Capítulo 2

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(Tu)

Al día siguiente me levante temprano, desayune un café con leche y una fruta. Si era algo raro pero a mí me gustaba. Hacía un día soleado y como era viernes podía ver cómo los chicos iban a sus clases, como no tenía que ir todavía quise ir a ver el colegio donde iría.

Por lo que mi madre me había descrito era una escuela pública y por lo que mi padre me dijo solamente había una. Así que vestida con unos jeans y una camisa de mangas cortas salí a la calle para ver cómo sería mi día a día a partir de ahora. Había muchos niños por todos lados y podía ver cómo algunos me miraban con curiosidad, es cierto que cuando se trata de un pueblo pequeño casi toda la gente se conoce y yo era una total desconocida para todo el mundo.

Por inercia seguí a los chicos hasta que vi el instituto, el timbre del inicio de clases ya estaba sonando a lo cual hizo que a los minutos todo estuviera desierto, a lo a lo lejos pude ver que había un cartel en la puerta que decía que a partir del lunes comenzaban las vacaciones de verano.

-Significa que no tendré que empezar las clases hasta dentro de unos meses- dije con decepción- ¿qué se supone que haré todas las vacaciones sino conozco a nadie?-  me di vuelta para irme pero sentí como alguien choco contra mi haciendo que cayera sentada al suelo- ¡Demonios!

-¡De-d-de ver-verdad l-lo si-siento!- decía un chico que al parecer era tartamudo, me dio su mano y me ayudo a levantarme.

-Gracias- dije mientras me sacudía la ropa- será mejor que te vayas, creo que estas llegando tarde a clases.

-Ci-cierto, es-e-espero ver-verte otr-otra vez- dijo mientras entraba apresuradamente a la escuela. Bien _(t/n) conociste a alguien y no fuiste lista en preguntarle su nombre. Por el resto del día decidí caminar por la zona hasta que a lo lejos sentí como sonaba el timbre de la escuela.

-Bueno, aunque sea podré ver a los chicos a la salida. Veré si encuentro ese chico tartamudo- camine hacía la escuela y a lo lejos reconocí al castaño con el que me choque en la mañana. Estaba con otros tres chicos y podía ver cómo tiraban los libros a la basura, definitivamente es el inicio de las vacaciones de verano. Estaba por acercarme a saludar hasta que vi a un grupo de chicos mayores a ellos acercarse, esto no me gusta.

-¡Devuélvemelo!- dijo el chico de rulos que al parecer le había agarrado algo y lo tiro sobre el autobus escolar, aunque por suerte cayo justo en mis pies.

-¡Eres- u-un i-idiota Bowers!- escuche al chico, oh no. Estaba por golpearlo pero el hecho de ver a la policía cerca lo detuvo, le dijo algo y le puso su mano con saliva en la cara del castaño antes de irse con el resto de su grupo.

-Gracias a dios- dije en un suspiro. Respire profundamente y me acerque a ellos con determinación, los muchachos no despegaron la mirada del abusivo así que no notaron mi cercanía- disculpen...-los muchachos se dieron vuelta y el castaño abrió los ojos.

-Tu e-eres l- la -ch-chica de esta ma-ñana- yo asentí con una sonrisa.

-No tuve la oportunidad de presentarme, me llamo _(t/n)- dije mientras miraba a todos- ¡ah! y creo que esto es tuyo- le di el pequeño sombrero al chico de rulos, pude ver como su mirada brillo por unos segundos y no voy a negar que sentí mi cara caliente.

-Gra- gracias- dijo el chico de rulos- mi nombre es Stanley, pero me llaman Stan.

-Me llamo Richie, pero puedes llamarme Gran Richie nena- sin evitarlo solté una risa- y este enano de acá se llama Eddie.

-¡No me llames enano Richie!- dijo el chico, no niego que me dio ternura.

-M-mi nombre e-es Bill- dijo el castaño de ojos azules.

-Un gusto chicos...

-Nunca te habíamos visto por aquí- dijo Eddie.

-Llegue ayer...-dije mientras levantaba los hombros- mis padres me iban a inscribir a esta escuela pero por lo que parece ya están de vacaciones.

-Ya era hora, estaba arto de este lugar- dijo el de anteojos- aunque si quieres puedes juntarte con nosotros, así no estarás sola y de paso tienes el placer de estar con este hombre hermoso- dijo señalándose así mismo.

-Jajaja sería un placer- mire mi reloj- me tengo que ir, tengo que limpiar la casa hoy.

-¿Por dónde vives? A lo mejor vives cerca de alguno de nosotros- dijo Eddie.

-Vivo cerca de aquí, pero no me sé las calles- dije mientras bajaba la vista- igual no quiero causarles molestias.

-N- no eres nin-ninguna mo- molestia.

-Lo único que sé es que tengo por vecinos a una familia judía y a una señora mayor.

-¿Tú eres quién se mudo a esa casa?- mire a Stan- ¡Vives al lado de la mía!

-¿De verdad? ¡Ahora todo tiene sentido! Mi padre había dicho que había un chico de mi misma edad. Bueno señor de rulos, seremos vecinos a partir de ahora- dije con una sonrisa.

-Te acompaño entonces- me despedí de mis nuevos amigos y con Stan nos encaminamos hacía nuestros hogares, charlamos de todo un poco y en cierto modo parecía un chico amable, creo que no voy a pasar sola este verano después de todo- bueno, aquí estamos.

-Gracias por acompañarme- dije con una sonrisa- espero verte pronto.

-Cuando organicemos una juntada con los chicos vendré a buscarte.

-Esta bien, adiós Stan- le di un beso en la mejilla y entre a mi casa.

Sin duda este verano será algo muy interesante...










Un sueño y una pesadilla ( Stanley Uris y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora