Una chica con un sueño, pero fue destrozado por diversas razones. Se muda a Derry dónde conoce al grupo de los perdedores, aunque su atención se centro en un chico llamado Stanley. Era un judío bastante peculiar para _(t/n) y quería llegar a conocer...
-¡Ahhhh!- grite mientras la fuerza me alejaba de _(t/n), en cuestión de segundos aterrice en medio de un lugar, mire a mi alrededor y me di cuenta que estaba en medio de la iglesia. Donde hice mi iniciación.
Mire en todas direcciones notando que todo estaba ligeramente iluminado, lo primero en lo que pensé fue en la mujer del cuadro podría venir por mí. Estaba intentando encontrar una salida hasta que encontré una puerta, corrí hacía ella intentando abrirla...pero me resultaba inútil.
-Stan...-sentí un susurro- Stanley...- me di vuelta y encontré a _(t/n) con un vestido de color negro, no tenía zapatos y podía ver que estaba llorando- ¿porque me dejaste?
-_(t/n) yo...- quise acercarme pero ella se dio vuelta.
-No sabes todo lo que pase- se abrazo así misma- pase por muchas cosas pero me di cuenta de algo...- se dio vuelta y pude ver que sus ojos ya no eran de color _(t/c) sino que había cambiado a un rojo intenso- me di cuenta de que te he odiado desde el momento que nos conocimos- comenzó a sonreír con su mirada penetrante.
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-Eres el hombre mas patético que he conocido en mi vida...- se acercaba a mi lentamente- te odio con todo mi ser, al final te utilice hasta ver a donde podía llegar tu corazón. Pero al parecer nunca fuiste suficiente...- me tomo de los hombros y me acercó.
-Nunca dirías algo así, te conozco, esta no eres tu...- dije intentando no creer en sus palabras.
-¿Realmente me conoces? ¿Sabes de quién te enamoraste realmente? ¿Si la _(t/n) que conociste es solo una ilusión o la verdadera soy yo?- se acercó a mi oído- tu eres mi juguete Stan y no niego que quiero disfrutarte antes de no verte nunca más...- paso su lengua por mi cuello y yo me tensé por un par de segundos- solo una vez...no dolerá cariño- cerré mis ojos dejándome llevar, podía sentir algo frío en mi piel hasta que sentí un par de golpes que provenían del otro lado de la puerta. Los golpes se volvieron mas fuertes hasta que finalmente se abrieron las puertas revelando a una mujer de cabello _(t/c) y un vestido con una mitad blanca y otra negra.
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-¡Aléjate de él!- con ese grito reaccione, me aleje de la chica con la que estaba y me di cuenta que tenía la sonrisa diabólica de del payaso maldito. Quise alejarme de él pero sujeto del cuello y mientras miraba en dirección a mi amada.
