en la sala de recepción.

-¡No haremos esto es algo tot...!- el hombre de lentes se detuvo a mirarme por unos segundos al igual que yo a él- ¿Stan?- todos se dieron vuelta y me miraron con los ojos abiertos.

-¿Richie?- dije con duda a lo cual el tipo me abrazo.

-¡Por dios maldito idiota estas vivo! ¡Odile tenía razón!

-¿Odile?- dije sin entender, la colorada se acerco y me abrazo al igual que el resto del grupo.

-No vuelvas a darnos esos sustos Stanley ¡Pensamos que habías m-m-muerto!- dijo el castaño, que ya me di cuenta que se trataba de Bill.

-Estaba por morir- dije a los chicos- estaba por suicidarme cuando una llamada me detuvo- mire por toda la sala y no pude encontrar a quien quería ver- ¿dónde esta _(t/n)?

-Stan necesito que te sientes unos momentos- dijo Ben- ella esta bien solo que...

-Que-dije serio-¿le sucedió algo? ¿el payaso la tiene?

-No no es que ella se desmayo después que intento hablar contigo y...- Eddie miro a Bev en busca de ayuda.

-No es la única que esta con nosotros- dijo la mujer.

-No entiendo...

-¿Te acuerdas de lo que nos contó _(t/n) con respecto a su personalidad?- dijo Bev y yo asentí, como olvidar el día que me contó su mas grande secreto. Su más grande debilidad- esa fase...esta en ella.

-¿Qué quieres decir?

-Odile- dijo Richie- la otra personalidad de _(t/n) se manifestó y...nos había dicho que ella pudo salvarte antes de que cometieras la locura- dijo entre comillas- aunque debería patearte el trasero por habernos hecho pasar por tantos malestares imbécil.

-Quiero verla- dije mirando a todos- llévenme con _(t/n)- Bev me guió hasta su habitación para luego irse. Estaba nervioso, después de tantos años la volveré a ver. Aunque no sé como ira a reaccionar ella, cuando se fue a París había decidido dejarla ir. No quería frenarla con su sueño de ser una gran bailarina, no quería atarla a mí.

Siempre veía sus recitales desde mi computadora, veía su dedicación y alegría al hacerlo. Y cada vez que ella veía a la pantalla directamente sentía que me miraba a mí, el ver esa mirada que me penetraba el alma me traía un montón de sensaciones que nunca experimente con nadie mas. Sí, me había casado, pero fue por no terminar solo y porque pensé que nunca más la volvería a ver pero...ahora la mujer que amo se encuentra detrás de esta puerta. Respire profundamente y entre a la habitación, pensé que no había nadie hasta que sentí el ruido de la ducha. Me acerque un poco y pude escuchar unos sollozos... estaba llorando.

-Stan porque...-pude escucharla-maldito idiota, me dejaste otra vez- mi cuerpo tembló- me dejaste cuando me fui a París y ahora estas muerto. Porque...-mi corazón se encogió, había roto mí promesa el nunca hacer que una lágrima de dolor caiga por su rostro y sobre todo si era por mi culpa. Abrí la puerta con cuidado y pude verla con el rostro cubierto dentro de la bañera, seguía llorando y eso me dolía. Sin que notara mi presencia me arrodille a su lado.