XXIII
Engaño mutuo• ────── ✾ ────── •
Sanemi se encontró a Nezuko en la cocina. Tenía el cabello recogido al igual que las mangas de su kimono, y sus mejillas develaban el esfuerzo que hacía en la labor de lavar el arroz.
Uzui y sus esposas habían salido en la mañana, y no volverían hasta la tarde, por lo que ellos habían estado encargados de la comida de ese día, sin embargo, el almuerzo ya había transcurrido, y tenían alimento suficiente para la cena de esa tarde, así que no se explicaba el porqué ella se encontraba trabajando en la cocina.
—Quería hacer dulces para esta tarde —respondió la muchacha.
El fuego estaba prendido, y el antiguo pilar del viento se acercó para averiguar qué se estaba cociendo. Eran judías rojas.
—Las compró Hinatsuru-san esta mañana, antes de irse —siguió hablando la joven, muy concentrada en el lavado del arroz—. Inicialmente iba preparar dorayaki, pero entonces recordé que mi hermano mencionó una vez que a Sanemi-san le gusta el ohagi, así que creí que sería bueno preparar un poco, aunque no sea la época. —Nezuko volteó el rostro hacia Sanemi, y se llevó la mano a la mejilla, sonriendo apenada—. Espero que no te moleste.
—¿Necesitas ayuda con las judías? —preguntó el albino, evitando mirar a la muchacha. Sus pensamientos de hace unos días seguían causándole tormento—. Puedo encargarme del anko mientras terminas de lavar el arroz.
Nezuko le agradeció y continuó en su labor, en tanto Sanemi vigilaba la cacerola hervir con las legumbres. Si bien había comido ohagi hacía tan sólo unas semanas, no recordaba cuándo había sido la última vez que había sido parte de su preparación.
Por supuesto, recordó a sus hermanos y a su madre, y las tardes en las que cocinaban preparaciones sencillas como aquellas. La nostalgia le abrumó el pecho, pero también la serenidad que se sentía en aquella cocina, en medio de los aromas, vapores y el fuego, mermó su dolor.
—Nezuko-san —la llamó él, pendiente de su propia olla hirviendo.
—¿Sí?
—Tienes arroz en el rostro.
Sanemi fingió no darse cuenta de cómo la chica casi tira la fuente con arroz, conteniendo además la risa que le provocaba el verla tan alterada por unos cuantos granos que habían quedado en su mejilla.
La muchacha limpió el arroz que habían quedado en su piel y ambos continuaron en silencio, pero la perturbación generada y el rubor que todavía podía percibir en las mejillas de la joven hicieron que Sanemi se preguntara si era el único con pensamientos extraños en esa cocina, si su corazón no sería el único con un latir acelerado.
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¡Holaaa! ¡He vuelto en forma de fichas!
Bien, no es cierto
Lo que sí es cierto, es quería agradecerles (otra vez) por su apoyo a esta historia, vi las lecturas que tienen los capítulo y los votos, y soy feliz (sé que esta super sobreestimado por la cantidad de capítulos que tiene este fic, además de que son capítulos muy cortos, pero aún así mi corazoncito se siente cálido 🥺).
Las y los leeré en el siguiente capítulo~
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Resiliencia
FanficADVERTENCIA: Spoilers del manga. Def: Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un estado perturbador o situación adversa. Cada mañana era para Sanemi una nueva oportunidad para preguntarse por qué no había muerto y para qué seguía vivo. Entre...