Extra

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Si lo ponían a recapitular exactamente como diablos había llegado aquí él diría que fue simplemente una cosa de destino. Puede que estuviera exagerando al respecto pero ¡Hey! Solo tiene quince ¿Sí? Él puede ser todo lo jodidamente dramático que quiera.

- ¿Estás bien? - La voz del alfa lo hace alzar la mirada del lavabo, el baño no está sólo pero es lo más alejado de las cámaras que encontrará.

-Si- su respuesta es tajante, tampoco es que le preocupe Christopher Lambiel era el ser más irritante que él haya conocido pero también era su amigo y él lo entendía.

-¿Nervios de novato? - los ojos color avellana flamean ante el comentario de Alexander.

-¿Por qué no te pierdes?- El ruso hace una mueca mientras abre la puerta.

Bien, él podía soportar a Lambiel pero no podía con Plushenko, su padre puede enojarse con él por odiar al hijo de su antigua inspiración de patinaje.

Su padre...

Lo que le lleva a este momento. Son sus primeros olímpicos y la prensa ha estado encima de él toda la temporada, no solo porque es su primera como senior sino porque iba a participar en los olímpicos con solo 15 años y todo el mundo tenía espectativas de él.

Ser el hijo mayor de Yuzuru Hanyu y Javier Fernández siempre había sido tener una carga en sus hombros, amaba a sus padres pero... ¿Cómo diablos haces para superar ser siete veces campeón de europa, dos veces campeón del mundo (tres en el caso de Yuzuru) y campeón olímpico por tres veces consecutiva?.

Takeshi estaba seguro de que su patinaje era bueno, una mezcla entre el patinaje de sus dos padres. Dramático y a la vez decisivo.

Hasta el momento llevaba una colección de medallas agradable como junior, de hecho había ganado la mayoría de sus campeonatos debatiéndose el podio entre Alexander y Christopher y a comparación de muchos no habia usado cuádruples en sus programas debido a que no estaban haciendo que sus huesos se torturaran antes de tiempo "estas creciendo" había dicho Yuzuru "no vamos a usar cuádruples contigo". Takeshi había llorado y hecho pucheros por todo una semana por la injusticia de que los demás estudiantes de Yuzuru and Javier Academy sí estaban explotando cuatro giros. "Su federación lo exige, la tuya no... Mientras no lo pidan nosotros estaremos bien haciendo triples por ahora". Javier fue más concreto al respecto, él no estaba muy seguro de que la federación española no lo exigiera, suponía que tenía algo que ver con el hecho de que su padre, los puso en una encrucijada sobre si respetaban los términos o Takeshi podía ir y patinar para Japón.

Le había ido bien con sus triples axel y Salchow aunque su favorita era el Lutz. Los medios se volvieron locos al respecto con que era un prodigio dentro de una generación llena de hijos de leyendas.

A veces sentía que la vida de su hermano menor, Enrique, era más fácil, tenía ocho actualmente y estaba en Juniors representando a Japón, no solía estresarse por las competencias, en realidad era la persona más relajada del mundo, tenía demasiado parecido a su padre y al igual que él era un alfa.

Takeshi, no... Él fue como su papá, un omega.

Lo que los lleva de regreso a la actualidad.

-¿Estás bien? Puedo traerte agua- murmura Chris realmente preocupado.

-No, no... Estoy bien, solo... No quiero cámaras.

- ¿No deberías estar ya acostumbrado?.

El hijo de los Lambiel era un bromista de primera y solía encargarse de los nervios de Takeshi tras bambalinas.

-Sigue siendo una mierda- exhala- Dios, a veces ser hijo de dos estrellas del patinaje no ayudan.

Ambos habían crecido bajo los reflectores y se comprendían mutuamente, no disfrutaban tanto de la atención como Alexander, algo natural en él, un omega en búsqueda de atención había dicho un par de meses antes, a Christopher.

When The Lights Turn OffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora