🍴 XVI: Toi et moi

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Krista (Tn), 18 años. Había cumplido la mayoría de edad días atrás, y sus "padres adoptivos" se habían encargado de hacerle una gran fiesta con mucha gente de la clase alta; había sido una velada interesante, y había recibido muchos regalos. Sin embargo, de parte de su novio, sólo recibió un mensaje de texto tan pequeño como una abeja: "Feliz cumpleaños, K".


Tn despertó cuando el despertador sonó, soltó un quejido y giró, quedando boca abajo; estiró el brazo para apagar aquel aparato infernal y suspiró. Restregó sus ojos y miró hacia un lado, sobresaltándose y cubriendo su boca para ahogar su grito.

– ¡MERDE! ¡Connard! (Mierda. Estúpido)

L estaba sentado en una silla cerca de la cama de la joven, observándola atentamente; tenía una libreta con él, en la cual retrataba a la hermosa francesa.

– Lo siento, no quería asustarte –mordió la uña de su pulgar.

– ¿Cómo entraste?

– Forcé la entrada, pero no te preocupes, no rompí nada.

– ...Mon dieu –suspiró.

– Te ves linda recién despierta.

– Enculé... –murmuró, frunciendo el ceño sonrojada. Él sonrió.– Como sea –se incorporó.– ¿Qué haces aquí? –bostezó.

– Terminé mi trabajo.

– ¿El serial de Alemania?

– No, ese lo terminé hace tiempo. Fui a otro trabajo en Hong Kong y uno en Las Bahamas.

– Entonces vienes de Bahamas.

– Sí. Por cierto, tenías razón con el asesino serial de Alemania. Trabajaba con niños, usando un disfraz, su aspecto era aterrador y parecía arrepentido, también...dijo que comía los órganos de los niños para sentirse más unido con ellos.

– Vaya, acerté –rió.

– Me causa curiosidad que puedas pensar como un asesino. Tu empatía es baja con cualquier persona, pero con asesinos...parece como si pudieras leer su mente.

– No te preocupes, no he matado a nadie todavía –rió.

– Espero que no lo hagas, no me gustaría tener que perseguirte y encarcelarte.

– No te preocupes, Maggie Addams no es una asesina.

– Entonces quédate como Maggie.

Ella rió.

– Voy a desayunar algo, tengo hambre.

– Oh, te traje algo para desayunar.

– ¿De verdad? Gracias –sonrió.

Tn se levantó de la cama, mientras su novio se ponía de pie; se acercó a él y lo besó.

– ¿Me dibujaste otra vez?

– Tal vez –ella rió.– Eres una musa perfecta, pero insisto en que el arte no es lo mío.

– Déjame ver –tomó la libreta.– Bueno, has mejorado...

– Supongo que eso es algo.

– Lo es –rió y lo miró.– Vamos a desayunar.

– Sí.

Ambos salieron del cuarto y se encaminaron al comedor, donde estaba la mesa preparada con el desayuno. Ella abrió los ojos con sorpresa. El detective se acercó a la mesa, tomó un cupcake de crema azul que tenía una vela encima, sacó un encendedor de su bolsillo y la encendió; se acercó a su novia y sonrió.

Dans la nuit... 🍴 L/BeyondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora