🍴 XXII: Codépendence

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Krista (Tn), 19 años. El plan de Beyond había hecho efecto, Tn sentía la abstinencia de comer carne nuevamente, pero no de animal, sino humana; no sabía que aquella urgencia que sentía era debido a las drogas que él había mezclado en la carne, cocaína y éxtasis.


Tn estaba sentada en el sofá, tenía una taza de té por la mitad y sus piernas se movían ansiosamente; se había cansado ya de morderse las uñas, así que ahora estaba mordiendo sus dedos, y lo peor es que no faltaba mucho para que se lastimada gravemente. L salió del baño, se había dado una ducha; al ver a su esposa, levantó una ceja.

– ¿...Estás bien?

– ¿Q-Qu'à? –giró la cabeza, mirándolo. (¿Qué?)

– No, no te encuentras bien –se acercó a ella.– ¿Qué sucede, Tn? Desde que llegué hace unos días has estado así de...ansiosa. Parece como si presentaras síntomas de abstinencia.

– N-No es nada, sólo...déjame en paz. Se me pasará.

– ¿Segura?

– ¡Oui, je suis sûr! –lo miró.– ¡Laisse moi! (Sí, estoy segura. Déjame)

– O-Okay...Si necesitas algo, dime.

– Ajá.

El detective volvió a su silla para trabajar, extrañado ante lo rara que se veía su novia.

La francesa abrazó sus piernas, mordiendo con fuerza sus labios, casi haciéndose daño...hasta que una idea llegó a su mente.

– Oh, mon...Oui... (Oh, mi...Sí)

Se levantó y corrió a su despacho, cerró la puerta con seguro y tomó su teléfono, marcando un número que tenía repetidamente en "contactos recientes".

– Répond...Répond...Répond... –murmuró. (Responde)

– Dulce y hermosa Perséfone, ¿Tu estúpido esposo te ha dejado ya?

– Eso quisieras, pero no.

– Qué tono de voz, ¿Sucede algo?

– Moriré de la ansiedad. Necesito más.

– ¿Más "semillas de granada"? –rió.– No tengo más, pero...podría llevarte a cosechar granadas...

– ¿Yo?

– Ya sabes qué implica, pero quiero tu respuesta ahora.

– ¿...Sigues en New York?

– Sí.

La joven tragó saliva, nerviosa e indecisa; tomó aire y contestó:

– Adelante.

– Bien, bien. Te veré en el Museo Metropolitano de Arte en media hora, no lleves nada, ni siquiera tu teléfono.

– ...Está bien. Nos vemos ahí.

La llamada finalizó. Tn apagó su teléfono y lo dejó sobre su escritorio, salió de su despacho y corrió al baño para ducharse y cambiarse de ropa.


Una vez lista, se acercó a su esposo.

– ¿Vas a algún lado?

– Necesito tomar aire. Iré a caminar.

– Puedo acompañarte si quieres.

– No es necesario, además estás ocupado. Iré sola, te veré en la noche.

Dans la nuit... 🍴 L/BeyondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora