Una chica con un sueño, pero fue destrozado por diversas razones. Se muda a Derry dónde conoce al grupo de los perdedores, aunque su atención se centro en un chico llamado Stanley. Era un judío bastante peculiar para _(t/n) y quería llegar a conocer...
-¡Silencio mademoiselle!- escuche a una de mis estudiantes hablar- primera posición, segunda, tercera, cuarta y descanso en la quinta- dije mientras miraba a mis alumnos- todos tienen un gran potencial en su interior, tienen que trabajar duro para poder llegar a la cima. Jamas olviden que ustedes son las que tienen el poder de llegar lejos, solo ustedes. Pueden irse, es todo por hoy- mis alumnos se fueron del salón y finalmente pude respirar, esto de ser coreógrafa y bailarina solicitada era algo muy agotador pero...al fin y al cabo amo mi trabajo, es lo que siempre soñé aunque...eso significara sacrificar algunas cosas.
-¡Al fin terminaste!- me di vuelta y vi a Raquela acercarse a mi- ahora en un rato nos iremos por unas bebidas con los chicos ¿quieres venir?- decía mi amiga.
-Por hoy me quedare aquí, tengo que preparar unas cosas, además tengo que hablar con una amiga hoy- a pesar de los años seguía hablando con Bev y no niego que eso me trae una gran felicidad, con los demás perdí el contacto al año que llegue a París. Cada uno siguió con su vida por decirlo así pero pensé que con Stanley sería todo diferente, pero como sucedió con los demás un día dejo de escribirme.
-Si cambias de opinión ya sabes dónde encontrarnos- dijo la pelinegra, el estudio quedo vacío y aproveche para poder calentar y comenzar a planear la coreografía.
Todos estos años no fueron mas que trabajo duro para poder llevar mi trabajo a la cima, lo cual había logrado de manera exitosa. Pero eso me llevo a sacrificar algunas cosas, salidas con amigos, el perder contacto con los perdedores y sobre todo con Stan.
No fue por mi culpa el hecho de que el judío no me hablara más, por varios años le escribía para saber qué le pasaba pero a la final me termine por dar por vencida. Intente rehacer mi vida muchas veces pero el recuerdo del chicos de rulos seguía de una manera muy latente en mí. Toque el collar que tenía puesto y suspire profundamente, era evidente que seguía pensando en él. Siempre me pregunto que habrá sido de su vida... ¿se abra olvidado de mí?
Deje esos pensamientos a un lado y me mire al espejo, me puse en posición y comencé a girar para entrar en equilibrio.
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Estaba concentrada en los pasos a seguir hasta que perdí la concentración al escuchar el sonido de mi celular sonando. Detuve mi coreografía y me acerque a ver quién me estaba llamando, estaba mirando mis pies y conteste sin fijarme de quién era el número.
-Ciao, chi è questo? (Hola ¿quién es?)-contesté en italiano. Al ver que nadie contestaba cambie el idioma- Hola ¿quién habla?
-¿_(T/N)?- escuche la voz de un hombre.
-Si ¿quién habla?
-Soy Mike Hanlon, de Derry- al principio no reaccionaba ya que por alguna razón los recuerdos se me hicieron borrosos- ¿_(t/n)?
